Miguel H., una de las voces poéticas más importantes de la literatura española del siglo XX. La repercusión de su obra no se debe sólo a su trágico destino, víctima del momento más trágico de nuestra historia reciente, sino también a su carácter universal. Su obra une lo humano y lo social, lo ético y lo estético. Sus tres grandes temas poéticos son el amor, la vida y la muerte, las “tres heridas” con que el poeta vino al mundo, según sus propios versos. Se suma a estos tres el tema de la naturaleza, también muy presente.
Etapas y Temas Predominantes
El tratamiento de los cuatro temas está muy vinculado con las etapas que atraviesa la poesía de Miguel H. En cada etapa dominará un tema sobre los demás.
Naturaleza
El tema de la naturaleza predomina en su poesía de juventud y en toda la producción que acabaría convirtiéndose en Perito en lunas, su primer poemario.
- La naturaleza se relaciona con la experiencia del joven poeta pastor: la naturaleza abarca el paisaje y los elementos cotidianos que lo rodean.
- Se vincula también con la cosmovisión católica propia del ambiente que rodea a Miguel: Orihuela tiene una atmósfera religiosa y conservadora que impregna las primeras piezas del autor, en las que se concibe la naturaleza como obra de Dios.
- En Viento del pueblo la naturaleza servirá para exaltar el trabajo de la tierra y las condiciones de vida de los desfavorecidos.
- Después, en la poesía escrita desde la cárcel y que acabaría incluyéndose en Cancionero y romancero de ausencias, la naturaleza se presenta idealizada a la manera del locus amoenus clásico.
Amor
El tema del amor es central en toda la producción. El hecho amoroso se presenta de distintas maneras a lo largo de su obra:
- El amor fruto del despertar sexual y la pugna religiosa que implica está presente en sus primeros poemas y en Perito en lunas.
- Más tarde llegará el amor ilusionante que cambia a herida dolorosa nacida de la insatisfacción. Es el momento que culmina en El rayo que no cesa, donde surge la metáfora de la “herida”. Son poemas que recogen la lucha interior del autor, dividido entre el amor casto de Josefina Manresa, su novia del pueblo, y las tentaciones que encuentra en los ambientes intelectuales de Madrid.
- En el periodo de su poesía militante al servicio de la República, el amor se presenta como enfoque de la poesía como arma.
- Ese tono vigoroso y entusiasta desaparecerá al final de la guerra, y en los poemas que componen El hombre acecha el amor cederá paso al odio y al desgarro.
- Por último, en el póstumo Cancionero y romancero de ausencias presenta un nuevo enfoque para el hecho amoroso, el del amor como única esperanza para la salvación del hombre.
Vida y Muerte
La vida y la muerte son los otros dos grandes temas de la poética de Miguel H., que impregnan toda su obra.
- En sus primeros poemas aparecen el optimismo y el vitalismo propios de la juventud.
- En El rayo que no cesa vemos al poeta maduro. Es en este poemario donde se empiezan a sentir las “tres heridas” del autor, en poemas sobre el sentimiento trágico del amor y, sobre todo, en su Elegía a Ramón Sijé, que cierra el libro, uno de los poemas fúnebres más bonitos, dedicado a su amigo y mentor, fallecido unos meses antes.
- Con la guerra, la voz poética adquiere un tono combativo en Viento del pueblo. La muerte se convierte en parte de la lucha por la victoria.
- Pero la solidaridad con los oprimidos y el optimismo libertario acaban en dolor y pesimismo por la crudeza de la guerra y la pérdida de la esperanza en la victoria en El hombre acecha.
- El más trágico es Cancionero y romancero de ausencias. Este poemario es una muestra de la desolación provocada por la muerte de su primer hijo, la derrota en la guerra, el odio de la posguerra, la condena a muerte, la enfermedad y la soledad. Con el desengaño provocado por todos estos acontecimientos llega la resignación, pero el ciclo de la vida y la muerte se cierra con la vuelta al amor, única forma de redención posible: la amada, el nuevo hijo, la esperanza de que por encima de todo queda el amor y la libertad.
Conclusión
En definitiva, el amor, la vida y la muerte atraviesan toda la producción poética de Miguel Hernández, con la naturaleza como telón de fondo en muchas de sus piezas. Especialmente sus “tres heridas” (amor, vida y muerte) constituyen el núcleo temático de una poética sincera, que es a la vez obra literaria vivida. En Miguel Hernández, como en la mayoría de clásicos inmortales, la biografía del autor y el momento histórico que le tocó vivir se hacen indistinguibles de su palabra escrita. Reside aquí su condición de clásico, pues las heridas del amor, la vida y la muerte son, al fin y al cabo, universales, compartidas por los hombres y mujeres de todo tiempo y lugar.