El Matrimonio Arnolfini
Juan van Eyck
Autor: Juan van Eyck
Técnica: Óleo sobre tabla
Ubicación: National Gallery, Londres
En esta imagen podemos ver a un matrimonio descalzo, lo que representa un espacio sagrado y también se creía que era un acto de fertilidad. Los zapatos de él representan la vida social y los zapatos de ella, situados al fondo, representan la vida doméstica. Hay un contraste de colores: el rojo de la cama representa la pasión, las naranjas la riqueza. Si nos fijamos en la lámpara, se ve una sola vela encendida que representa la presencia de Dios. El perro situado en medio de la pareja es un símbolo de fidelidad. El rosario de cristal era un regalo habitual del novio a la novia.
El hombre se trata de Giovanni Arnolfini y la mujer Giovanna Cenami. Aunque parezca que está embarazada, no lo está; no tuvieron descendencia.
Detalles del cuadro
- Al fondo del cuadro, en el lado derecho del espejo, parece que se encuentra: Santa Margarita (por el dragón), patrona de los alumbramientos, o Santa Marta (por la escobilla), patrona del hogar.
- En el espejo está representada la imagen de una ceremonia matrimonial que no requería la presencia de un sacerdote, con tan sólo dos testigos podía ser llevada a cabo. Es más, uno de los testigos fue Juan van Eyck, es decir, se dibujó a sí mismo.
- Los detalles alrededor del espejo son las estaciones del Vía Crucis.
- Encima del espejo está su firma.
La Catedral de Reims
Símbolo de la Realeza Francesa
La catedral es la iglesia mayor diocesana; en ella se asienta la cátedra del obispo desde donde preside el culto e imparte sus enseñanzas. La catedral no solo fue una casa de oración, sino que también se utilizaba para las reuniones gremiales.
Europa se llena de catedrales góticas: París, León, Chartres, Reims, Amiens, Burgos, etc. Su tamaño y su complejidad delatan su terminación. Inicialmente presenta elementos de la Iglesia de Peregrinación románica: planta cruciforme, amplio desarrollo de la cabecera, su interior es de 4 pisos (arcadas, tribunas, triforio, ventanas superiores).
Su triunfo llegó con el descubrimiento del arbotante. El resultado fue construir edificios luminosos de 5 y 7 naves con sólo 3 pisos de altura: arcada de separación, reducido triforio y el elevadísimo ventanal.
Fachada principal: perforada con 3 puertas de acceso, flanqueada por torres campanario, y se remata con un radiante rosetón. Representa el ideal arquitectónico de la armonía gótica y el símbolo de la realeza francesa. Los nombres de los maestros aparecen en el laberinto de la nave central.
Construcción
Los planos se deben a Jean de Orbais, que presentan una descomunal cabecera que ocupa la mitad del templo para ubicar el coro de canónigos. Destaca su ligereza y originalidad en los ventanales de las capillas absidiales.
Le sustituyó Jean le Loup, que edificó el atrofiado transepto e inició las naves. Posteriormente, Gaucher de Reims prolongó las crujías y decoró las 3 puertas de los pies. Por último, Bernard de Soisson timbró la fachada con un rosetón.
El ascendente espacio interior de Reims, bañado de claridad, resultó un alarde técnico y un prodigio místico en la época.
El Trecento Italiano
El Siglo XIV y el Auge del Fresco
Los italianos llamaron al siglo XV el 300. El fresco se va a convertir en el elemento técnico por excelencia de la época. Pronto desaparece el mosaico, sustituido por el fresco. También se pintan tablas al temple y miniaturas.
A comienzos del Trecento, el arte entra en una fase más activa y empiezan a constituirse en Toscana las dos escuelas principales de la pintura italiana:
- Siena: será la continuadora de la tradición bizantina.
- Florencia: cambió el “arte de pintar de lo griego a lo latino”.
Escuela de Siena y Simone Martini
Los teóricos medievales del Arte entendían por “manera griega” la imitación de los mosaicos bizantinos, es decir, la representación de iconos recortados sobre fondos dorados. Hay en Siena una continuidad de lo bizantino, prefiriéndose bellas líneas a masas sólidas, como en Florencia.
Es un arte miniaturístico, que gusta de acumular figuras y elementos anecdóticos, faltando la claridad narrativa que es don de la pintura florentina. El color tiene un sentido preciosista, no es un elemento plástico.
