Santa María del Fiore: La Cúpula de Brunelleschi
I. Descripción y Análisis
El exterior de la cúpula de Santa María del Fiore, un edificio religioso en Florencia, se compone de ladrillo, piedra y mármol. Se alza sobre un tambor octogonal de piedra revestido con placas de mármol blanco, verde y rosado. Cada lado del tambor cuenta con un gran óculo, una ventana circular. La cúpula, cubierta con tejas rojas planas en sus ocho caras, presenta un aspecto esbelto gracias a su perfil apuntado, resultado de la curvatura de los nervios de mármol blanco que la recorren hasta la cúspide, donde se encuentra una estilizada linterna.
La construcción de la cúpula planteó un desafío técnico para Brunelleschi: la dificultad de levantar una cúpula de media naranja sobre un tambor tan alto. Su ingeniosa solución consistió en un sistema de contrarresto de empujes mediante dos cúpulas superpuestas:
- Una cúpula interior semiesférica que cubre el octógono del crucero.
- Una cúpula exterior apuntada, construida con ladrillo hueco para reducir el peso y aumentar la esbeltez. Esta cúpula contrarresta los empujes laterales de la cúpula interior con su empuje vertical.
Entre ambas capas se encuentra una capa de aire que contiene los nervios y anillos que forman la estructura de la cúpula. Esta capa vacía reduce el peso total de la cúpula en casi un tercio y permite la existencia de dos galerías para acceder a la linterna. La forma octogonal del tambor obligó a Brunelleschi a adoptar una solución gótica nervada para la cúpula apuntada, con ocho nervios exteriores de mármol blanco en las aristas que separan los paños o plementos de ladrillo rojo.
II. Clasificación
Arquitectura Renacentista Italiana del Quattrocento
Cúpula de Santa María de las Flores, Florencia. Filippo Brunelleschi. Siglo XV (1420-1436).
La catedral de Florencia es una construcción gótica del siglo XIV. Arnolfo di Cambio inició la obra, y Giotto la continuó, diseñando el campanario separado de la iglesia. A principios del siglo XV, se convocó un concurso para finalizar la cubierta del ábside, un desafío considerable debido a la gran envergadura del proyecto (42 metros de diámetro). Brunelleschi y Ghiberti participaron en el concurso, resultando vencedor el primero, quien llevó a cabo la obra.
III. Relaciones Estilísticas
Esta cúpula es considerada la primera obra renacentista. Se inspira en los sistemas de construcción romanos, especialmente en la cúpula del Panteón de Agripa, y también en la tradición gótica, pero los supera. Unifica y centraliza el espacio del edificio. Brunelleschi formuló las leyes de la perspectiva central. En su época, su fama se asoció a la cúpula de la catedral de su ciudad natal, Florencia, ya que sus conocimientos de ingeniería le permitieron resolver problemas aparentemente irresolubles. En lugar de darle una altura propia del Gótico, la creó semiesférica con un diámetro de 42 metros.
La construcción se realizó sin cimbra de madera (armadura), lo que obligó a levantarla por fases. Brunelleschi ideó una cúpula autoportante que se sostiene a medida que se construye, gracias a una serie de anillos horizontales que soportan los andamios necesarios para la construcción. La cúpula superaba en altura y destacaba del resto de las edificaciones de Florencia. Dominaba la perspectiva y jerarquizaba el espacio urbano. Era el símbolo del orgullo de esta ciudad-estado, la más prestigiosa del siglo XV.
Brunelleschi creó un estilo arquitectónico muy personal, en el que las matemáticas, las proporciones y los juegos de perspectiva desempeñan un papel fundamental: las partes se relacionan entre sí y con el todo mediante fórmulas matemáticas. También entran en juego las combinaciones de diferentes figuras geométricas (cuadrado, círculo, triángulo). Su arquitectura elegante y moderadamente ornamental se resume a la perfección en dos espléndidas creaciones: la Capilla Pazzi y la Sacristía Vieja de San Lorenzo. Son dos obras de planta central, basadas en la armonía visual y en la alternancia, característica del artista, entre arenisca gris y estuco blanco.
La cúpula de Brunelleschi tuvo un enorme éxito y fue muy imitada durante el Renacimiento, tanto en Italia como en el extranjero. Miguel Ángel se inspiró en ella para su cúpula del Vaticano. Posteriormente, se construirían otras cúpulas inspiradas en la de Brunelleschi, como la de la Catedral de San Pablo en Londres (siglo XVII) y la del Capitolio de Washington (comienzos del siglo XIX).
IV. Entorno Socio-Cultural
El Renacimiento no fue un fenómeno unitario desde el punto de vista cronológico y geográfico. Su ámbito se limita a la cultura europea y a los territorios americanos recién descubiertos. Su desarrollo coincide con el inicio de la Edad Moderna, marcada por la consolidación de los estados europeos, los viajes transoceánicos que pusieron en contacto a Europa y América, la descomposición del feudalismo y el inicio de un incipiente capitalismo.
El artista tomó conciencia de sí mismo como individuo con valor y personalidad propios y comenzó a estudiar los modelos de la antigüedad clásica a la vez que investigaba nuevas técnicas (claroscuro, etc.). Se desarrollaron enormemente las formas de representar la perspectiva y el mundo natural con fidelidad. El paradigma de esta nueva actitud es Leonardo da Vinci, quien dominó distintas ramas del saber. Del mismo modo, Miguel Ángel Buonarroti, Rafael Sanzio, Sandro Botticelli y Bramante fueron artistas conmovidos por la imagen de la Antigüedad y preocupados por desarrollar nuevas técnicas escultóricas, pictóricas y arquitectónicas, así como por la música, la poesía y la nueva sensibilidad humanística.