Alienación y Materialismo Histórico en el Pensamiento de Marx

Alienación en el Pensamiento de Marx

Alienación Religiosa

La superación de la religión es un objetivo clave en el pensamiento de Marx. Creía que el ser divino es el resultado de proyectar al infinito los atributos esenciales del hombre: Dios solo es el conjunto de las cualidades humanas, pero convertidas en infinitas. La religión aliena al hombre, ya que contempla su propia esencia en Dios como algo ajeno, que no le pertenece. Considera la religión como consecuencia de la situación de miseria y explotación del hombre. La religión está en estrecha relación con la organización social y política a la que justifica ideológicamente al proponer una liberación en el más allá, en el cielo. Su función es la de dormir las conciencias, detener la crítica y paralizar la acción revolucionaria (opio del pueblo). Hay que negar a Dios y afirmar la suficiencia y autonomía del hombre.

Alienación Política

La alienación política se define como la ruptura entre la sociedad civil y el Estado. Consiste en sustraer o negar al pueblo, voluntariamente o por la fuerza, el derecho a dirigir su propio destino político, es decir, su soberanía, con la consiguiente concentración de poder en esferas cada vez más restringidas. La ruptura entre la sociedad civil y el Estado se corresponde con la división de la sociedad en clases, donde una controla el aparato del Estado y la otra ve mermada su capacidad de decisión política.

Alienación Intelectual y Moral

La alienación intelectual y moral la padecen grandes capas de la población sometidas a la autoridad intelectual que ejercen algunas instituciones, que dirigen la conciencia de sus seguidores, decidiendo por ellos lo que es bueno o malo. Destacan las instituciones que hacen valer los intereses de la clase dominante en la sociedad.

La Noción de Ideología

La ideología es un conjunto de ideas y valores que existen en una sociedad en un momento dado. Para Marx significa el conjunto de ideas que deforman o presentan una imagen falseada de la realidad y de las condiciones en que se desarrolla la vida de los hombres. La ideología que predomina, para él, es la de la clase dominante. Esta elabora las teorías de la sociedad y del hombre para justificar sus intereses. Marx critica la ideología porque tiende a enmascarar la situación de alienación en que vive el hombre, como fruto de la propiedad privada y la existencia de clases sociales (capitalistas y proletarios). Esto desaparecerá cuando se instaure una sociedad comunista.

El Humanismo Moral de Marx

Marx manifiesta también una filosofía humanista. Primero, porque su fundamento último es de carácter ético y se cifra en la lucha contra la alienación del hombre; segundo, porque está contra la trascendencia religiosa y rechaza la existencia de un ser superior al hombre (crítica del materialismo de Feuerbach); y tercero, porque concibe al hombre como el auténtico sujeto de la historia, el que compone y conduce los acontecimientos.

Materialismo Histórico

Concepción Marxista del Materialismo

La teoría marxista de la realidad pretende ser una superación tanto del idealismo hegeliano como del materialismo de Feuerbach. Afirma la prioridad de la materia frente a la conciencia, el pensamiento o el espíritu. El mundo que nos rodea es así debido a una serie de cambios históricos. El concepto clave de la teoría marxista es el de praxis (actividad práctica): defiende una concepción de la materia activa, como producto de la praxis productora del ser humano. Esta concepción de la realidad la aplicó a la historia y a la economía, conociéndose tal doctrina como materialismo histórico, que consiste en interpretar la evolución de la sociedad humana mediante factores materiales. Para el marxismo, la historia consiste en la sucesión de los diferentes modos de producción que ha habido a lo largo de la historia. Las relaciones económicas son la base o infraestructura de la sociedad y todo lo demás son superestructuras. La infraestructura constituye la base real de la sociedad; está constituida por las relaciones de producción. La superestructura está condicionada por la estructura económica y comprende las ideologías o sistemas de representaciones, ideas y valores de la sociedad en un momento dado. La sociedad se basa sobre todo en condiciones materiales, económicas, ya que la economía representa la necesidad primaria de los individuos: su afán de vivir. Toda economía se fundamenta en el trabajo. Cuando no todos participen en esa producción, la sociedad será clasista, estará dividida en clases sociales: una, la explotadora, y otra, la explotada. Marx entiende que hay que llegar a una sociedad sin clases, en la que todos los miembros participen en la producción y en el disfrute de los bienes adquiridos de ésta, una sociedad comunista, que permita la plena realización del hombre.