Miguel Delibes (1920-2010)
Su obra se caracteriza por un constante progreso estético e inquietud artística, adaptándose a las distintas corrientes literarias.
- La sombra del ciprés es alargada (1947): Escritura realista y preocupación existencial, donde demuestra sus mejores dotes como novelista con un estilo depurado y un argumento sencillo.
- El camino (1950): Novela de aprendizaje con tintes realistas y existenciales. Reflexiona sobre la perspectiva de un niño ante la pérdida de la niñez y el alejamiento de la vida natural.
- Las ratas y La hoja roja: Novelas sociales. Las ratas denuncia la miseria, mientras que La hoja roja critica la falta de solidaridad en la sociedad.
- Cinco horas con Mario (1967): Novela experimental donde un monólogo femenino plantea una cruda visión de la ideología y la falta de comunicación.
- El príncipe destronado: Regreso a formas más tradicionales, abordando el tema de la infancia y la cuestión de las dos Españas.
- Los santos inocentes: Denuncia la miseria de la vida rural.
Delibes, un observador del habla coloquial, utiliza esta perfección estilística para abordar temas recurrentes: la preocupación por la muerte, el ideal de justicia y la defensa de la integración entre el hombre y la naturaleza.
El Realismo Social (1954-1962)
En la década de los cincuenta, los contenidos sociales se plasman en moldes narrativos realistas renovados con las siguientes técnicas:
- Recuperación del diálogo.
- Narrador oculto que presenta los hechos y personajes.
- Estructuración del texto en secuencias.
A partir de los 50, evoluciona una triple tendencia:
- Ser portavoz de las injusticias.
- Exigir un cambio social.
- Presentar con objetividad los recuerdos de la guerra.
- Los bravos (1954) de Jesús Fernández Santos: Novela social sobre la pobreza y el caciquismo.
- El Jarama (1956) de Rafael Sánchez Ferlosio: Sin protagonista individual, retrata lingüísticamente a los personajes a través del diálogo.
El Realismo Existencial
Tremendismo
Corriente de temas y técnicas realistas con intención renovadora. Muestra los aspectos más desagradables de la realidad, recordando al realismo. Los personajes están marcados por el determinismo. Destacan:
- La familia de Pascual Duarte (Cela, 1942)
- Nada (Carmen Laforet, 1945)
- La sombra del ciprés es alargada (Delibes, 1947)
Cela y Delibes son pilares de la novela existencialista.
Camilo José Cela (1916-2002)
Principalmente novelista.
- La familia de Pascual Duarte (1942): Sacó a la narrativa española de la apatía.
- La colmena: Marca el nacimiento del realismo social. Retrata la realidad cotidiana de la posguerra a través de historias entrelazadas.
- San Camilo, 1936: Inició el experimentalismo, recreando el ambiente de Madrid el 18 de julio de 1936.
- Oficio de tinieblas, 5: Disolución de la novela, rompe barreras entre géneros para ahondar en la muerte y el sexo. Carece de puntuación y se compone de fragmentos numerados (mónadas).
- Mazurca para dos muertos (1983): Recuperación de la narrativa, con temas de barbarie y crueldad.
Su estilo se caracteriza por una sintaxis sencilla, metáforas y comparaciones certeras, riqueza léxica, efectos rítmicos y humor caricaturesco y/o agrio.
Renovación Narrativa (1962-1975)
Se buscaban nuevas formas narrativas. La relajación de la censura y la publicación de Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín Santos marcan un cambio en la novela española. Se utilizan técnicas innovadoras como:
- Narración simultánea de acciones diferentes.
- Puntos de vista distintos sobre la realidad.
- Monólogo interior.
- Desorden temporal.
- Narrador intérprete.
- Intervención del autor.
- Uso del habla coloquial.
Esta renovación, llamada realismo estructural, utiliza relatos paralelos. Algunos ejemplos son:
- Volverás a Región (1967) de Juan Benet
- San Camilo, 1936 (1969) de Cela
- Retahílas (1974) de Carmen Martín Gaite
El experimentalismo progresó con autores hispanoamericanos como Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Julio Cortázar, e influyó en obras como:
- La saga/fuga de J.B. (1972) de Gonzalo Torrente Ballester
- Si te dicen que caí (1973) de Juan Marsé
- Escuela de mandarines (1974) de Miguel Espinosa
El experimentalismo se caracterizó por:
- Desaparición del argumento y foco en el lenguaje.
- Difuminación de los personajes.
- Alteración del espacio y el tiempo.
Estos textos, a veces incomprensibles, alejaron a algunos lectores. Con la desaparición de la censura, regresaron autores exiliados, formando la generación del 75.
Actualmente, se ha recuperado la esencia del relato con procedimientos tradicionales:
- Simplificación de la estructura narrativa.
- Recuperación del argumento, trama y personajes.
- Uso de la primera y tercera persona.
- Presencia de diálogos.
- Abandono de intenciones políticas o ideológicas.
- Preocupación por el estilo.
Los novelistas se inclinan hacia el realismo, pero incorporan elementos fantásticos o subjetivos, surgiendo obras neorrealistas de autores como Delibes, Torrente Ballester y Martín Gaite.