Los personajes
Los personajes que destacan son los tres del triángulo amoroso: Juvenal, Fer y Flo. Son personajes redondos, no sujetos a los prototipos convencionales. Logran sorprender al lector con sus decisiones, divagaciones e introspección.
Personajes principales
Juvenal Urbino
La primera aparición del doctor J.U. abre la novela y está unida a la muerte de Jeremiah y al olor que exhala a almendras amargas, como algo inevitable. El doctor comienza oliendo la muerte en la madrugada de Pentecostés de un modo premonitorio y esa misma tarde, él muere. Su muerte es accidental, ridícula, sin la grandeza que tuvo la muerte heroica de su padre, luchando contra el cólera en la ciudad.
El doctor J.U., el primer personaje del triángulo amoroso, se nos presenta octogenario y olfateando la muerte. En esta primera presentación, sabemos que es de gran prestigio social, un viejo doctor venerable y verado, católico practicante y muy metódico con una rutina fácil de seguir. Cuida su aspecto personal y sigue manteniendo su aspecto de dandy decimonónico y encuentra tiempo para compromisos relacionados “con iniciativas cívicas, o con sus milicias católicas, o con sus invenciones artísticas y sociales”.
J.U. como médico
El soltero más codiciado de la ciudad por su formación, su cosmopolitismo y la “certidumbre de su fortuna familiar”. Tras cursar “estudios superiores de medicina y cirugía” en París, volvió a su ciudad natal con 28 años con aire de dandy. Digno sucesor de su padre, héroe contra el cólera, tuvo como obsesión erradicar la enfermedad en la ciudad. Fue un impulsor de la vida cultural de su ciudad y un hombre siempre abierto a todos los avances modernos.
J.U. como amante
Hombre de gran racionalidad se enamoró de Fer, pero tuvo el espíritu práctico necesario para saber que con esa mujer, cuya altivez y fuerza le gustaban, podría “inventar un buen amor”, para lo que le ofreció “la seguridad, el orden, la felicidad, que una vez sumadas podrían tal vez parecerse al amor”, casi amor.
Fermina Daza
Descripción física
La conocemos en el capítulo I. En su vejez se conservan trazas de su atractivo. La conocemos como una mujer con carácter y altiva, solícita y unida a su marido por los lazos de la dependencia mutua. Fermina tenía 13 años el día en que miró por primera vez al joven Flo y provocó en él un “cataclismo de amor” cuyo influjo nunca se apagó. La conocemos a través de Flo, en su “doncella imposible” primero y su “diosa coronada” después.
Descripción psicológica
Fer es una mujer de carácter, con gran capacidad para las decisiones súbitas, inesperadas. Es resolutiva, tan pasional y sorpresiva como realista y práctica. Se casó con el doctor J.U. Esa capacidad resolutiva la lleva, también, a embarcarse al final con Flo en un amor sin retorno, para lo que no duda en enemistarse con sus hijos. Es altiva y libre pero también es práctica y realista.
Florentino Ariza
Flo, el personaje más desarrollado de la novela, sustenta sin tregua los dos pilares temáticos de la novela: el amor y el tiempo. Sabemos que tiene 76 años, que ha luchado para que no se le notasen los estragos de la edad y que es gentil y de maneras lánguidas, algo “sospechoso” para la sociedad de la época. Es un soltero empedernido sin amores conocidos. Florentino es un hombre “un poco tardío” para la época. Parece como si su aspecto desafiara al tiempo con la misma voluntad que su amor. Este hombre de aspecto esmirriado y desamparado tiene una voluntad de hierro. Su tenacidad no tiene límites. Esa voluntad, que nace de la fuerza del amor que le provocó un “cataclismo” en su juventud, lo lleva a superar el tiempo y todos los rigores para hacer, al final, “un viaje al infinito” por el río del amor. Todo en él se empeña en resistir.
Personajes secundarios
El universo Ariza
Se mueven un sinfín de personajes, sobre todo mujeres. En este universo femenino podemos distinguir diferentes niveles: su madre, sus amantes y sus mujeres. Entre sus mujeres, Fermina Daza es su centro. Leona Cassiani y América Vicuña son una especie de esposas sustitutas. Leona es su sustento cómplice y fiel durante toda su vida y América, una niña todavía, su amor crepuscular. Ambas, turnándose, lo cuidan en su vejez de idéntico modo que Fer lo hace con su anciano esposo.
