Análisis de la Poesía de Jaime Gil de Biedma y Gloria Fuertes

Jaime Gil de Biedma: La Brevedad de la Existencia y la Búsqueda de la Identidad

En sus primeros libros, Jaime Gil de Biedma muestra un mayor peso de los asuntos sociales, que posteriormente dan paso a temas más íntimos como la amistad, el amor o la soledad. El escepticismo que impregna sus versos proviene de su visión del ser humano, marcada por la derrota. Frente a ello, solo cabe el valor de la cultura, convirtiendo sus lecturas en experiencias vitales que incorpora como evocaciones en sus composiciones. La intertextualidad se convierte en un recurso habitual en su obra.

Su creación literaria, reunida en Las personas del verbo (1975 y 1982), es breve. Según él, su poesía “consistió en inventarme una identidad; inventada ya y asumida”, lo que produjo su abandono temprano de la escritura. En relación con ese afán de hallar una identidad propia está el tema principal de su obra: el paso del tiempo, vinculado con el recuerdo y el análisis de las experiencias personales, desde la infancia hasta la madurez. El discurso poético contrasta el punto de vista del presente y del pasado.

Al paso del tiempo se liga el amor, otro de los temas importantes en la obra de Gil de Biedma, además de los espacios urbanos. En Las personas del verbo se recogen, reagrupados y con añadidos y supresiones, los poemas de los siguientes libros:

Compañeros de viaje (1959)

Aparecen el mundo de la infancia y de la adolescencia, la amistad, la ciudad y también el amor terminado. Es un conjunto de instantes de la vida del poeta: recuerdos, infancia, tertulias, amistad y se nos muestra como un joven lleno de temores. Aparece también en este libro el sentimiento de esas nuevas amistades como en el poema ”De ahora en adelante”, en contraste con otros, ”Ampliación de estudios”, en que se nos manifestaba su soledad adolescente. De hecho la palabra compañeros aparece con la intención de que pueda ser interpretada en doble sentido; el poeta juega con el título de la obra aludiendo no sólo a los amigos, sino también a los camaradas políticos. Los últimos poemas tratan del dolor y el sufrimiento en la historia de España.

Moralidades (1966)

Reflexión sobre la situación de España: los valores de la burguesía, la Guerra Civil… es ya un libro de madurez, con el espejo urbano de Barcelona al fondo. En este libro se mezclan ideas y sentimientos, aparecen reflexiones sobre el amor y el sexo así como un resentimiento del autor hacia su propio sistema de vida (ante la realidad social del momento el autor se avergüenza de la clase social a la que pertenece); al igual que en Compañeros de viaje aparecen numerosas referencias a la amistad, pero este tema va cediendo protagonismo a otros como el amor y el deseo. Moralidades es su obra más comprometida en la que manifiesta su denuncia ante el sometimiento de una España oprimida, la hipocresía y la opresión a la que la sociedad sometía a la mujer.

Poemas póstumos (1968)

En la madurez del poeta se intensifican la pesadumbre y la angustia por el fluir inexorable del tiempo. Es un libro escrito desde la conciencia trágica del tiempo. La vejez, la antesala de la muerte, es signo de deterioro frente al recuerdo de una juventud llena de vida y expectativas, es la historia de la crisis existencial de un poeta entre la juventud y la madurez. La pérdida de la juventud y la incesante marcha hacia la muerte son temas fundamentales para comprender esta etapa de su poesía. Ahora el conflicto es consigo mismo: los fracasos, las resacas, la destrucción de los mitos personales y colectivos; atrás han quedado los años de juventud que llevan al poeta a un estado de ensimismamiento en el que sólo caben los problemas personales, así aparecen poemas como ”No volveré a ser joven”, ”Contra Jaime Gil de Biedma” o ”Después de la muerte de Jaime Gil de Biedma”. La presencia de la muerte aparece en la mayoría de sus poemas, incluso como dedicatorias a amigos ya desaparecidos. En esta crisis personal se produce un desinterés literario y una progresiva tendencia al silencio que le llevará a dejar de escribir.

Rasgos Estilísticos de Jaime Gil de Biedma

La voz poética de los textos de Gil de Biedma se dirige con frecuencia a un tú o a un vosotros; el desdoblamiento del yo construye un diálogo que posibilita una visión irónica y distanciada. En sus poemas incluye elementos narrativos y descriptivos. Destaca el prosaísmo del registro coloquial, el tono conversacional y la intertextualidad (citas y autocitas).

