Romanticismo:
es el movimiento artístico y cultural que domina la creación literaria en la primera mitad del Siglo XIX, se trata de un movimiento antinormativo, opuesto al Racionalismo dieciochesco. El movimiento ROMántico presenta una visión del mundo que se caracteriza por los siguientes rasgos: – subjetividad e idealismo: se exaltan el yo, la sensibilidad individual y los sentimientos apasionados. El idealismo es un deseo infatigable de alcanzar lo sublime en todos los terrenos vitales, este deseo se acaba estrellando contra una realidad insatisfactoria y da lugar al desasosiego, la melancolía y el desencanto. – rebeldía y deseo de evasión: la insatisfacción con la realidad produce un sentimiento de rebeldía, esta insatisfacción provoca además un deseo de evasión hacia lugares exóticos e imaginarios, el desengaño también puede llevar a considerar la muerte como forma definitiva de evasión. – libertad: frente a los límites que las convenciones imponen, se defiende la plena libertad individual en todos los ámbitos: político, moral y artístico. – naturaleza: los elementos de una intensa naturaleza se emplean para tratar de expresar el desasosiego anímico del autor, son frecuentes los paisajes desolados oscuros y solitarios, en estos se producen fenómenos meteorológicos como la niebla o las tormentas. – nacionalismo: la afirmación de la identidad individual se corresponde con la búsqueda de una identidad colectiva.
los temas principales son los sentimientos apasionados y absolutos: el amor apasionado y desengañado, la belleza ideal, el anhelo del infinito, el destino trágico, la muerte. Otros temas recurrentes también son la rebeldía y la crítica política.
las etapas en Europa son 3: el prerromanticismo: en la segunda mitad del Siglo XVIII algunos escritores acogen en sus obras el análisis de los sentimientos individuales y la intimidad, el principal escritor de este movimiento es Goethe. El Romanticismo pleno: coincide con las primeras décadas del Siglo XIX, se hacen evidentes dos corrientes ideológicas distintas dentro del movimiento: una tendencia conservadora y otra progresista. El posromanticismo: a partir de la segunda mitad del Siglo XIX se va imponiendo una literatura preocupada por la realidad social, si bien en la obra de algunos escritores pervive la exploración de los sentimientos íntimos. En España estas etapas son algo distintas: primeras décadas del Siglo XIX: sobrevive la literatura dieciochesca, a pesar de que algunos autores europeos veían el pasad o literario español esencialmente ROMántico. Desde 1833 y hasta 1840: vamos se difunde y llega a su apogeo el Romanticismo gracias a autores como Espronceda, larra, Zorrilla y el duque de Rivas. A partir de 1840: va ganando terreno el movimiento realista, aunque a los dos grandes poetas posrománticos, Bécquer y Rosalía de Castro, publican sus obras en la segunda mitad del Siglo XIX.
José de Espronceda:
Espronceda tenía una vida política y amorosa muy agitada, lo q forjó su imagen como Encarnación del modelo ROMántico de escritor, aunque escribíó también novela y teatro, pero debe su fama literaria sus poemas en los que une una poderosa imaginación a su apasionamiento amoroso, ideológico y vital. Los temas habituales de sus poesías son la rebeldía y la libertad, simbolizadas por personajes apartados de las convenciones sociales, otros temas recurrentes son el desengaño vital, el patriotismo y la protesta política desde una postura liberal. En cuanto al estilo es sonoro e intenso, con abundancia de rimas agudas, contrastes, exclamaciones e interrogaciones retóricas, muestra un gran dominio de los recursos literarios y utiliza una adjetivo activación sensual y muy emotiva, es carácterístico el empleo de la polimetría.
Obra, sus principales poemas narrativos son: el estudiante de Salamanca (comentario de texto) y el diablo mundo (este poema inacabado se divide en una introducción y 7 cantos, en los que se cuenta la historia de un anciano convertido en un joven que se enfrenta a un mundo que desconoce. En cuanto a la poesía lírica, escribíó piezas acerca del amor y el desengaño.