- Tránsito Ariza, su madre. Flo fue su único hijo. Pese a las dificultades de ser madre soltera, ella se las arregló para estar siempre del lado de su hijo. Siempre atenta a su fidelidad, fue su cómplice en todos los terrenos hasta que una demencia senil se la llevó.
- Lotario Thugut, el primer hombre que acoge a Flo. Cuando el muchacho dejó la escuela al morir su padre, que nunca lo reconoció oficialmente pero se ocupó en secreto de sus gastos, se empleó de aprendiz en la Agencia Postal y llamó la atención del emigrado alemán Lotario Thugut, que era telegrafista. Lotario es el mentor y maestro en los años juveniles de Flo hasta que el muchacho toma la decisión de ascender socialmente para merecer a Fermina.
- El tío León XII Loayza, Director General de la Compañía Fluvial del Caribe, es el segundo hombre que se convierte en mentor de Flo. A él acude cuando decide ascender socialmente. El tío León XII es un rico sin lujos, “un pobre con plata”, un hombre listo y extravagante que confió en su “sobrino errante”.
- Leona Cassiani fue “la verdadera mujer de su vida, aunque ni él ni ella lo supieron nunca, ni nunca hicieron el amor”. Leona Cassiani cuidó de Flo siempre, fue su mano derecha en la vida y en los negocios.
- Rosalba, América Vicuña y la galería de amantes que Flo apunta en su cuaderno, titulado “Ellas”. Rosalba y América Vicuña tienen una relevancia especial en la vida de Flo, más allá de su “colección amatoria”. Rosalba fue la primera de sus amantes. Se llevó su virginidad en un barco cuando realizó su “viaje medicinal” por el río Magdalena para curarse de su desengaño de amor con Fermina Daza.
- América Vicuña fue la última de sus amantes antes de reencontrarse con Fermina. Es una adolescente de la edad de Fermina cuando la conoció, que lo ama con locura y que, como Jeremiah de Saint-Amour, se suicida.
- El resto de amantes, encabezadas por la viuda de Nazaret, que es la primera con la que “se lanza a la vida”, son una muestra de una especie de “tratado sobre mujeres y los modos amatorios” que se incrusta en la vida y el aprendizaje de Flo.
El universo Daza
En torno a Fer, la red de personajes con cierto peso es mucho más pequeña, dado que ella es la que encierra su vida en el matrimonio. Muchos “personajes de fondo” (sus hijos, su suegra, los amigos de la familia…), pero pocos de calado.
- Dos mujeres son “cómplices” de Fer y ambas, precisamente, dentro del ámbito familiar. La primera es la tía Escolástica, hermana de su padre. Como Fermina quedó huérfana de madre siendo muy niña, ella la cuidó como una madre. La tía Escolástica cumple la función tópica del confidente que ayuda a los enamorados. Fue ella quien se encargó de llevar y traer las cartas entre Fermina y el joven escuálido que, según ella, está “enfermo de amor”. Cuando Lorenzo Daza lo descubrió todo, la echó de casa y rompió el corazón de su hija.
- La segunda “cómplice” de Fer es la prima Hildebranda, a quien conoció en su “viaje del olvido” a Valledupar. La prima Hildebranda se convirtió entonces en su amiga, la gran, mejor y única amiga de Fermina, y la más fiel. Con ella ríe, llora y sueña abiertamente.
- Lorenzo Daza, su padre, es una figura amenazadora y amenazante. Es un hombre sin escrúpulos con el único objetivo de ascender socialmente. Su hija es un instrumento de ese objetivo: por eso hace lo posible por separarla de Flo, un simple telegrafista.
El universo Urbino
La red de personajes en torno a J.U. es también pequeña. Hay dos personajes masculinos muy unidos a él que, además, le hacen tomar conciencia de la muerte. Por un lado, un “personaje evocado”, el doctor Marco Aurelio Urbino, su padre, que murió luchando contra el cólera mientras él estudiaba en París y cuyo recuerdo y ejemplo le acompañan en toda su vida. J.U., “que se sabía idéntico a él” y heredó su obsesión por combatir el cólera, se dio “de bruces contra la certidumbre de la muerte” cuando recibió el telegrama que le notificaba su orfandad.
Jeremiah de Saint-Amour, su amigo, que se suicida al comenzar la novela para no soportar su vejez de inválido. Jeremiah, que muere horas antes que Juvenal, le hace descubrir en su muerte aspectos que conmueven los cimientos de la tranquila vida del doctor.
Barbara Lynch, la única mujer que enfebreció de pasión al doctor J.U., tan pragmático como era, hasta el punto de hacerle vivir el infierno del adulterio inevitable.