Nietzsche: Crítica a la Cultura Occidental
La obra de Nietzsche abarca títulos fundamentales como:
- El origen de la tragedia
- Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie
- Más allá del bien y del mal
- La genealogía de la moral
- Crepúsculo de los ídolos
- El Anticristo
- Ecce Homo
- La voluntad de poder
Su filosofía se caracteriza por una descalificación de la cultura occidental en su conjunto. Ataca a la metafísica, la religión, la moral, el arte, la ciencia, la política, el sistema educativo, el papel que desempeña la mujer, y la multitud de intelectuales de épocas pasadas y de su tiempo a los que considera responsables del camino seguido.
Es la filosofía del martillo; su filosofía pretende golpear y derribar los conceptos y construcciones culturales occidentales con el fin de mostrar su vaciedad y de dar un nuevo enfoque al proyecto creador de la existencia. Aplica martillazos a la metafísica, la moral y la religión judeocristiana. Esto adquiere forma de una transmutación de valores. Para referirse a esta pérdida de aquellos antiguos valores clásicos utiliza el término decadencia.
Crítica a la Metafísica
Nietzsche muestra admiración por los filósofos presocráticos, quienes miraban el mundo tal como aparece, con razón y pasión. Esta admiración da paso a la crítica que se inicia con el análisis de Sócrates en la constitución de la filosofía occidental. La ecuación socrática razón (saber) = virtud = felicidad le parece extravagante y contraria a la vida; para él, la felicidad es equivalente al instinto en una vida de plenitud. Sócrates destruyó el equilibrio entre lo apolíneo y lo dionisíaco, siendo el máximo responsable de la degradación en la civilización.
El ataque a la metafísica continúa con Platón, a quien considera responsable de la decadencia del pensamiento griego. Ambos, Sócrates y Platón, sufren y se evaden inventando un mundo maravilloso en el que no se sufre y se es feliz: el mundo de la metafísica. El hombre inventa la metafísica para huir de la caducidad y darle un significado a su existencia.
Nietzsche se aferra al mundo terrenal; la verdad es lo que parece, no hay otra realidad. La metafísica es una falsificación de las cosas. Propone la inversión en la ontología: la apariencia es lo real, lo que hasta ahora se había creído verdadero no es más que fantasía e invención platónica.
Su crítica a la metafísica se resume en varios puntos:
- Niega la validez del concepto para conocer la realidad.
- Critica la matematización de la realidad.
- Niega todo valor a la verdad en sí.
- Considera que no hay puros hechos, que todo hecho es siempre fruto de una interpretación.
- Critica la usurpación de la ciencia por el Estado.
- Niega valor a la noción científica de progreso.
Crítica a la Moral
El principal error de la moral tradicional es la antinaturalidad, ir en contra de la naturaleza, contra la vida. La base filosófica es el platonismo y su teoría de los dos mundos: el mundo de las Ideas sirve de más allá para los cristianos, acabó convirtiéndose en la metafísica cristiana.
Nietzsche distingue dos formas de ser, dos tipos de moral:
Moral de Señores
Nace de los espíritus elevados. Es una moral caballeresca, creadora, que implanta valores y por eso es activa, propia del superhombre. Ama la muerte de Dios, la vida, el poder, la grandeza, el placer, y defiende que es bueno todo lo que ennoblece la vida y malo lo que la degrada. El señor es arrogante y altivo, se cree superior al resto, se siente dominador y mantiene el control pleno sobre la vida. El héroe y el guerrero son los prototipos morales. Es el grupo que desprecia al resto de los humanos.
Moral de Esclavos
Nace del miedo. Es la inversión de los valores que nace con el judaísmo y hereda el cristianismo; exalta el dolor, la pequeñez, la humildad, la amabilidad, la compasión, la resignación, la paciencia… No crea estos valores, sino que los encuentra ante sí y es por eso pasiva. No es una moral de acción, sino de reacción y de resentimiento. Bueno es equivalente a pobre, necesitado, impotente, enfermo, feo. Tiene un instinto de venganza contra toda forma de vida superior, pretende la igualdad de todos los hombres. Es propia de la masa, del rebaño. No hay aspiraciones por encima de la muchedumbre, defiende la igualdad y la jerarquía invertida, es la moral de la democracia, de la mediocridad que se mueve por el instinto de venganza. El esclavo es un resentido, eleva a virtudes sus flaquezas. Ensalza la vida pobre y de renuncia, la solidaridad con los pobres y enfermos. La fuerza del esclavo radica en la reunión del rebaño. Todos tienen el mismo enemigo: el fuerte y poderoso, las élites, la vida ascendente.
Se observa un creciente ascenso de los valores de los débiles frente a los fuertes, impulsado por el resentimiento de la moral de esclavos.
Crítica a la Religión
Nietzsche defiende el ateísmo. Rechaza las religiones, considera que se originaron a partir del miedo y de las angustias humanas. El cristianismo es, para él, el extravío más fuerte de los instintos y fomenta los valores mezquinos, destruyendo los valores fundamentales.
Las religiones han inventado el pecado, la culpa y el castigo. La superación de esto solo la puede llevar a cabo el superhombre. La muerte de Dios significa una crítica radical a la religión, a la moral y a la metafísica, una liberación de un gran peso que abruma al hombre. Implica la secularización de la cultura, la sustitución de Dios como sentido del mundo. No hay lugar para Dios en la cultura moderna.
Tras la desaparición de Dios, el mundo adquiere un nuevo centro de interés: el amor a la tierra para que pueda nacer el superhombre.