Etapa inicial: Teatro existencialista y antibelicista
Escuadra hacia la muerte (1953)
Rechaza el teatro de los primeros años de posguerra y apuesta por un teatro existencialista. Su obra más importante es Escuadra hacia la muerte (1953), un drama revolucionario en dos actos. Fue retirada y prohibida tras su tercera representación. Narra el destino de una escuadra —cinco soldados y un cabo— castigada en una tercera guerra mundial. Los soldados, después de matar al cabo, sienten angustia y soledad. El decorado es siempre el mismo (un refugio de montaña), excepto una corta salida al exterior y una escena entre árboles. Puede entenderse como una tragedia antibelicista; también como una reflexión sobre cómo asumir el peso de la libertad y de los propios actos.
Etapa de evolución: Teatro social y conciencia pública
La mordaza (1954) y Guillermo Tell tiene los ojos tristes (1955)
Entiende el teatro como un arte social desde el que trata de despertar la conciencia del público. Destaca La mordaza (1954), protagonizada por un padre que tiene atemorizada a su familia. Isaías Krappo, un déspota, asesina a quien fue víctima suya de la guerra civil. Su familia lo sabe, pero solo su nuera rompe el silencio, compuesta de miedo. Isaías muere en prisión y sus hijos reconocen el alivio que supone esto. También importante en esta etapa es Guillermo Tell tiene los ojos tristes (1955). Es la historia de este personaje, fracasado por el sacrificio de su propio hijo. La obra fue criticada y prohibida por problemas políticos, pero marca una nueva dirección.
Etapa de madurez: Fusión de estilos y humor negro
La taberna fantástica (1966) y La sangre y la ceniza
Se trata de una fusión entre la tragedia aristotélica, la bretchtiana y el esperpento. En estas obras hay un humor negro que permite al lector un distanciamiento de los personajes y de las historias. La obra más importante de este periodo es La taberna fantástica (1966), donde denuncia el abandono social en el que viven los jóvenes de las afueras de Madrid. Con esta obra entramos en el mundo de la marginalidad: al morir la madre de “el Rojo”, él y otros visitan la taberna de Luis, cuentan sus trapos sucios y calientan los ánimos. La desestructuración social de los personajes es absoluta y el lenguaje la reproduce muy bien, con sus jergas. Es la denuncia magistral de un sistema injusto. La sangre y la ceniza trata sobre el proceso inquisitorial sufrido por Miguel Servet, condenado a la hoguera al no renegar de su descubrimiento de la doble circulación de la sangre.
Última etapa: Reelaboraciones clásicas y dramas de decadencia
La tragicomedia fantástica de la gitana Celestina (1978) y El viaje infinito de Sancho Panza (1984)
Destacamos dos obras que son reelaboraciones particulares de dos obras clásicas de la literatura española: En 1978 termina La tragicomedia fantástica de la gitana Celestina, adaptación de la obra de Fernando de Rojas; y en 1984 publica El viaje infinito de Sancho Panza, basada en las dos partes de Don Quijote. A mediados de la década de los ochenta, Sastre comienza a escribir dramas protagonizados por héroes en proceso de decadencia, en los que extrema la libertad en la construcción dramática y la abundancia de elementos mágicos y fantásticos.
Influencias y características del teatro de Sastre
- La oposición ideológica frente al Estado de Franco y la propagación de un teatro de crítica social.
- La oposición al teatro comercial y la difusión de un teatro popular, basado en la autofinanciación, para un nuevo público, generalmente clases trabajadoras.
- La búsqueda de posibilidades de expresión nuevas y de innovaciones estéticas, tomando en consideración influencias internacionales. Espectáculo más musical, plástico y visual que literario. Se pierde la primacía de la palabra y se potencian los elementos sonoros, visuales y de expresión corporal (gestos y movimientos).
- Incorporación de elementos carnavalescos (dragones, monigotes, gigantes y cabezudos, música, baile, pirotecnia, etc.).
- La búsqueda de lugares nuevos de representación, no convencionales, desvinculados del teatro (naves industriales, mercados, calles, canchas deportivas…).
- Participación activa del público. El deseo de llegar a públicos más amplios y de conseguir la participación de los espectadores, los llevó a apropiarse de técnicas propias de la farsa, la pantomima, el teatro de títeres, el circo o el cabaret.
Otras etapas de su obra
Etapa existencial
Reflexión sobre la condición humana. En Historia de una escalera (1949) los protagonistas son cuatro jóvenes, vecinos en el último piso de una vieja casa. La obra refleja un mundo gris en el que las frustraciones se repiten de generación en generación, tanto por el peso de la sociedad como por la debilidad personal. En 1950 escribe En la ardiente oscuridad, obra que plantea la lucha por la verdad y la libertad, a través del tema de la ceguera, simboliza el inconformismo humano ante las propias limitaciones.
Etapa social
Denuncia de la injusticia de la sociedad. Insiste más en las relaciones entre el individuo y su entorno. Inicia con Hoy es fiesta (1956), pieza de personajes colectivo en la que, indirectamente, se denuncia la miseria y la opresión. En El concierto de San Ovidio (1962) se ataca la explotación humana de un grupo de ciegos en el París de los años previos a la Revolución Francesa. En El tragaluz (1967) se contempla la época contemporánea del autor (con los resentimientos y odios de la posguerra). Destacan sus recursos escénicos novedosos: escenarios múltiples, saltos en el tiempo, efectos de luz.
Etapa de innovación
Sin abandonar sus preocupaciones ideológicas y éticas, busca una mayor renovación formal. Manifiesta una voluntad de no permanecer al margen de las innovaciones experimentales de los años 70. Aumentan los experimentos escénicos y siguen presentes los contenidos políticos. La novedad técnica más llamativa es lo que se ha denominado “efecto de inmersión”, que nos hace “ver” u “oír” las cosas tal y como las percibe algún personaje; así logra expresar lo escondido en la conciencia, las obsesiones e incluso los trastornos psíquicos. Destaca La fundación (1974), drama simbólico de dimensión universal y de múltiples matices que denuncia la tortura en las cárceles franquistas. Nos introduce en una celda de presos políticos, uno de los cuales cree hallarse en un centro de investigación hasta que comprende la situación real y comparte las angustias y esperanzas de los demás.