Ilusión trascendental: La ilusión trascendental se produce cuando se realiza una aplicación incorrecta de los conceptos puros o categorías. Kant en la “Analítica Trascendental” realizó un análisis del entendimiento que es una facultad activa de conocimiento en la que el sujeto elabora espontáneamente conceptos puros o categorías con el fin de coordinar el material caótico de la sensibilidad dado en el espacio y el tiempo (fenómeno). Estos conceptos puros o categorías sólo pueden usarse legítimamente aplicados al conocimiento del fenómeno, a lo dado en la experiencia. Cuando lo aplicamos más allá de la experiencia cometemos un uso ilegítimo de las categorías. Por ejemplo, cuando afirmamos que el alama o dios son sustancias que existen estamos aplicando las categorías de existencia y sustancia más allá de la experiencia y caemos en la Ilusión trascendental. Ahora bien, esta ilusión trascendental aunque es ilegítima y nos lleva a contradicciones es inmanente al propio funcionamiento de la razón, que en su afán de encontrar principios cada vez más generales que abarquen un mayor número de fenómenos y de juicios, traspasa los límites de la experiencia y aplica las categorías más allá de ella, generando así las tres ideas fundamentales de la razón: la idea de alma, la idea del mundo como totalidad y la idea de Dios: -Idea de alma: idea que elabora la razón con el fin de sintetizar todos los juicios referidos a nuestra experiencia interna y todos los fenómenos de carácter psicológico. –Idea de mundo como totalidad: idea que elabora la razón con el fin de sintetizar todos los juicios referidos a nuestra experiencia externa y todos los fenómenos de carácter físico. –Idea de Dios: idea que elabora la razón como síntesis suprema de todos los juicios referidos a nuestra experiencia externa e interna y todos los fenómenos de carácter físico y psicológico. Kant señala que “las ideas trascendentales son tan naturales (a la razón) como las categorías lo son al entendimiento”. Estas ideas no tienen valor constitutivo, no constituyen conocimiento, pero si podemos pensar en ellas y si poseen un uso regulativo en un doble sentido. Por un lado, nos señalan el horizonte a alcanzar por nuestra razón: el encontrar principios cada vez más generales que abarquen mayor número de hechos y juicios pues es así como la ciencia avanza, siempre y cuando no trascendamos la experiencia. Por otro lado, nos señalan los límites que no debemos traspasar: aplicar las categorías más allá de la experiencia. Relación epistemológica: A continuación haremos una relación epistemológica de Kant con Platón, los racionalistas modernos, Aristóteles y los empiristas modernos clasificándolos en dos grupos. Por un lado los aprioristas e innatitas y por otro lados los empiristas. Los aprioristas e inasistas tienen en común la defensa de la existencia de elementos de conocimiento que no preceden de la experiencia. En este grupo encontramos a Kant (aprioristas) que defiende el conocimiento como una combinación entre materia precedente de la experiencia (las impresiones) y una serie de elementos s a priori, es decir, anterior e independiente de la experiencia y que los aporta el sujeto a al hora de conocer. Estos elementos a priori son: espacio y tiempo (son formas a priori de la sensibilidad coordenadas donde insertamos las impresiones) y los conceptos puros o categorías (son elementos a priori del entendimiento cuya función es coordinar y unificar el material caótico de la sensibilidad. Por ejemplo el concepto de existencia, causa, etc). Por último hay que precisar que estos elementos a priori no proceden de la experiencia pero necesitan de ella para entrar en funcionamiento. A parte de los aprioristas, encontramos a los innatistas y dentro de los innatistas a Platón y a los racionalistas modernos (Descartes, Leibniz y Spinoza). Como sabemos, Platón defendió la teoría de conocimiento por reminiscencia. Para Platón la educación consiste en recordar lo que en el alma ya está. El afirma que nuestra alma ha morado ya en el mundo inteligible y conoció, por tanto, la auténtica realidad, las Ideas. Pero al unirse al cuerpo (debido a una falta que Platón no especifica) olvida lo contemplado quedando únicamente una huella confusa y borrosa. Entonces al observar las cosas del MS que son copias de las Ideas y participan de ellas nos sirve como “ocasión para el recuerdo”. Platón señala también que el maestro juega un papel importante en la labor de recordar pues realizando preguntas adecuadamente ayuda a despertar ese recuerdo. Por tanto, Platón defiende que hay un conocimiento anterior a la experiencia, un conocimiento innato. Por parte de los racionalitas modernos, como por ejemplo Descartes, defienden la existencia de unas ideas innatas que constituyen los principios fundamentales del conocimiento como por ejemplo las idea de Dios. Frente a este grupo se encuentran los autores empiristas (Aristóteles y los empiristas modernos: Hume, J Locke y Berkeley). Estos autores defienden que todo nuestro conocimiento comienza y procede de la experiencia. Por ejemplo, Aristóteles al afirmar que “nada hay en el entendimiento que no haya estado antes en la experiencia” y Hume con el principio empirista que defendía que toda idea viene precedida de una impresión y por tanto, todo nuestro conocimiento procede de la experiencia tanto interna como externa. Así, por ejemplo, un ciego de nacimiento no puede tener idea o conocimiento de los colores pues no ha tenido impresión.