Algunas de las novelas fundamentales del escritor y académico Antonio muñoz molina: el invierno en lisboa, beltenebros, o plenilunio. Su última obra, sefarad ha sido definida por el autor como “novela de novelas”

LA NARRATIVA DE LOS AÑOS 70 A  NUESTROS DÍAS


El ambiente en el que comenzó a desarrollarse la cultura española tras la muerte del general Franco (1975) permitíó un mejor conocimiento de la literatura española en Europa y de la literatura occidental en España. A ello contribuyó la desaparición de la censura, la recuperación de la obra de los escritores exiliados y un mayor conocimiento de la narrativa de otros países.

Los aspectos fundamentales de la narrativa de esta etapa son:

  • La mayoría de los autores se muestran contrarios al régimen franquista y comienzan a publicar entre 1968 y 1975.

  • Con la llegada de la democracia, la novela se hace más fácil y accesible, de manera que se comienza a popularizar como el género más importante del final del Siglo XX.

  • Gran parte de los autores vuelven a la narración tradicional, al estilo de los autores realistas del Siglo XIX o de los escritores de la generación del 98.

  • Se comienza a publicar con la finalidad de vender gran cantidad de obras.

  • En los últimos años han crecido el número de publicaciones a causa de la gran cantidad de premios literarios que existen y del comercio que las editoriales han incrustado mediante cadenas de distribución como Círculo de Lectores o La Casa del Libro.

En definitiva, dos son los aspectos más significativos de la novela española en los últimos treinta años:

  1. El carácter aglutinador: acoge prácticamente todas las tendencias, modalidades, discursos, temas, experiencias y preocupaciones personales.

  2. La individualidad
    : cada novelista elegirá la orientación que le resulte más adecuada para encontrar un estilo propio con el que expresar su mundo personal y su particular visión de la realidad.

De modo que puede decirse que en las últimas décadas conviven:

  1. Novelistas importantes de toda la posguerra: Delibes, Cela y Torrente Ballester, sobre todo.

  2. Algunos novelistas de la Generación del 50: Juan Goytisolo, Juan Marsé, Carmen Martín Gaite, etc.

  3. Los novelistas de la generación del 75: en los setenta hay autores que siguen cultivando la novela experimental e intelectual quetienen su origen en la obra “Tiempo de silencio” de Luis Martín Santos. Suelen prestar más atención a la forma que al contenido, ya que el argumento llega casi a desaparecer. Abundan las historias fragmentadas y los monólogos interiores. Están dirigidos a un lector inteligente y culto. Es la llamada generación del 75 o de Mayo del 68, cuyos representantes son Eduardo Mendoza, Félix de Azúa, Soledad Puértolas, entre otros.

Eduardo Mendoza publicó en 1975 “La verdad sobre el caso Savolta”, una novela policíaca que puede considerarse el punto de partida de la narrativa actual. En obras posteriores, Mendoza ha mostrado su capacidad paródica: “Sin noticias de Gurb”, “El laberinto de las aceitunas” y “El misterio de la cripta embrujada” subvierten de forma irónica los tópicos de tres géneros consagrados: novela de misterio, negra o policíaca y de ciencia ficción. “La ciudad de los prodigios” recrea la evolución histórica y social de la ciudad de Barcelona en el período de 1888 a 1929.

  1. Nuevos escritores dados a conocer ya después del franquismo: Julio Llamazares, Javier Marías, Rosa Montero, Antonio Muñoz Molina, etc.

  • Las novelas y cuentos de Javier Marías se distinguen por la presencia de una serie de temas obsesivos, como el misterio de la identidad personal y la reflexión sobre el tiempo. Su estilo, muy elaborado, posee una rara capacidad envolvente, que difumina la realidad. Entre sus obras destacan “Todas las almas”, “Corazón tan blanco” y “Mañana en la batalla piensa en mí”.

  • En la narrativa de Antonio Muñoz Molina se conjugan de forma armónica el rigor en la construcción del relato y la preocupación por elaborar un argumento atractivo para el lector. Sobresalen “El invierno en Lisboa”, novela de intriga, “El jinete polaco”, evocación autobiográfica, “Plenilunio”, novela policíaca, y “Sefarad”.

Por otra parte, en la actualidad se observa, además de esta tendencia de Realismo renovado, una gran libertad y diversidad de tendencias. Las tendencias más relevantes son:

  • Novela policíaca y de intriga: entre sus cultivadores destaca Manuel Vázquez Montalbán, autor de una serie protagonizada por el detective privado Pepe Carvalho. También destaca Antonio Muñoz Molina, autor de novelas como “Beltenebros” o de “Sefarad”, su última obra definida como “novela de novelas” que supone la recuperación de historias de destierros y desarraigos acontecidos durante el Siglo XX.

  • Novela histórica: se pueden citar “El oro de los sueños” de José María Merino, “El hereje” de Miguel Delibes, así como la saga del capitán Alatriste de Arturo Pérez-Reverté, ambientada en el Siglo de Oro. Son frecuentes las novelas históricas contextualizadas en épocas recientes, sobre todo en la Guerra Civil, como “La voz dormida” de Dulce Chacón o los relatos breves que componen “Los girasoles ciegos” de Alberto Méndez.

“Los girasoles ciegos” es un libro de cuentos articulado a lo largo de cuatro historia (cuatro derrotas) que transcurren en el período de posguerra de 1936 a 1942, y que siendo totalmente independientes están hábilmente entrelazadas entre sí. Sus personajes son seres vencidos.

  • Novela de reflexión íntima: se centra en la búsqueda personal y la reflexión sobre la propia existencia. Destaca “La lluvia amarilla” de Julio Llamazares.

  • Novela de la memoria y del testimonio: la memoria de una generación y el compromiso son los temas básicos de esta corriente, en la que se encuadran novelistas como Rosa Montero con “Te trataré como a una reina” que defiende la condición la condición femenina, y la producción.

  • Novela culturalista: se ocupa de analizar y explicar diferentes aspectos de la cultura occidental desde unas posturas bastante eruditas. Destaca Juan Manuel de Prada con “Las máscaras del héroe” o “La tempestad”.

  • Otras tendencias: en los autores más jóvenes otra tendencia destacable es la de hacer una novela que trata de los problemas de la juventud urbana con una estética muy cercana a la contracultura. Destacan “Historia del Kronen” de José Ángel Mañas.

En resumen, puede decirse que existe un marcado individualismo de los autores, quienes ya no forman grupos porque no existe una tendencia clara que los aglutine. Ante los problemas colectivos manifiestan una mirada distanciadora y un tono humorístico o de amargo cinismo. Las preocupaciones existenciales, los problemas en la realización de la propia personalidad siguen siendo los motivos que prevalecen, como la soledad, la dificultad de las relaciones interpersonales, la intimidad, el amor, el erotismo o la muerte.