Introducción a la obra
Este fragmento pertenece a la primera novela de Carmen Martín Gaite, Entre visillos, con la que inicia su producción literaria. Esta etapa está dominada por el neorrealismo y el objetivismo con que muestra el contexto circundante a través de un narrador testigo. Sin emitir juicios ni denuncias, el narrador presenta la realidad tal como la ve. A esta etapa pertenecen también Ritmo Lento y las colecciones de relatos El Balneario y Las ataduras.
Las hermanas Ruiz-Guiliarte
Mercedes, Julia y la protagonista, Tali, constituyen las hermanas Ruiz-Guiliarte. Mercedes, la mayor, es considerada una solterona en su círculo social. Teme su soltería y a las jóvenes, como se lee en este fragmento: “–No, y que hay demasiadas niñas, y muchas de fuera. –Pero sobre todo las nuevas, que vienen pegando, no te dejan un chico”. Reconoce su edad: “Sabía que Isabel podía estar calculando los años de ellas”. Su carácter huraño la hace sentir objeto de burla, aunque se ilusiona ante cualquier posibilidad de relación.
Julia, de veintisiete años, comparte con Tali el deseo de abandonar la vida provinciana. En su caso, busca hacerlo a través del matrimonio con Miguel, un personaje casi ausente en la novela, que no cumple con las expectativas familiares ni encaja en el modelo masculino de la época. Tali y Julia se apoyan mutuamente: “–Tiempo tiene. Dejarla –dijo Julia, y Tali la miró con agradecimiento–”.
Tali, la menor, se resiste a la vida social propia de su edad, mostrando un mundo interior rico. Es una excelente estudiante que proyecta una vida académica inusual para las jóvenes de su tiempo.
Reproducción del lenguaje oral
Uno de los elementos más destacados de la narrativa de Martín Gaite, especialmente en esta novela, es la reproducción del lenguaje oral. El fragmento transcribe un estilo directo, reconocible por el uso de la raya, que incorpora extranjerismos (“tan ful”), elementos sobrentendidos (“pero no sé”), apodos (“La niña del wolfram, la duquesa de Rockefeller”), interrogativas retóricas (“¿para qué decir más?”), coloquialismos (“tufo”, “vienen pegando”), deícticos (“–A ésta la pondréis”), muletillas (“Hija, Tali”, “Bueno”) y enunciados inacabados (“Precisamente…”).
Contexto literario: La generación del medio siglo
Carmen Martín Gaite pertenece a la generación del medio siglo, también llamada niños de la guerra por Josefina Aldecoa. Sus características principales son:
- Nacidos entre 1925 y 1935, la guerra marcó su infancia. Se formaron en la universidad española de los cincuenta, con gran interés por las novedades extranjeras. La influencia del existencialismo se aprecia en novelas como Nada, de Carmen Laforet, y en escenas de Entre visillos.
- Búsqueda de un modelo narrativo basado en el realismo objetivista.
- Algunos autores cultivaron una literatura de compromiso social.
- En poesía, se desarrolló una poesía social (Otero, Celaya) y otra vinculada a la vanguardia, el postismo (Cirlot, Gloria Fuertes, Ory).
- En el teatro, principalmente comercial, surgió un debate entre el teatro de denuncia social y el teatro posibilista.
Ubicación del fragmento dentro de la novela
El fragmento, narrado por Natalia en primera persona, se sitúa en uno de los capítulos narrados por ella (1, 13 o 16). La presencia de Alicia lo ubica en la segunda parte de la obra. La amistad entre Tali y Alicia ha progresado, pero la intolerancia de la tía Concha hacia esta amistad y la distancia entre Natalia y Alicia sitúan la escena casi al final, probablemente en el capítulo dieciséis. La pedida de Gertru, en el capítulo siguiente, evidencia la distancia entre Natalia y ella. Julia se irá a Madrid, y el profesor Pablo Klein abandona la ciudad sin aclarar su regreso. Natalia, aunque ve su futuro académico más cerca, se siente cada vez más sola.
Punto de vista narrativo
El fragmento está narrado en primera persona por Natalia, un narrador intradiegético interno (reconocible en los pronombres y verbos en primera persona: “Yo he pensado”, y en el uso de la segunda persona con valor indefinido y coloquial: “te convence”). Natalia escribe un diario, aunque Alicia lo cuestiona: “Le pregunté que por qué no hacía ella diario y dijo que no me enfadara, pero que le parecía cosa de gente desocupada”. La voz de Natalia cobra importancia en la segunda parte, cuando el lector ya conoce el panorama de la juventud provinciana de los cincuenta. Su punto de vista cuestiona los roles sociales a través de la reflexión en su diario. Esta subjetivación de la escritura memorialista rompe con el realismo objetivo de su generación. Además, la escritura del yo en diarios da voz a las mujeres en una sociedad que las silencia.
Comparación con “Historia de una escalera”
La literatura de posguerra (1940-mediados de los cincuenta) se caracteriza por el exilio de autores afines a la República, que publicaron en Latinoamérica o universidades estadounidenses, y por la depuración o encumbramiento de los intelectuales que permanecieron en España. Esto resultó en una literatura gris, elocuente en sus silencios, o en una exaltación épica del régimen. Historia de una escalera y Entre visillos comparten la poética del silencio. Sus autores, alejados del discurso político dominante, presentan una visión ácida de la sociedad a través de diálogos costumbristas, cuyos silencios debe interpretar el lector. Se insinúan las condiciones de vida de personajes anodinos, sin expectativas de cambio. Ambas obras, premiadas, abrieron las puertas del campo literario a Vallejo y Martín Gaite, figuras singulares: un preso político y una mujer.
Importancia de la narrativa de Martín Gaite
A lo largo de la novela, Natalia se reprocha su incapacidad para expresar sus pensamientos y deseos: no logra conversar con el profesor Klein, ni decirle a su padre lo que piensa de su familia, ni confesarle a Alicia su fascinación por el profesor. Su falta de empatía con Gertru y la distancia social con Alicia le impiden encontrar un interlocutor para el discurso de su diario. Es el lector quien llena los silencios de Natalia. La búsqueda de interlocutor se convertirá en un tema recurrente en la obra de Martín Gaite, como en Retahílas, Nubosidad variable y el ensayo La búsqueda de interlocutor.