La Constitución de 1931 y las Reformas del Bienio Progresista en España

Constitución de 1931: Fundamentos y Características

Las elecciones del 28 de junio de 1931 dieron la victoria a la coalición republicano-socialista. Una Comisión Constitucional, nombrada por las Cortes, elaboró el proyecto de Constitución, de carácter democrático y progresista, que fue aprobado en diciembre de 1931.

Principales Características e Influencias

La Constitución de 1931 se enmarca en el constitucionalismo europeo del período de entreguerras. Sus principales características son:

  • Influencias Europeas: Es evidente la impronta de la Constitución alemana de Weimar en el diseño del sistema parlamentario y la de la Constitución de Austria de la época en lo que atañe a la formación de la justicia constitucional.
  • Influencia Mexicana: Refleja también otras influencias como la mexicana, ya que constitucionaliza los llamados derechos fundamentales de la tercera generación o derechos sociales y económicos.
  • Estructura de Poder: Establecía un poder Ejecutivo dualista, propio de un sistema parlamentario, y unas Cortes unicamerales.
  • Modelo de Estado: Configuraba un modelo de Estado regional, descentralizado (denominado “Estado integral”), compatible con la autonomía de los municipios y las regiones. Se pretendió superar los conceptos tanto unitarios como federales. La ausencia de una Cámara Alta o Senado es característica de este modelo, a diferencia de estructuras federales o cuasi federales.
  • Extensión: Es un texto de extensión media, ya que consta de 125 artículos, agrupados en nueve títulos, más uno preliminar.
  • Definición de España: El artículo primero define España como una “República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia”.

Principios Políticos Fundamentales

Los principios políticos que inspiran la Constitución de 1931 son:

  • Democracia: Proclamación de la soberanía popular, consagrada en el sufragio universal (incluyendo por primera vez el voto femenino en igualdad), formas de democracia directa e instituciones representativas. Se plasma también en una amplia declaración de derechos (civiles, políticos, sociales y económicos) y en la división e interrelación de los poderes del Estado. Se establece un sistema de garantías de todos los derechos que culmina en el Tribunal de Garantías Constitucionales.
  • Regionalismo: Reconocimiento de la autonomía regional dentro de un “Estado integral”.
  • Laicismo: Separación Iglesia-Estado y libertad de conciencia.
  • Economía Social: Inclusión de derechos sociales y económicos.

Estructura de Poderes

En lo que a la distribución de los poderes se refiere, los constituyentes de 1931 fortalecieron al Parlamento (Cortes unicamerales) frente al Ejecutivo y a la Jefatura del Estado.

  • Cortes: Elegidas por sufragio universal igual, libre, directo y secreto. Ostentan la potestad legislativa, el control del Gobierno (moción de censura) y participan en el nombramiento del Presidente de la República junto con compromisarios elegidos por los ciudadanos.
  • Presidente de la República: Tiene conferidas atribuciones muy relevantes: nombra al Jefe del Gobierno y a los ministros (a propuesta de este), dispone de la facultad de disolución del Parlamento y tiene importantes competencias en el proceso de aprobación de las leyes.

Laicismo y Cuestión Religiosa

La Constitución afirma que el Estado no tiene religión oficial, proclamando la abstención de los poderes públicos en el orden religioso, en contraposición con las constituciones anteriores que habían proclamado la unidad religiosa.

  • El artículo 27 establece la libertad de conciencia y de culto.
  • Resultó especialmente polémico el artículo 26, que suprimía todo apoyo económico estatal a la Iglesia Católica y a las órdenes religiosas. Estas pasaban a tener la condición de asociaciones y se les prohibía el ejercicio de la enseñanza.

Recepción y Legado

La Constitución de 1931 ha sido una de las más polémicas de la historia de España. Mientras que para unos fue la más terminante y rigurosa expresión del realismo español, para otros representó un modelo teórico y doctrinal que no tomó suficientemente en cuenta a la sociedad de su época.

El Bienio Reformista (1931-1933): Un Programa de Modernización

Aprobada la Constitución, se decidió la continuidad de las Cortes, convertidas ahora en ordinarias. Se eligió a Niceto Alcalá Zamora como presidente de la República y a Manuel Azaña como presidente del Gobierno. El nuevo Gobierno, constituido por los partidos republicanos de izquierdas y socialistas, planteó un ambicioso programa de reformas cuyo objetivo era democratizar y modernizar el país.