Simone Martini
Es el pintor más importante de esta escuela. Expresa admirablemente la síntesis de ambas corrientes, produciendo un arte preciosista. Es el mayor preciosista de Siena. Presenta menos bizantinismos y más modernidad. Gusta de caras ovaladas, con ojos diminutos.
Obras
- Sus primeras obras fueron encargos municipales para decorar al fresco el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Siena.
- En 1315 realizaba la Maestá, un icono de la Virgen bajo palio, rodeado de santos locales.
- En 1328 realizó el primer retrato del arte italiano: la imagen del Guidoriccio da Fogliano, que había salvado la independencia de la república sienesa, repeliendo con sus fuerzas mercenarias la invasión de la vecina ciudad de Lucca.
- La obra cumbre de Martini es el Retablo de la Anunciación.
Pintura Románica
Función Pedagógica y Religiosa
Su principal papel fue instructivo, pedagógico y aleccionador. El clero utilizó las artes visuales para que la población aprendiese las verdades de la salvación.
Las artes plásticas se conciben en el Románico como revestimiento arquitectónico y están asociadas a la decoración monumental. La escultura se desarrolla en los tímpanos abocinados y la pintura, en el cascarón del ábside. La composición de estos espacios es similar. En el centro se destaca la imagen de Jesús.
El alargamiento desmesurado, las anatomías defectuosas y las perspectivas extrañas son fruto del expresivismo que los artistas imponen a los temas apocalípticos.
Maiestas Domini (Cristo en Majestad)
- El hijo de Dios sentado en un trono, con el Evangelio en la mano izquierda y bendiciendo con la derecha.
- Lo constelan los cuatro animales del tetramorfo: el ángel de San Mateo, el león de San Marcos, el toro de San Lucas y el águila de San Juan.
- A su alrededor, una legión de serafines y la presencia de los 24 ancianos.
Así aparece esculpido en el ábside de San Pedro de Moissac y pintado al fresco en el ábside de San Clemente de Tahull, y en la bóveda de Panteón Real de San Isidro de León (realizado en piedra).
En este contexto bíblico, la Virgen ocupa un lugar secundario y adopta la forma de Maiesta Mariae, con el Niño sentado sobre sus rodillas, tal como se observa en la pintura mural de Santa Maria de Tahull.
Arquitectura Románica
La Bóveda de Cañón y la Iglesia de Peregrinación
La bóveda de cañón es el gran signo del Románico. Medidas de seguridad e interés estético aconsejaron construir la bóveda en piedra. Este material protegía al edificio del fuego. El hallazgo era sólido y hermoso, pero entrañaba nuevos problemas. Había que combatir los empujes que el peso del cañón transmitía a los muros.
La solución fue fragmentar la cubierta con fajones, que se apoyaban en pilares. Las dificultades se complicaban cuando el edificio tenía tres naves; el cañón central se contrarrestaba con bóvedas de cuarto de círculo o de arista en las naves laterales, y se situaba un contrafuerte.
El engranaje de bóvedas, arcos fajones, estribos exteriores y tribunas surge de la Iglesia. Su interior se concibe para el ceremonial. Además, se celebraba la misa todos los días, y de ahí que se añadieran absidiolos con altares en la cabecera del templo.
Catedral de Santiago de Compostela
Un prodigioso hallazgo en el siglo IX invitó a localizar los restos del santo. El ermitaño Pelayo lo descubrió. Al paraje se le denominó Campos de Estrella y de ahí surge la ciudad de Compostela en honor al Apóstol. Esto hizo que los fieles fueran a venerar a Galicia y contemplar la reliquia.
Tras esto, Francia inauguró la peregrinación interna, llamado Camino de Santiago. Cuatro ciudades francesas eran cabecera de la ruta: Tours (Países Bajos), Vézelay (Alemania), Le Puy (otros centroeuropeos) y Arles (Italia). Aprovechando las calzadas romanas para cruzar el Pirineo y poder llegar a Galicia.
Este camino se hacía en torno a unos 30 km diarios y duraba uno o dos meses. Había cinco Iglesias de peregrinación: San Martín de Tours, San Marcial de Limoges, Sainte Foy de Conques, San Saturnino de Toulouse y Santiago de Compostela. Cuatro de ellas eran francesas y son características por su gran dimensión, su perfecto círculo a la entrada y a la salida, edificios de piedra y bóveda de medio cañón.
Catedral de Santiago
Se inició en el siglo XI. El obispo Diego Peláez trae a los maestros franceses Bernardo el Viejo y Roberto. En el siglo XII se reemprenden las obras con el Maestro Esteban.