Análisis del Personaje de Don Quijote
Introducción
Don Quijote, el héroe de la gran parodia del libro de caballerías, es un caballero andante parodiado: un hombre que no distingue, al menos al principio, entre la vida y la ficción literaria. Este hecho motiva la mayor parte de los equívocos que enfrenta a lo largo de la novela y permite la inclusión de otros modelos literarios (con sus respectivas críticas y reanálisis).
El Aspecto Físico de Don Quijote
La caracterización del aspecto físico del hidalgo ingenioso coincide con la tipología del hombre de temperamento “caliente y seco” del Examen de ingenios (1575) de Huarte de San Juan. Estos hombres, ricos en inteligencia (ingenio) e imaginación, de carácter colérico y melancólico, son propensos a una imaginación desbordada que les lleva a confundir la realidad con la ficción.
La Locura de Don Quijote
Sabemos que los libros de caballerías hacen enloquecer a Don Quijote. Los pilares de su locura son:
- La creencia de que los relatos de los libros de caballerías eran verdad histórica.
- La convicción de que en su época era posible resucitar la vida caballeresca y los valores de justicia y equidad.
Ante esto, Alonso Quijano se convierte en autor de sí mismo y se transmuta en un caballero andante, adoptando el nombre poco caballeroso de Don Quijote, derivado de una pieza de armadura. En su voluntad de ser otro, comienza por lo externo, cambiando su apariencia por el traje de caballero. Según los cánones, el caballero andante requiere un nombre, un caballo y una dama. A partir de este momento, sus acciones pueden interpretarse como representaciones teatrales. El problema es que Quijano confunde su propia representación con la vida.
La Transformación de Alonso Quijano
Alonso Quijano quería ser otro, hasta el punto de convertirse en ese otro. El Quijote cuenta la historia de un hombre que, por la locura, intenta configurar su vida según valores arcaicos, adoptando una apariencia en armonía con esos valores y su tiempo, en discordancia con su presente. Consciente del anacronismo, quizás también de lo impertinente de su ocurrencia, adopta una actitud irónica que confiere a su conducta la condición de juego.
Don Quijote se convierte en autor de sí mismo, imitando el modelo abstracto del caballero andante, no solo a Amadís. La transformación es progresiva y se inicia en el primer capítulo, de modo que en la segunda parte ya no es el “hidalgo”, sino el “caballero”. Una vez inventado el personaje, Alonso Quijano y sus fines desaparecen, asumidos por Don Quijote. Como personaje o máscara, Don Quijote se realiza tanto en la aventura como en la derrota, porque no busca el éxito. Don Quijote es ánimo y esfuerzo, no necesariamente victoria. Esto es posible porque es un ente ficcional, cuya realización se basa en los mecanismos del juego de la ficción: la conjetura, la hipótesis.
El fin de Don Quijote es ser el protagonista de un libro, y lo alcanza desde el inicio de la novela.
Locura y Cordura en Don Quijote
Don Quijote es una combinación de locura y cordura que sufre balanceos a lo largo de la novela, haciendo que el personaje evolucione. En el episodio del Caballero del Verde Gabán, el narrador explica las ideas contradictorias de quienes observan su comportamiento. A Diego de Miranda le parece “un cuerdo loco y un loco que tiraba a cuerdo”. Este balanceo entre polaridades permite distintas interpretaciones de la novela.
Conclusión: La Locura del Héroe
Debemos profundizar en el tema de la locura del héroe.