Análisis de la Población Activa y su Evolución en España y Canarias

La población activa es el conjunto de personas con 16 años o más que están trabajando o están en disposición de hacerlo. La población activa comprende a las personas que trabajan a cambio de un sueldo (población activa ocupada) y la que no tiene trabajo pero lo busca (población activa desocupada). La población inactiva no trabaja y no está en disposición de ello (ej. personas jubiladas).

La población activa se reparte entre tres sectores económicos: el sector primario (agricultura), sector secundario (industria) y sector terciario (servicios).

El Sector Primario

El sector primario, ligado a la agricultura, desde principios del siglo XX ocupaba casi toda la población debido a una economía basada en la agricultura. Desde entonces ha ido disminuyendo hasta alcanzar porcentajes muy bajos (el 4% en 2008).

En Canarias la población ocupada en el sector primario es más baja que la media nacional ya que la mayoría de la población pasó del campo a los servicios.

En España la cifra ha ido disminuyendo después del éxodo rural producido en el siglo XX y en 1950. La modernización de la agricultura también ha contribuido a este descenso.

El Sector Secundario

El sector secundario, ligado a la industria, ha sido escaso desde el siglo XX, debido a la escasa industrialización del país. Desde entonces ha ido aumentando de forma fluctuante su cifra hasta situarse al mismo nivel de otros países industriales europeos.

En Canarias la industrialización es baja, por lo que la tasa de actividad en este sector es inferior a la media española, a pesar de superar la media en construcción debido al turismo.

En España la industrialización creció en la dictadura de Primo de Rivera, pero con el régimen franquista, la destrucción de industrias y la autarquía la industrialización descendió.

El Sector Terciario

El sector terciario ha pasado de no destacar en las cifras a ocupar la mayor parte del panorama económico. Esto se debe a las siguientes causas:

  • El aumento del nivel de vida y económico.
  • La modernización de la agricultura.
  • La incorporación de la mujer al mundo laboral.
  • La creación de la administración europea y autonómica.

En Canarias este sector es el más abundante gracias a la fuerza del turismo.

A medida que un país se desarrolla, aumenta su sector terciario debido a que las empresas ofrecen más servicios. En España la tasa de actividad ha variado a lo largo de su historia: durante los siglos XIX y XX, la tasa de actividad era baja debido a la emigración y la tasa de dependencia. Desde 1991 la tasa de actividad aumentó gracias a la nueva forma de analizar la población activa, la incorporación de las mujeres al mundo laboral y la prosperidad económica desde el 95 hasta el 2007.

A ello hay que unirle la llegada de trabajadores inmigrantes. La tasa de actividad es más elevada en aquellas zonas donde hay un mayor dinamismo de la economía, en cambio, será más baja cuando la zona tiene poco dinamismo económico y su población es o muy joven o muy envejecida.

La tasa de paro varía según el sexo (mayor paro en mujeres), edad (mayor paro en jóvenes), cualificación (mayor paro en personas poco cualificadas) y comunidad autónoma.

Los Movimientos Migratorios

En los movimientos migratorios de Canarias pueden diferenciarse dos momentos: uno de carácter migratorio y un periodo caracterizado por la inmigración.

  • Periodo de emigración: Estuvo marcado por la inmigración al exterior y el éxodo rural. La inmigración al exterior se dirigió sobre todo hacia América. El éxodo rural supuso un gran cambio de población desde las áreas rurales marginales a las ciudades. Las zonas más afectadas fueron las islas de Lanzarote y Fuerteventura y el interior de Gran Canaria y Tenerife.
  • Periodo de inmigración: A partir de la década de 1960 Canarias se ha convertido en una región receptora de inmigrantes debido principalmente al desarrollo del turismo. Algunos antiguos emigrantes canarios retornaron. Los emigrantes peninsulares proceden principalmente de Andalucía, Galicia, Madrid y Cataluña. Los inmigrantes extranjeros representaban el 14% de la población canaria. Los inmigrantes europeos proceden en gran parte de Alemania y Reino Unido, son jubilados que aprecian las buenas condiciones climáticas. Los inmigrantes extranjeros no europeos han crecido considerablemente, estos inmigrantes son más jóvenes que los europeos y proceden de América Latina, África y Asia. La inmigración clandestina también se ha incrementado, aunque en muchos casos su destino no es Canarias, sino Europa. Esta inmigración ilegal ha causado numerosos problemas, como la exigencia de una mayor vigilancia de las costas.

El Crecimiento Real de la Población

La población canaria ha aumentado desde mediados del siglo XX. Entre 1857 y 1930, el incremento fue lento a causa del escaso crecimiento natural. Entre 1930 y 1975, el crecimiento se aceleró. La causa fue el elevado crecimiento natural ocurrido durante la transición demográfica. La tasa de natalidad aumentó y la tasa de mortalidad descendió. En la actualidad, los principales factores del crecimiento de la población canaria son un incremento natural superior a la media española y una elevada inmigración exterior.

Esta evolución general presenta diferencias entre islas:

  • Las islas orientales, tradicionalmente migratorias, crecieron poco hasta que se incrementaron sus efectivos gracias al freno de la emigración y el turismo.
  • Las islas centrales han presentado un incremento demográfico continuo.
  • Las islas occidentales presentan situaciones distintas. En La Palma, la emigración no ha sido constante, por lo que ha aumentado sus efectivos. En cambio, en La Gomera y El Hierro la permanente migración ha causado un incremento escaso.

Natalidad

El gráfico lineal que observamos nos permite ver la evolución que ha tenido la población española en el índice de natalidad y mortalidad entre 1940 y 2000, acompañado de una tabla de estadísticas donde observamos estos índices.

El índice de mortalidad en una población procede de los registros civiles. La natalidad es un suceso demográfico que depende de la fecundidad que se calcula dividiendo el número total de nacimientos por el número de mujeres en edad fértil (entre los 15 y los 45 años). Para conocer mejor el suceso de la natalidad es mejor utilizar la tasa de fecundidad que la tasa de natalidad. La tasa de mortalidad presenta un inconveniente, ya que está afectada por la estructura por edad de la población analizada, por lo que se utilizan otros indicadores más fiables que tienen más en cuenta esta estructura por edad. Estos indicadores son la tasa de mortalidad infantil y la esperanza de vida al nacer.

En el índice de natalidad se observa que ha ido en retroceso en el conjunto del periodo analizado, comenzando de una manera brusca en la década de los años 40 por la situación de la posguerra, unido a las dificultades económicas de la política autárquica y del bloqueo internacional que sufrió España. En 1950 hay una subida de la natalidad hasta 1965 que algunos autores interpretan como un baby boom post bélico que se debió al desarrollo económico que siguió al final del bloqueo internacional y a la desaparición de la autarquía económica. Desde 1965 este índice de natalidad disminuye de nuevo debido a la consolidación de la vida industrial y urbana.

Natalidad: Segunda Mitad del Siglo XX

Este retroceso se vuelve más acusado a partir de 1975 por la situación económica en la que se encuentra España, en sus dos crisis, la de 1975 y 1990. En cuanto a la mortalidad se observa una bajada brusca a partir de 1940, coincidiendo con el final de la Guerra Civil Española y el incremento del nivel de vida post bélico llegando a una cierta estabilidad desde 1960 hasta el 2000, e incluso un ligero incremento de la mortalidad desde 1985 al año 2000 debido al envejecimiento de la población; es un movimiento aparente y no real puesto que la mortalidad real continúa descendiendo.