Análisis de la Distribución Industrial en España y Navarra

Distribución Industrial en España

1. Factores de Localización

La estructura de la industria española enfrenta problemas que afectan su competitividad y las ventas en el mercado exterior. La mayoría de las empresas (99,9% en 2008) son pequeñas (menos de 50 trabajadores) o medianas (de 51 a 250). Estas presentan ventajas como la agilidad y flexibilidad ante los cambios, y menor conflictividad laboral. Sin embargo, sus productos son menos competitivos debido a la falta de economías de escala e inversión en I+D.

Investigación e Innovación:

La inversión en I+D es menor que en países europeos más avanzados y se concentra en sectores dinámicos (química, farmacéutica, transporte), grandes empresas y en Madrid y Cataluña. En los últimos años, la competitividad ha impulsado la innovación en pequeñas empresas, especialmente donde existen redes de cooperación.

Creación de Tecnología:

España crea poca tecnología debido a la insuficiente inversión en investigación y la escasa integración entre universidad y empresas. Esto obliga a la compra de patentes, afectando la competitividad y generando un déficit en la balanza de pagos tecnológica.

Factores de Localización:

  • La proximidad a recursos naturales y mercados pierde importancia.
  • Se mantiene la importancia de buenos sistemas de transporte, comunicaciones y mano de obra cualificada.
  • Fácil acceso a la innovación, información y ventajas territoriales como tejido empresarial, mano de obra y apoyo institucional.

2. Distribución Territorial

La localización industrial en España presenta fuertes desequilibrios territoriales, agravados por la tendencia de los sectores más dinámicos a localizarse en regiones avanzadas. Estas desigualdades generan otros desequilibrios en población, riqueza, infraestructuras y peso político, afectando negativamente a las regiones menos industrializadas. Por ello, el fomento de la industria es clave en las políticas de desarrollo regional.

Áreas y Ejes en Expansión:

  • Periferias de grandes ciudades (Madrid, Barcelona, Valencia, etc.): concentran empresas dinámicas e innovadoras por las facilidades de comunicación, mano de obra especializada y parques tecnológicos.
  • Eje Valle del Ebro, Navarra y País Vasco: área renovada tras la reconversión industrial de los años 70 y 80.
  • Eje del Mediterráneo: área dinámica sustentada en el turismo, comunicaciones y actividades económicas diversas.
  • Ejes interiores: localizados en importantes vías de comunicación.

Áreas y Ejes en Declive:

  • Cornisa Cantábrica (sin País Vasco), Galicia, Ponferrada, etc.: localidades especializadas en sectores maduros (minería, construcción naval) que no se han recuperado de la reconversión industrial.

3. Industria en Navarra

Navarra posee una de las mayores rentas per cápita de España, con un nivel económico similar a la media europea. Su prosperidad se basa en el desarrollo industrial de los años 50 y 60. La actividad industrial es más importante en Navarra que en el conjunto de España, con cifras superiores a la media nacional en población activa (37%) y PIB (40%).

Localización

La industrialización de Navarra se debe a factores geográficos, económicos y políticos:

  • Geografía: Proximidad a Francia, País Vasco y Zaragoza; buenas comunicaciones.
  • Economía: Expansión económica europea y española; buenas infraestructuras, materias primas y nivel educativo.
  • Política: Apoyo de instituciones locales y forales, plasmado en el Plan de Promoción Industrial (PPI) de 1964.

A pesar de que el PPI buscaba una distribución equilibrada, la industria se concentró en Pamplona y su comarca. El sector metalúrgico, especialmente la automoción (con Volkswagen como ejemplo), es el más importante. La Ribera, con Tudela como centro, es la segunda zona industrial, destacando la transformación de productos agrarios y la automoción. Otras zonas industriales se encuentran en el Corredor de Araquil, el valle de Bidasoa y cabeceras comarcales como Estella y Sangüesa.

Problemática

El sector industrial navarro se caracteriza por el elevado número de trabajadores, establecimientos y la importancia de la metalurgia y la automoción. Se estima que el sector de la automoción genera 50.000 empleos. Esta industria exige grandes inversiones, tecnología de vanguardia y mano de obra cualificada, lo que se traduce en productos de alto valor añadido y riqueza para la Comunidad.

Sin embargo, esta especialización implica una excesiva dependencia del sector de la automoción, lo que supone un riesgo para la economía. Una crisis en este sector afectaría gravemente a Navarra. Conscientes de ello, las instituciones buscan diversificar la industria, impulsando sectores como las energías renovables y los servicios (turismo, comercio).