Gloria Fuertes: La Poesía Humana y Cálida

La trayectoria poética de Gloria Fuertes es el ejemplo de una vocación literaria radical, aunque a veces infravalorada por su conocida y mediática dedicación a la literatura infantil, modalidad a la que, por otra parte, ha contribuido en buena manera a dignificar con una literatura llena de humor, vida y fantasía. En un craso error de simplificación, se ha metido en un mismo saco toda su creación poética.

Su poesía es humana y cálida. En sus primeros libros, aunque no de un modo generalizado, hay una fuerte inquietud social, una preocupación por el destino humano de las gentes. Pero eso no significa que haya que encuadrar a Gloria Fuertes dentro de la poesía social. Otras características de su poesía son su cordial religiosidad y su preocupación por los marginados y los pobres. Y, como una constante de su poesía, el tema del amor, que abordó de múltiples maneras. Los estudiosos destacan que detrás de estas poesías se encuentran algunas personas reconocibles, como Carlos Edmundo de Ory o la profesora norteamericana Phyllis Turnbull, con quien Gloria Fuertes mantuvo una larga relación de veinte años.

Aspectos Formales de la Poesía de Gloria Fuertes

Si nos atenemos a sus aspectos formales, llama la atención, de entrada, su aparente despreocupación por la técnica. Destaca por el empleo de un lenguaje claro, directo, coloquial:

  • El recurso del estilo enumerativo
  • La reiteración de esquemas expresivos
  • El uso de la asonancia
  • Los desajustes morfológicos y sintácticos
  • El despropósito final del poema, que sirve de salida inesperada
  • La omnipresencia del yo
  • El uso del chiste
  • El empleo del verso libre
  • La referencia a objetos y acontecimientos del mundo cotidiano
  • La vitalidad de su conciencia infantil, una natural ingenuidad

Hay en su poesía una clara influencia del postismo, movimiento vanguardista de vida muy fugaz en la posguerra literaria que reivindicaba el humor, la risa y la creación gozosa en unos momentos en los que estéticamente se imponía la gravedad de un realismo social de tintes tremendistas. Aunque el postismo tuvo también una vertiente política, se mostraba partidario de la imaginación poética y la libertad lúdica, con mucha influencia del surrealismo.

A menudo, detrás de su chispeante y coloquial estilo se esconde una visión atormentada de la vida, marcada en parte por el contexto social y político y también por sus fracasos amorosos, que la arrastraron a una buscada y prolongada soledad.

Una Larga y Sólida Trayectoria

Su primer libro publicado fue Isla ignorada, en el que se aprecian algunas constantes de su poesía como la utilización de la fantasía y la aureola juvenil que invade los sentimientos. En 1954, publica Antología y poemas del suburbio, en la que aparece su vertiente más social y testimonial. También de 1954 es Aconsejo beber hilo, libro en el que el componente autobiográfico es más evidente que en los poemarios anteriores. Aparecen rasgos ya muy propios de su poesía, como los coloquialismos populares y el tono marcadamente conversacional. Todo este poemario es un canto a los sentimientos, entre los que destaca su preocupación por los que más sufren y su insistencia en la presencia de la muerte, contemplada como algo que conviene aceptar para entender la vida mucho mejor.

De 1962 es su antología Que estás en la tierra. Y de 1966 es su nuevo poemario Ni tiro, ni veneno, ni navaja, dedicado a ensalzar, con un estilo que procede de la literatura del absurdo, su fe en la vida, la voluntad de esperanza y su amor confiado en Dios. En 1968 aparece su libro más complejo, Poeta de guardia, en el que se aprecia de manera patente la emotividad y originalidad de su poesía, siempre basada en experiencias individuales; su aprecio por las cosas humildes, su constante ternura; su amor a Dios y su marcado popularismo estilístico.

Rasgos parecidos vuelven a aparecer en Cómo atar los bigotes del tigre, en el que muestra su deliberada ingenuidad, su imaginario naif y su agilidad narrativa. En 1970 apareció una Antología poética. Posteriormente publicó Sola en la sala, Cuando amas aprendes y Obras incompletas. Ya en 1980 aparece Historias de Gloria (amor, humor, desamor), último libro publicado en vida. Tras su fallecimiento en 1998 se publicó la antología Mujer de verso en pecho.