La Cuestión Religiosa y la Secularización

En aras de limitar la influencia de la Iglesia y secularizar la sociedad, se aplicaron los preceptos constitucionales:

  • Establecimiento de la no confesionalidad del Estado.
  • Libertad de cultos.
  • Supresión del presupuesto de la Iglesia.
  • Se permitieron el divorcio y el matrimonio civil.
  • Se secularizaron los cementerios.
  • Para acabar con el control que las órdenes religiosas ejercían en la educación, el gobierno prohibió que se dedicasen a la enseñanza.

La Modernización del Ejército

Se abordó la reforma de una institución considerada anticuada, sobredimensionada, con excesivo número de oficiales y propensa a intervenir en la vida pública:

  • Ley de Retiro de la Oficialidad (1931): Establecía que todos los oficiales en activo debían prometer su adhesión a la República, pero se les daba la posibilidad de retirarse con el sueldo íntegro. Casi la mitad de la oficialidad aceptó la oferta.
  • Se cerró la Academia Militar de Zaragoza, considerada vivero de los sectores más golpistas del ejército.
  • Se creó la Guardia de Asalto, una fuerza de orden público fiel a la República.

La Reforma Agraria

Pretendió modernizar la agricultura, acabar con el latifundismo del centro y sur peninsular y mejorar las condiciones de los trabajadores del campo.

  • Se fijaron por decreto la jornada laboral de 8 horas en el campo y los salarios mínimos.
  • La Ley de Reforma Agraria permitía la expropiación sin indemnización de las tierras de una parte de la nobleza (los “Grandes de España”) y con indemnización de aquellas explotadas deficientemente, buscando el asentamiento de familias campesinas.
  • Los resultados iniciales fueron escasos: se expropiaron menos hectáreas y se asentaron menos campesinos de los previstos.
  • La aplicación de la ley aumentó la tensión social: los grandes propietarios se opusieron abiertamente, y los campesinos, al no ver cumplidas sus expectativas, se orientaron hacia posturas más revolucionarias (ocupación de tierras, incendios, reyertas con la Guardia Civil).

La Reforma del Estado Centralista y las Autonomías

Se abordó la configuración de un Estado que permitiera a las regiones con sentimientos nacionalistas tener una organización propia y acceder a la autonomía.

Cataluña

El 14 de abril de 1931, Francesc Macià, presidente de Esquerra Republicana, proclamó la República Catalana. Tras negociación con el Gobierno Provisional, se formó un gobierno autonómico que elaboró un Estatuto de Autonomía. En 1932 se aprobó en referéndum popular el Estatuto de Nuria: el nuevo régimen autonómico catalán contaba con un Gobierno autonómico, un Parlamento (Generalitat), y competencias en materia económica, social, educativa y cultural. Se reconoció la cooficialidad de la lengua catalana.

País Vasco

La aprobación del Estatuto de Estella se atrasó debido a que la oposición lo consideró en exceso confesional, poco democrático e incompatible con la Constitución. Finalmente fue aprobado en 1936, ya iniciada la Guerra Civil. José Antonio Aguirre, principal dirigente del PNV, fue elegido primer lehendakari.

Galicia

El proceso fue más lento. En 1936, se aprobó en referéndum un proyecto de estatuto, que nunca sería debatido en las Cortes españolas por el estallido de la Guerra Civil.

La Obra Educativa y Cultural

El objetivo primordial del Gobierno era promover una educación liberal y laica, centrada en la enseñanza primaria.

  • Se crearon 10.000 escuelas y 7.000 plazas para maestros.
  • El presupuesto de educación se incrementó en un 50%.
  • Se intentó acabar con la hegemonía de la enseñanza religiosa y se adoptó un modelo de escuela mixta, laica, obligatoria y gratuita.
  • Se promovieron campañas culturales para mejorar el nivel cultural de la población, como las Misiones Pedagógicas: grupos ambulantes de profesores e intelectuales que llevaban a las zonas rurales bibliotecas, conferencias, cines y grupos de teatro como La Barraca, organizado por Federico García Lorca.

Las Reformas Laborales

El socialista Francisco Largo Caballero, desde el Ministerio de Trabajo, inició una serie de reformas para mejorar las condiciones laborales:

  • Negociación colectiva.
  • Jurados mixtos para mediar en los conflictos.
  • Jornada laboral de 40 horas semanales.

Estas medidas irritaron a los empresarios, que se opusieron a su promulgación y consiguieron frenar algunos proyectos.