Franz Kafka: “La metamorfosis”
Nos encontramos ante un fragmento de la obra publicada en 1915 y escrita por Franz Kafka “La metamorfosis”. Fue escritor checo en lengua romana, creó una de las obras más originales del siglo, fruto de su personalidad compleja y atormentada. Las preocupaciones de su literatura se consideran aún actuales y expresan en conjunto, ciertas inquietudes del hombre del Siglo XX. Sus obras describen un universo angustioso y opresivo en que el individuo se halla solo e impotente ante la burocracia, la justicia, el poder y la sociedad, que aparecen ante él como algo hostil e incomprensible. Kafka es uno de los precursores del Existencialismo, corriente filosófica que se desarrolla principalmente en Europa hacia mediados del Siglo XX.
La obra nos narra la vida de Gregorio, un joven convertido en insecto, y cómo dicha transformación cambia sus costumbres y relaciones con el resto de su familia. Este individuo y sus experiencias personales son el objeto principal de la novela, más allá de la anécdota de la transformación.
Se trata de un extracto de las primeras páginas de la obra, del inicio de la novela. Es la mañana en la que Gregorio amanece convertido en insecto, y el apoderado llega a su casa para averiguar por qué el joven no ha llegado puntualmente a trabajar.
Se trata de una obra carácterística del expresionismo alemán, movimiento cultural que surgíó hacia 1910 como una reacción al impresionismo. Suele ser entendido como una deformación de la realidad para expresar de manera más subjetiva la existencia del ser humano dando primacía a la expresión de los sentimientos.
El tema principal del fragmento es el rechazo del apoderado, que pese a las súplicas de Gregorio no se digna ni a dirigirle la palabra y se marcha con idea de poner todo en conocimiento de sus superiores. Este tema simboliza la realidad de un mundo hostil, inaccesible e incluso agobiante.
Como temas secundarios se aprecia la indefensión ante ese poder imperioso y autoritario, que dirige y manipula la vida de Gregorio. Además, el fragmento constituye una crítica al trabajo alienante y deshumanizado, en el que el trabajador pasa a ser una mercancía más. Gregorio no es valorado por el apoderado. El interés de éste es simplemente averiguar por qué Gregorio no está desempeñando sus tareas y obligaciones.
El texto podría estructurarse en tres grandes partes. La primera parte nos sirve como introducción, y constituye el primer párrafo. Se nos sitúa al protagonista ante lo que ocurre. La segunda parte constituye la intervención de Gregorio. Se dirige inútilmente al apoderado suplicándole que no le delate en el almacén para que así no le despidan. La tercera parte correspondería al último párrafo, en el que el apoderado desprecia a Gregorio y se marcha ignorando sus ruegos.
La obra pertenece al género narrativo, y tiene como subgénero el de la novela. La novela se convirtió en tiempos de los expresionistas en el método idóneo para transmitir su visión subjetiva de la realidad.
Las formas de expresión predominantes son la narrativa y el diálogo. La intervención de Gregorio supone ser un diálogo, ya que éste espera entablar una conversación con el apoderado. Sin embargo, el desprecio de éste supone que la intervención del joven se convierta en algo muy parecido al soliloquio. El narrador que narra los hechos se trata de un narrador omnisciente, que narra los hechos desde el punto de vista de Gregorio. Además se hace uso del estilo directo.
Toda la historia transcurre dentro de la misma casa. Se trata de un ambiente claustrofóbico que ayuda al aislamiento de los personajes. Las puertas juegan un papel simbólico. Según transcurre la historia, están se encuentran más cerradas, transmitiendo el creciente aislamiento de Gregorio. El tiempo es lineal.
Los personajes principales son Gregorio y el apoderado. Gregorio es un joven viajante de comercio encargado de sacar adelante a toda su familia. Su metamorfosis en insecto afecta notablemente a su personalidad. Su principal optimismo va transformándose en pesimismo a lo largo de la novela, debido sobre todo a su marginación y aislamiento. El apoderado es un personaje plano, no se nos dan carácterísticas de él. Lo único que nos transmite es su preocupación de por qué su empleado no está desempeñando sus tareas. Deshumaniza a Gregorio, ya que su transformación le da completamente igual. Lo único que le preocupa es que su empleado no desarrolle sus obligaciones.
Como personajes secundarios habría que señalar a la familia de Gregorio y a su jefe, una figura con poder dictatorial que controla pero que no aparece en la historia.
Los recursos estilísticos predominantes en el fragmento son las interrogaciones de la intervención de Gregorio, los apóstrofes que este reproduce al rogarle al señor apoderado y las metonimias: “sobre su propia carne”, “quemarse la suela”.
Tras la Segunda Guerra Mundial el expresionismo desaparecíó como estilo, pero ejercíó una gran influencia en muchas corrientes artísticas de la segunda mitad del siglo, como el expresionismo abstracto norteamericano o el informalismo.