Análisis de la Simbología y la Influencia de la Tradición y Vanguardia en la Poesía Española

Simbología

Luna (primeros poemas): Es un elemento natural que, en los poemas de Perito en lunas, se convierte en la imagen que resume todo el mundo visible: las distintas fases de la luna son las distintas formas que se esconden en todos los elementos cotidianos.

Rayo: Representa la violencia de la naturaleza como la vida, también representa el ímpetu de la sexualidad que no puede ser satisfecha (el rayo que no cesa); después, este amenaza.

Toro: Tragedia y violencia. El poeta identifica su sino trágico con el del animal destinado al sacrificio. Comparte con él la virilidad: la bravura del animal lo convierte en el hombre enamorado que va detrás de su amada, que nunca se rinde para conseguirla, aunque sea inútil. Tiene un doble sentido: ímpetu viril y destino trágico.

Buey: Es lo contrario al toro, es un elemento negativo. Representa al hombre esclavizado, que no lucha por su libertad y se conforma con su vida por muy miserable que sea.

Viento: Es todo el pueblo que sufre, pero también tiene un carácter sexual: como ráfaga amorosa o como recuerdo de la mujer amada; en su última etapa se carga de negatividad, viene a significar la fuerza que separa a los amantes.

Tierra: Es la vida como la muerte, porque ella es nuestra cuna, nuestro sustento y nuestra sepultura. También es símbolo de fertilidad, la une al vientre femenino, también muy importante en el poeta, porque ese vientre es el que simboliza el fruto del amor-pasión y el que le permite tener un futuro.

Luz y Sombra

Entre la vida y la muerte, la esperanza y la frustración; la sombra va apoderándose del ánimo del poeta y lo angustia… pero, siempre podemos ver luz, de esperanza al abandonar la bestia que lleva dentro para que salga el ser humano.

El Modernismo y la Vanguardia

El modernismo se inicia con Rubén Darío, nunca llegaría a ser una poesía sólida ni consolidada. No se puede hablar de un grupo modernista en nuestra poesía, pero nuestros grandes poetas tuvieron inicios que jugaban con las técnicas y los símbolos modernistas, como Machado y Juan Ramón Jiménez o Valle-Inclán.

La vanguardia, que surge del modernismo, surge de los autores modernistas que se reunían en el café Pombo. El fenómeno vanguardista se extiende gracias a las revistas literarias, como Grecia, Cervantes o Cosmópolis. Autores como Gómez de la Serna, Guillermo de la Torre o Gerardo Diego se acercan a los vanguardistas y traerán a España el creacionismo.

Juan Ramón Jiménez

En 1916 se publica Diario de un poeta recién casado que supuso un punto de inflexión en nuestra literatura. Refleja perfectamente cómo ha bebido de los movimientos anteriores y servirá de ejemplo para autores más jóvenes. En su diario, Juan Ramón hace una interpretación personal de toda la poesía pura de autores precedentes.

Generación del 27

Todos los autores de esta generación, en sus primeros libros, tienen como maestro a Juan Ramón Jiménez. Es una generación que rinde homenaje a Góngora en el año 27.

Miguel Hernández

En Miguel hay una síntesis de toda la poesía anterior. Cuando empieza a escribir, ha leído autores como Rubén Darío y Vicente Medina, pero su obra poética se abre gracias a la lectura de autores de la Generación del 27. Miguel se entusiasma con la lectura de Jorge Guillén, otra de sus influencias.

Es Federico García Lorca por quien conocerá a Góngora. Miguel leerá su Polifemo y Las Soledades y comenzará a escribir en octavas reales donde se aprecia la influencia de Rubén Darío, García Lorca y Góngora. Después viaja a Madrid donde recibe la influencia de Pablo Neruda, quien le aporta irracionalismo. Después, poco a poco, adquiere un tono personal. La Guerra Civil produce un giro en su poesía, se refleja la figura del poeta en la trinchera y su poesía se vuelve combativa y desgarrada en el horror de la guerra.

Tradición y Vanguardia en la Poesía de Miguel Hernández

Miguel Hernández es un poeta poroso, un escritor que se empapaba de todo lo que leía y oía.

Basado en ambas influencias, elabora una praxis poética que tiende a la innovación y, con el tiempo, a la creación de un mundo poético propio.

  • La tradición de los clásicos literarios españoles: Poesía y teatro de los Siglos de Oro, poesía y teatro contemporáneo.
  • La tradición popular de raigambre oral: Poesía anónima, surgida del colectivo popular en el periodo anterior a la Guerra Civil Española.

Existen muestras escasas y ocasionales de escarceos vanguardistas. Podemos rastrear una selecta historia de la literatura española y comprobar cómo asimila e incorpora a su escritura esas múltiples propuestas literarias. Tampoco en esta etapa de formación de una voz propia, Hernández renuncia a los grandes poetas del amor o a los escritores épicos del Romanticismo: Bécquer. De los clásicos españoles hay pruebas de sus gustos literarios: desde los tópicos del Ubi Sunt de Manrique hasta juegos metafóricos barrocos. Lope de Vega: Fuenteovejuna y Peribáñez serán los modelos para sus dos obras de primera reivindicación social. Así y todo, la personalidad literaria que más impacta en el joven Hernández es la de Luis de Góngora. Los escarceos vanguardistas del surrealismo, los contactos de Miguel Hernández con la vanguardia fueron escasos, destaca su conexión con el purismo en el ciclo inaugurado por Perito en lunas, es la contribución de Hernández a la poesía pura.

La Vida y la Muerte en la Poesía de Miguel Hernández

La muerte, parte de la vida. El mundo poético de Miguel Hernández se define como el del amor y la muerte junto a la vida. Son tres grandes temas de la poesía de Miguel Hernández. En su obra se suceden todas las fases del crecimiento del individuo. Tras el inicial canto entusiasta a la vida y con el paso fatalista y trágico de su destino, vida y muerte se abrazan definitivamente en los poemas últimos de Cancionero y romancero de ausencias. La vida que retoña, la mujer que proporciona la vida, es un motivo recurrente en la obra de Miguel Hernández. Eros y Tánatos –amor y muerte– aparecen unidos para que la vida del ser humano se perpetúe como especie. Se es vencedor de la muerte en cuanto engendramos. Si para Unamuno, Dios era una necesidad del hombre para creerse inmortal, para Quevedo “vivir es un ir muriendo a cada instante”. Miguel Hernández recoge este eco quevedesco, pero añade en su etapa épica y carcelaria que tanto la vida como la muerte prodigan vida. La visión de la muerte en Miguel Hernández no nos ahoga en la nada.

Elegías

Más allá de los cantos de vida y muerte, el sentimiento a la amistad indujo a Miguel Hernández a escribir numerosas elegías por familiares o amigos muertos. Más que de gusto estético por el canto fúnebre, cabe hablar de un nuevo reflejo emotivo de un ambiente en el que la muerte no era, lamentablemente, nada insólito.

Símbolos de Vida y Muerte

Algunos símbolos se relacionan con la dualidad vida/muerte en la poesía de Miguel Hernández.