Gustavo Adolfo Bécquer:
se trata del mayor representante de la poesía lírica posromántica en España, sus composiciones sirvieron de modelo a autores posteriores, su estilo se vería influenciado por Heinrich Heine, poeta alemán. Las composiciones poéticas de Bécquer están recogidas en su obra Rimas: rimas i-xi: el tema de estos poemas es la reflexión sobre la creación poética y sus motivos básicos. Rimas xii-xxix: el principal tema es un amor ilusionado y apasionado que aparece junto al de la belleza femenina. Rimas xxx-li: el amor sigue siendo el tema fundamental, pero en estas rimas se presenta un amor desengañado, poetizado con melancolía y en ocasiones con ira. Rima lii en adelante: están presentes otros temas ROMánticos como la angustia, la desesperanza, el dolor de la existencia, el olvido, la soledad y la muerte. El estilo de Bécquer es de sencilla apariencia formal, prescinde de la ornamentación y logra un ritmo de original musicalidad y sugerencia. El autor utiliza sobre todo versos heptasílabos y endecasílabos de ritmo muy marcado, y abundantes metáforas y comparaciones construidas a partir de elementos de la naturaleza.
Rosalía de Castro:
junto con Bécquer, constituye uno de los máximos exponentes de la lírica posromántica, caracterizada por el intimismo y la melancolía. Las 3 obras principales son: – cantares galegos: escrito en gallego, en ella aparece la añoranza de la tierra natal lejana, además de la crítica por la situación de muchos de sus paisanos. – follas novas: poemario compuesto también en gallego en el que el paisaje de su tierra se convierte en un escenario para versos que expresan el dolor y desengaño vital. – en las orillas del Sar: obra escrita en castellano en el que Rosalía continúa con un tono melancólico y pesimista, poetizando el paso del tiempo, las ilusiones perdidas y la deseada muerte que libere del dolor de vivir. El estilo es la influencia del poeta alemán y la poesía popular, emplea un lenguaje emocionado e intimista, la constante presencia de los elementos de la naturaleza aporta a sus versos un tono de autenticidad, utiliza versos y estrofas hasta entonces poco usuales, como las estrofas polimétricas que combinan versos alejandrinos, decasílabos y pentasílabos.
Benito Pérez Galdós:
se trata de 1 de los principales autores del Realismo en España, y candidato al premio Nobel de Literatura en 1912, aunque escribíó algunas obras de teatro que tuvieron bastante éxito, debe su gran prestigio fundamentalmente a sus numerosas novelas. Sus obras las podemos dividir en dos grandes grupos: – episodios nacionales: son casi 50 novelas cortas, agrupadas en 5 series, que Galdós escribíó a lo largo de su vida, en ellas trata de novelar la historia del Siglo XIX español, desde la guerra de la independencia hasta la restauración de la monarquía borbónica. – novelas: se distinguen 3 etapas: – Novelas de la primera época: son relatos, varios de ellos auténticas novelas de tesis, en los que Galdós manifiesta su ideario político, para revelar sus ideas utiliza los juicios del narrador, su ironía y la aparición de personajes que representan la visión tradicionalista o la perspectiva liberal (doña perfecta). – Novelas contemporáneas: hay un cambio en los argumentos y en las técnicas narrativas respecto a las obras anteriores, que hace pensar en la influencia del Naturalismo, las novelas reflejan ahora con una crítica más imparcial la realidad urbana y sus diferentes clases sociales. (Fortunata y Jacinta). – novelas espiritualistas: el tono narrativo se hace menos frío y más espiritual, las obras se tiñen de valores como el amor o la caridad para aliviar los rigores de la marginalidad y la pobreza, son personajes humildes los que protagonizan los relatos(misericordia). Las carácterísticas de Benito son: – temas: la cuestión social es el asunto que más preocupa a Galdós, tratado con un tono más crítico y enfrentado a los valores más conservadores, pero que después es visto con pesimismo y con actitud más espiritual, dentro de estas preocupaciones sociales se incluyen los conflictos entre clases, la pobreza, la religión, etc. – personajes: destaca la habilidad para crear personajes que producen una intensa sensación de vida, van ganando en profundidad psicológica y en individualidad a partir de las primeras obras, los recursos que el novelista utiliza para adaptar de autenticidad a sus personajes son variados (Modos de hablar, pensamientos, sueños). – estilo: es carácterístico su ágil y expresivo manejo de la lengua y su capacidad para el humor y la ironía, a estos se les irá incorporando otros recursos estilísticos como el estilo indirecto libre, la estructura epistolar o el monólogo interior.