Noche de verano
Este poema pertenece a la obra Campos de Castilla (1912) del poeta andaluz Antonio Machado (1875-1939). Esta obra está compuesta por 56 poemas que fueron ampliados en 1917. Es uno de los primeros poemas escritos en Soria, hacia 1908. En este poemario se tratan temas variados, entre ellos el que apreciamos en esta composición: la soledad y el vacío del poeta proyectados en el paisaje de un viejo pueblo una noche de verano.
El poeta describe el paisaje de un pueblo una noche de verano. Su mirada se desliza desde lo alto de las casas hacia la plaza y después asciende nuevamente para dar una breve pincelada de la impresión del cielo y la torre. Dentro de ese paisaje la dimensión humana cobra protagonismo ya que aparece finalmente el yo del poeta vagando en soledad, expresando así su vacío existencial.
Este poema se estructura en dos partes: la primera (vv 1-10) hace una descripción sencilla y somera de la plaza de un pueblo. El lugar parece agradable y tranquilo; en la segunda parte (vv 11-12) el poeta se presenta a sí mismo en soledad, en un clima de ensoñación, fuera de la realidad.
Una de las características de esta obra es el paisaje castellano desde la vivencia. Así, en este poema el entorno natural se convierte en un elemento que conduce al poeta a su propia emoción de soledad: “solo, con un fantasma.”. Machado se siente identificado con Castilla porque ésta es ejemplo y símbolo de la eterna soledad.
Otra de las características fundamentales de la obra Campos de Castilla es el estilo nominal, es decir, la ausencia de verbos para apuntar a la esencia de las realidades. Así en este poema podemos observar en los versos 9-10 este estilo para centrarse en la amplitud de la soledad: “En el cenit, en la luna, y en la torre” / “la esfera del reloj iluminada”.
A su vez, es habitual en la obra, en la descripción de paisajes, una adjetivación abundante de estilo impresionista: “hermosa noche, viejo pueblo, anchurosa plaza,”. Con estos adjetivos el poeta quiere presentar de manera subjetiva las impresiones del mundo descrito para que las reciba el lector tal y como las siente. No podemos olvidar el gerundio “paseando” para evidenciar el lenguaje altamente connotativo de este poema y de la obra. Pues esa forma verbal hace que la sensación de soledad se prolongue y con ello el vacío existencial.
Desde el punto de vista métrico, el poema “Noche de verano” de Antonio Machado es una silva arromanzada. Es decir, presenta una combinación irregular de versos endecasílabos y heptasílabos, con rima asonante en los versos pares (11-, 7a, 7-, 11A, 11-, 11A, 7-, 11A, 11-, 11A, 11-, 7a). Este tipo de estrofa empezó a ser utilizada por Bécquer y se extendió a los Modernistas y los autores de la “Generación del 98”. De ahí que se pueda hablar de un entronque entre el poeta andaluz y los noventayochistas, siendo esta su estrofa preferida en Campos de Castilla. Esta predilección métrica del autor pretende enlazar con la idea de que la soledad del yo poético no tiene límite, solamente llegará con la muerte, como deja claro en el último verso.
Olmos
Este poema pertenece a la obra Campos de Castilla (1912) del poeta andaluz Antonio Machado (1875-1939). Fue un poema que se introdujo en la siguiente edición de 1917. El tema de este poema es el resurgir de la vida, pues el olmo se puede identificar con su esposa Leonor, sumida en una grave enfermedad que le hará fallecer pocos meses después, y como el árbol, está pasando una grave dolencia. Esto se puede observar sobre todo en los tres últimos versos. La enfermedad de Leonor marcó profundamente a Machado. Por esto, la idea de revivir, la esperanza de superar ese dolor infinito, se funde con el paisaje de manera emotiva, en este caso la degradación del olmo: “…rama verdecida.” (v. 27). Esta identificación es habitual en la obra. A largo de largo de Campos de Castilla Machado proyecta sus sentimientos sobre esas tierras. Esto lo vemos claramente reflejado en el poema, pues el olmo es uno de los árboles más representativos de Castilla: “olmo, quiero anotar en mi cartera”.
El poema se estructura en tres partes: la primera, versos 1 al 14, describe al olmo viejo en la colina del Duero (Soria), señalando la contraposición con los álamos; en la segunda, versos 15 al 27, se muestra el deseo de reflejar en el poema el breve rebrotar del olmo antes de que desaparezca; y en la tercera parte, los tres últimos versos, vemos la esperanza de la curación de Leonor. Queda claro, por tanto, el simbolismo del poema con la grave enfermedad que sufría Leonor: la honda preocupación por la enfermedad de Leonor y el deseo de su recuperación.
