Aristóteles y Kant: Contrastes Filosóficos en Epistemología y Ética

La Metáfora de la Revolución Copernicana en la Ciencia

La metáfora que identifica el **proceder racional** que ha caracterizado siempre a toda ciencia en formación. Consiste en **localizar el papel activo del sujeto observador** y partir de sus **anticipaciones**, **hipótesis**, esbozos y experimentos para atenerse a ellos de manera coherente y exigir a la naturaleza que responda verificando o falsando estas previsiones.

La **revolución copernicana** es, entonces, el poner al **sujeto cognoscente** en el **centro epistemológico**. Del objeto como centro, se pasa al sujeto. El sujeto cognoscente da forma al objeto de su conocimiento. El sujeto pone a través de su **razón teórica** (**fenoménica**) las **formas** que le posibilitan conocer. De aquí procede el **formalismo kantiano**.

Contexto Histórico de Kant

Immanuel Kant (1724-1804) vivió en una época de profundos cambios intelectuales y políticos en Europa. Su vida transcurrió durante el **Siglo de la Ilustración**, un movimiento que promovía la **razón**, la **ciencia** y la **autonomía del pensamiento** frente a la tradición y la autoridad. Alemania, en ese momento, estaba dividida en numerosos estados bajo el Sacro Imperio Romano Germánico, y la ciudad natal de Kant, Königsberg, pertenecía al Reino de Prusia, una de las potencias emergentes de Europa.

El pensamiento de Kant estuvo influenciado por las disputas filosóficas entre el **racionalismo** (Descartes, Leibniz) y el **empirismo** (Locke, Hume). En este contexto, Kant desarrolló su **filosofía crítica**, sintetizando ambas corrientes y estableciendo las bases del **idealismo trascendental**, expresado en su obra más influyente, Crítica de la razón pura (1781).

Además, su **filosofía ética**, expuesta en la Crítica de la razón práctica (1788), reflejó los ideales ilustrados de **libertad**, **autonomía** y **moral universal**, influyendo en el pensamiento político que desembocaría en la Revolución Francesa (1789) y en el concepto moderno de **derechos humanos**. Su obra dejó una huella profunda en la filosofía y en la concepción moderna del **conocimiento**, la **moral** y la **metafísica**.

Epistemología: Aristóteles vs. Kant

Aristóteles y Kant representan dos enfoques radicalmente distintos sobre cómo conocemos la realidad.

Aristóteles: Realismo Ingenuo

Aristóteles defiende un **realismo ingenuo**, donde el sujeto capta la realidad directamente, sin mediaciones complejas. Para él, la realidad se presenta de manera clara y completa, y el conocimiento consiste en captar la **esencia** de las cosas. Además, Aristóteles introduce la idea de **causas y fines teleológicos**: todo en la naturaleza tiene una causa interna y un fin. Por ejemplo, un árbol crece porque es su naturaleza y su fin es convertirse en un árbol maduro. Esto se aplica también al conocimiento: el ser humano conoce porque es su naturaleza racional alcanzar la verdad. Aristóteles identifica 10 **categorías** que describen los modos de ser, siendo la **sustancia** la principal (lo que existe por sí mismo), mientras que las demás (**cantidad**, **cualidad**, **relación**, etc.) son **accidentes** que dependen de la sustancia. Estas categorías son modos de clasificar la realidad, no estructuras mentales.

Kant: Idealismo Trascendental

En cambio, Kant propone un **idealismo trascendental**, donde el conocimiento no es una captación directa de la realidad, sino que está mediado por **estructuras a priori** (innatas) del sujeto. Estas estructuras, como el **espacio** y el **tiempo** en la sensibilidad, y las **categorías del entendimiento** (**causalidad**, **sustancia**, etc.), son condiciones necesarias para que la experiencia sea posible. Kant distingue entre el **fenómeno** (la realidad tal como la percibimos, mediada por nuestras estructuras a priori) y el **noúmeno** (la realidad en sí, que es incognoscible). El ser humano solo puede conocer el fenómeno, no la **cosa en sí**. Además, Kant transforma las categorías de Aristóteles en **12 conceptos puros del entendimiento**, que no describen la realidad en sí, sino que son herramientas mentales que organizan la experiencia sensorial.

Ética: Aristóteles vs. Kant

La ética de Aristóteles y la de Kant representan dos visiones opuestas sobre la moralidad.

Aristóteles: Ética Material y Felicidad

Aristóteles propone una **ética material**, centrada en un fin último concreto: la **felicidad** (eudaimonía). Para él, la felicidad se alcanza al realizar nuestra **naturaleza racional**, cultivando **virtudes** que representan un equilibrio entre extremos, como el **valor** entre la cobardía y la temeridad. Su ética es **heterónoma**, ya que las normas morales derivan de la naturaleza humana y su fin último, no de la voluntad individual. Además, se guía por **imperativos hipotéticos**, es decir, acciones condicionadas por un objetivo: “si quieres ser feliz, actúa de tal manera”.

Kant: Ética Formal y Deber

En cambio, Kant construye una **ética formal**, que no prescribe fines concretos, sino que se centra en la forma de la acción moral. Lo importante no es lo que se hace, sino cómo se hace: actuar **por deber**. Kant introduce el **imperativo categórico**, un principio universal que exige actuar de modo que nuestra acción pueda ser una **ley universal**. Su ética es **autónoma**, pues el individuo se da a sí mismo sus propias leyes morales mediante la **razón**, sin depender de fines externos como la felicidad. Para Kant, una acción tiene **valor moral** solo si se realiza por deber, no por inclinación o interés personal.

Conclusión sobre la Ética

En resumen, mientras Aristóteles busca la felicidad mediante virtudes y fines naturales, Kant prioriza la autonomía y el deber, independientemente de los resultados. Dos enfoques que reflejan dos maneras distintas de entender la moralidad.