Análisis Comparativo de las Catedrales de Chartres y León: Gótico Clásico y Gótico Radiante

Catedral de Chartres: Modelo del Gótico Clásico

Introducción

La Catedral de Chartres, construida en el siglo XIII, es un ejemplo paradigmático del gótico clásico. Su diseño arquitectónico, caracterizado por la verticalidad y la luminosidad, buscaba reflejar la grandeza divina y elevar el espíritu del creyente.

Análisis Formal y Funcional

En planta, la catedral presenta tres naves, siendo la central mucho más alta y ancha que las laterales, y dos grandes torres en los pies que flanquean la fachada principal. La decisión de conservar el pórtico real románico de triple portada condicionó la estructura de las tres naves, demostrando un respeto por la organización preexistente. La macrocabecera, con tres ábsides y doble girola, es característica de las iglesias de peregrinación que debían acoger a grandes multitudes.

En alzado, la catedral de Chartres se organiza en tres niveles: las arquerías apuntadas que descansan sobre pilares fasciculados con baquetones, el triforio que sustituye a las tribunas románicas, y el elevado claristorio con sus grandes ventanales que permiten la entrada de luz al interior. La bóveda de crucería, elemento fundamental del gótico, cubre la totalidad del templo y permite una mejor distribución de las cargas, dirigiendo los empujes hacia los pilares fasciculados en el interior y a los arbotantes y contrafuertes rematados en pináculos en el exterior. Esta solución estructural permite la apertura de numerosos ventanales (178 en total) que presentan un excepcional programa iconográfico basado en las Sagradas Escrituras.

La Luz como Símbolo Divino

La luz, que en Chartres es casi vertical, juega un papel fundamental en la catedral gótica. Simboliza la presencia divina que ilumina a los fieles, convirtiendo la iglesia en la Jerusalén celestial. Este tipo de luz coloreada, filtrada a través de las vidrieras, será rechazada en el Renacimiento en favor de una luz diáfana que permita observar con claridad los elementos constructivos.

El Espacio-Camino hacia Dios

El espacio en la catedral gótica también está cargado de simbolismo. El eje que forma la nave central hacia el altar mayor representa el peregrinar del hombre sobre la tierra y el camino místico que le conduce a Dios.

Catedral de León: La Elegancia del Gótico Radiante

Introducción

La Catedral de León, también del siglo XIII, representa la transición al gótico radiante, caracterizado por una mayor profusión decorativa y una mayor complejidad en las bóvedas y tracerías.

Análisis Formal y Funcional

Su planta es una versión reducida de la catedral de Reims, con tres naves, un gran transepto también de tres naves y una cabecera con deambulatorio y cinco capillas radiales de forma trapezoidal.

El alzado responde a la clásica división tripartita gótica: arcadas, triforio y claristorio. Las arcadas están formadas por pilares fasciculados con decoración vegetal, sobre los que descansan arcos apuntados. El triforio, con sus airosas ventanas, exhibe motivos heráldicos. El claristorio está compuesto por 230 ventanas apuntadas de estilo francés con bellas vidrieras que representan santos y profetas. El colorido de las vidrieras es muy rico, utilizando además del rojo y azul característicos del gótico francés, el verde, el ocre y el amarillo.

Al fondo de la nave central destaca un gran rosetón sobre una galería de ventanas ojivales. Las bóvedas de crucería presentan nervios que se convierten en finas columnas adosadas a los pilares, creando el efecto de un pilar fasciculado con baquetones. Los empujes se dirigen hacia los pilares en el interior y a los arbotantes y contrafuertes rematados en pináculos en el exterior, permitiendo la apertura de numerosos ventanales. A pesar de que la altura de la nave central no es extrema, la parquedad decorativa acentúa el sentido ascensional.

La Luz Mística y la Jerusalén Celestial

La luz, en la catedral de León, adquiere una cualidad única. Al igual que en Chartres, simboliza la presencia divina que ilumina a los fieles, transformando el espacio en la Jerusalén celestial.

Conclusión

Tanto la catedral de Chartres como la de León son ejemplos magistrales de la arquitectura gótica, cada una con sus propias características y peculiaridades. Chartres representa la pureza y la grandiosidad del gótico clásico, mientras que León muestra la elegancia y la riqueza decorativa del gótico radiante. Ambas catedrales son un testimonio de la fe y la espiritualidad de la época medieval, y siguen impresionando a los visitantes con su belleza y majestuosidad.