Análisis de “A un olmo seco” de Antonio Machado

Antonio Machado: A un olmo seco

Introducción

“A un olmo seco” pertenece a la obra Campos de Castilla, publicada en 1912 por el autor sevillano Antonio Machado (Sevilla, 1875 – Colliure, 1940). En 1883, su familia se trasladó a Madrid, donde Machado estudió en la Institución Libre de Enseñanza. En 1907, obtuvo la cátedra de francés del instituto de Soria y allí se casó con Leonor Izquierdo en 1909. Al estallar la Guerra Civil, Antonio Machado puso su literatura al servicio de la causa republicana, por lo que tuvo que exiliarse a Francia en 1939. Falleció en Colliure poco después.

Antonio Machado perteneció a la Generación del 98, grupo de escritores unidos por un espíritu de protesta, un profundo amor al arte y una gran preocupación por la situación de España tras la pérdida de sus últimas colonias en 1898. Además de Machado, a esta generación pertenecieron Miguel de Unamuno, Azorín, Pío Baroja, Ramón del Valle-Inclán y Ramiro de Maeztu.

Etapas de la poesía de Machado

En la poesía de Machado, podemos distinguir tres etapas:

  1. Etapa simbolista (Modernista): Se inicia con su primer libro, Soledades (1903). En esta etapa, predominan símbolos como la fuente, el camino y el paisaje castellano.
  2. Etapa regeneracionista: Con la publicación de Campos de Castilla (1912), la preocupación por España se convierte en el tema central. El regeneracionismo, movimiento ideológico surgido a finales del siglo XIX, promovía reformas agrarias, políticas y educativas, como la Institución Libre de Enseñanza.
  3. Etapa neopopular: En sus últimos poemas, como Poesías de la Guerra, expresa la dureza de la guerra y su breve exilio.

Análisis de “A un olmo seco”

Estructura y contenido

Campos de Castilla es una obra heterogénea que incluye poemas de elogio a personas admiradas por Machado, poemas descriptivos y un extenso romance titulado “La tierra de Alvargonzález”. “A un olmo seco” evoca la esperanza a través de la imagen de un olmo viejo del que surge la vida gracias a la primavera. El poema se puede interpretar como una metáfora de la esperanza del autor ante la enfermedad de su esposa, Leonor, pero también como una reflexión sobre la situación de España.

El poema se divide en tres partes:

  1. Descripción del olmo (estrofas 1-4): Machado describe el estado del árbol y su entorno.
  2. Deseo de inmortalizar la vida (resto del poema, excepto los tres últimos versos): El poeta expresa su deseo de dejar constancia de la aparición de hojas verdes en el olmo, símbolo de esperanza en medio de la decadencia.
  3. Expresión de esperanza (últimos tres versos): El autor expresa una esperanza de renovación y vida que trasciende la imagen del olmo.

Métrica y rima

El poema consta de treinta versos de arte mayor y menor (heptasílabos y endecasílabos), sin una estructura métrica fija. Esta combinación de versos, con rima consonante a gusto del poeta, lo clasifica como una silva, que admite incluso versos sueltos, como el verso 24. La rima consonante aporta musicalidad a la composición.

Recursos literarios y simbología

Machado enriquece el poema con diversos recursos literarios:

  • Personificación: Atribuye cualidades humanas a objetos inanimados, como en el verso 6: “El olmo centenario en la colina que lame el Duero”.
  • Hipérbaton: Altera el orden lógico de la frase, como en el verso 4: “algunas hojas verdes le han salido”, para enfatizar y favorecer la rima.
  • Metáfora: Utiliza un término imaginario para referirse a uno real, como en “ejércitos de hormigas”, que representa la muerte.
  • Anáfora: Repite la palabra “antes” para expresar la urgencia del poeta por inmortalizar la vida del olmo antes de su muerte.
  • Paralelismo: Repite estructuras gramaticales: “antes que rojo en el hogar”, “antes que el río hasta la mar te empuje”.

El camino, símbolo recurrente en la obra de Machado, aparece en el verso “al borde de un camino”, sugiriendo la cercanía de la muerte del olmo. El camino, en la literatura, a menudo simboliza el ciclo de la vida y el destino del hombre.