Los álamos simbolizan la vida: “…, cual los álamos cantores”. Otra figura retórica habitual en esta obra machadiana es la repetición anafórica, como sucede en este poema entre los versos 15-19-22-24 para marcar los diferentes finales que puede tener ese olmo: desde un aprovechamiento digno para leña hasta la máxima degradación total que es la desaparición en el “mar”, símbolo de la muerte para Machado.
Este poema está formado por treinta versos en los que se alternan heptasílabos y endecasílabos, por lo tanto se combinan versos de arte mayor con versos de arte menor. La rima es consonante y, al igual que las medidas de los versos, no siguen una regla, sino que van a gusto del poeta. El esquema métrico es: AbABCDCDEFEFGGHHIJIJkKL-lFMfMF. A simple vista podríamos decir que se trata de una silva, una de las estrofas preferidas del autor en esta obra, Campos de Castilla
Soñé que tú me llevabas
Este poema pertenece a la obra Campos de Castilla (1912) del poeta andaluz Antonio Machado (1875-1936). Este poema fue presentado por su autor después de la muerte de su esposa Leonor. De ahí que el tema de la muerte esté presente en el poema, pues el recuerdo del amor se funde con el paisaje: “…tú me llevabas por una blanca vereda,”. En este poema esa combinación de amor y muerte, tan habitual en la obra, se tiñe de melancolía, añoranza por la pérdida de su esposa: “Sentí tu mano en la mía,”. Sueña que pasea con su amada por las montañas con un tiempo apacible. Se puede ver el paisaje castellano que le hace reflexionar sobre sus propias emociones. Al final, en los dos últimos versos de este poema podemos ver que el amor perdura más allá de la muerte.
Este poema se puede estructurar en tres partes: en la primera, versos 1-6, el poeta expresa, en pasado, un sueño en el que es guiado por su amada en un caminar por un paisaje idealizado con evidentes simbolismos; en la segunda parte, versos 7-12, la evocación se centra, también en pasado, en su amada de quien se evoca su mano, para resaltar la comunión con el poeta y su voz alegre y joven; en la tercera, versos 13-16, en un pasado imperfectivo se recuerda con mayor intensidad emocional su voz y su mano para finalmente en imperativo expresar su anhelo de la existencia de otra vida más allá de la muerte.
// la pérdida de su mujer marcó profundamente a Machado. A su vez, ese recuerdo se funde con el paisaje: “Soñé que tú me llevabas / por una blanca vereda,”. Otra característica de Campos de Castilla que se puede observar en este poema son los símbolos, reminiscencia de su primera etapa modernista: “sueños”. Con esta palabra el poeta evoca el recuerdo, las ilusiones: “mañana” “primavera” para hacer referencia a la esperanza y la ilusión. A través de este poema también podemos reconstruir la biografía espiritual del autor después de la muerte de Leonor: “Sentí tu mano en la mía / tu mano de compañera,”.//Es muy habitual en la obra Campos de Castilla de Machado el estilo nominal, ausencia de verbos. En este poemario no es extraño encontrarse con recursos literarios como el quiasmo: “blanca vereda/campo verde”; y las antítesis entre “vive” y “se traga la tierra”.
Este poema del poeta andaluz Antonio Machado (1875-1939) está compuesto por una estrofa tradicional, un romance. Su estructura métrica es la siguiente: 8-, 8a, 8-, 8a, 8-, 8a, 8-, 8a, 8-, 8a, 8-, 8a, 8-, 8a, 8-, 8a. Es decir, versos octosílabos de arte menor con rima asonante en los pares y libres los impares. Es habitual en Campos de Castilla (1912) el verso octosílabo y la rima asonante. Machado utiliza el romance para este poema porque pretende mostrar una narración que va de lo más general o la más concreto y conceptual. El poeta ha considerado que esta estrofa tradicional tiene la mejor estructura para relatar unos acontecimientos adoptando la forma de un narrador que difunde una historia oralmente.
Yuxtapuesta– comas
–coordinadas
-copulativas, y, e, ni
-disyuntivas, o, u, o bien
adversativas, pero, sin embargo
explicativas, es decir, esto es
distributivas, bien…bien, ya…ya
subordinadas
sustantiva, si, aquel, yo, mio
adjetiva o de relativo, que. quien, cuyo, cual. (cambiar que por cual)
adverbial o circns, donde, como, segun, para que, cuando.
-impersonales: sin sujeto
atributivas. verbo ser estar y parecer.
pasivas, 1.perifrasticas, verbo en pasiva.2.refleja 3a persona pronombre se.
transitiva: Su discurso eliminótoda duda
intransitiva: No te enojes, sólo están bromeando.(sin od)
predicativa(normal) personal(normal con sujeto)