La España de la Restauración: Fraude Electoral, Crisis Colonial y el Desastre del 98

Pérez Galdós, B.: “Política española”. Antología de artículos, 1884.

Contexto Histórico

El texto pertenece a la Restauración Borbónica (1874-1923), un periodo en el que se restauró la monarquía con Alfonso XII y, posteriormente, Alfonso XIII. Durante esta etapa, el sistema político estuvo dominado por el sistema canovista, basado en la alternancia en el poder entre el Partido Conservador y el Partido Liberal. Aunque se presentaba como un modelo de estabilidad, esta se sustentaba en fraudes y manipulaciones electorales, como denuncia Benito Pérez Galdós en su artículo.

Análisis del Texto

Galdós expone cómo el sistema canovista se sostenía en la manipulación electoral, lo que generaba una gran desconfianza en la población y provocaba una alta abstención. Critica el sufragio censitario, que limitaba la participación, y denuncia prácticas fraudulentas como el pucherazo, que consistía en falsificar votos, y el caciquismo, que mediante presiones y favores aseguraba el triunfo del partido en el poder. También destaca que solo votaban aquellos que obtenían beneficios políticos, mientras que la mayoría de la población veía las elecciones con escepticismo. La falta de legitimidad del sistema queda reflejada en cómo los gobiernos siempre lograban mayorías ficticias gracias al control del Ministerio de Gobernación, con el respaldo de la Corona.

Importancia y Consecuencias

El artículo de Galdós es relevante porque pone de manifiesto las carencias democráticas del sistema canovista y el descontento que generaba en la sociedad. Aunque la Restauración consiguió cierta estabilidad al establecer el turno de partidos, esta era artificial, ya que se basaba en el fraude electoral y el dominio de las élites, lo que excluía a gran parte de la población. Esto provocó un creciente desencanto político y favoreció el auge de movimientos republicanos, socialistas y nacionalistas, que cuestionaban el régimen y reclamaban mayor participación. A pesar del sufragio universal masculino en 1890, la manipulación electoral continuó, impidiendo una verdadera democratización. La situación se agravó tras el Desastre del 98, que evidenció la debilidad del sistema, y con las crisis políticas y sociales de principios del siglo XX. La incapacidad del régimen para adaptarse a las demandas sociales llevó a su deterioro, hasta que, en 1923, el golpe de Estado de Primo de Rivera puso fin a la Restauración, iniciando una nueva etapa en la historia de España.


Escaños por grupo político en el Congreso de los Diputados

Contexto Histórico

La tabla corresponde a la etapa de la Restauración Borbónica (1874-1923), periodo en el que se reinstauró la monarquía en España con Alfonso XII y, más tarde, Alfonso XIII. Durante estos años, el sistema político estuvo dominado por el sistema canovista, basado en la alternancia en el poder de los Partidos Conservador y Liberal, según el mecanismo del turno pacífico. Este sistema, aunque aparentaba estabilidad, estaba basado en la manipulación electoral y la exclusión de amplios sectores de la población.

Análisis de los Datos

La tabla refleja cómo el sistema canovista garantizaba el dominio absoluto de los partidos dinásticos, asegurando su alternancia en el poder mediante el pucherazo (manipulación de votos) y el encasillado (designación previa de escaños). La hegemonía de los Conservadores y Liberales no se debía a una competencia electoral real, sino al fraude sistemático que impedía la representación de otros partidos. También muestra la falta de representatividad del sistema debido al sufragio censitario, que restringía el derecho al voto a una minoría adinerada. Esto explica la escasa presencia de partidos opositores, como los Republicanos, que, pese a ser la principal alternativa, se vieron limitados por la manipulación electoral. Otras fuerzas políticas, como carlistas e independientes, apenas tenían impacto fuera de ciertas regiones.

Importancia y Consecuencias

La tabla es importante porque permite analizar el funcionamiento del sistema electoral de la Restauración y sus consecuencias. Aunque el turno de partidos proporcionó estabilidad, esta fue artificial, ya que se basaba en la exclusión política y en mecanismos fraudulentos. Como resultado, el sistema generó una creciente desafección política, al no representar los intereses de la mayoría de la población. Esto favoreció el auge de movimientos republicanos, socialistas y nacionalistas, que desafiaron el régimen establecido. Además, el dominio de las élites tradicionales impidió reformas profundas que modernizaran el país, lo que contribuyó a su atraso económico y social. Aunque en 1890 se instauró el sufragio universal masculino, la manipulación electoral continuó, impidiendo una democratización real. La situación se agravó con el Desastre del 98, que debilitó aún más la legitimidad del sistema, y con las crisis políticas y sociales del siglo XX. La incapacidad del régimen para adaptarse a las nuevas demandas terminó por hundirlo, y en 1923, el golpe de Estado de Primo de Rivera puso fin a la Restauración, iniciando una nueva etapa en la historia de España.


E. Castelar. Discursos parlamentarios, 1881

Contexto Histórico

El texto pertenece a la etapa de la Restauración Borbónica (1874-1923), periodo en el que se restauró la monarquía con Alfonso XII y, más tarde, Alfonso XIII. Este sistema, diseñado por Antonio Cánovas del Castillo, se basaba en el turno pacífico, es decir, la alternancia en el poder entre el Partido Conservador y el Partido Liberal para garantizar la estabilidad política tras el Sexenio Democrático (1868-1874).

Análisis del Texto

Castelar acepta el sistema canovista, donde se permite criticar a los gobiernos de turno pero no la monarquía ni la alternancia bipartidista. Reconoce los logros del gobierno de Cánovas, destacando la estabilidad lograda tras la Tercera Guerra Carlista y las insurrecciones en Cuba, pero lo critica por no haber garantizado suficientes libertades públicas. Frente a esto, valora el nuevo gobierno de Sagasta como una oportunidad para ampliar derechos y libertades, destacando reformas como la abolición de la Ley de Imprenta de 1876, la libertad de cátedra y la ampliación del derecho de reunión. Estas medidas acercaban a España a los países más liberales de Europa. Sin embargo, aunque Castelar critica la gestión conservadora, no cuestiona el sistema de la Restauración, ya que su postura política, el posibilismo republicano, defendía una reforma progresiva dentro del sistema en lugar de una ruptura con la monarquía.

Importancia y Consecuencias

El texto refleja el funcionamiento del sistema canovista, que garantizaba estabilidad mediante el turnismo pero excluía a gran parte de la población, impidiendo una verdadera democratización. Aunque se aprobó el sufragio universal masculino en 1890, el caciquismo y el fraude electoral limitaron su impacto. Esto generó descontento y el auge de movimientos alternativos como el republicanismo, el socialismo y los nacionalismos periféricos. La falta de reformas profundas, junto con crisis como el Desastre del 98 y la de 1917, llevaron al colapso del régimen, culminando en el golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923, que puso fin a la Restauración. El sistema, aunque aparentemente estable, se mostró incapaz de adaptarse a las demandas de una sociedad cada vez más crítica y diversa. La exclusión política, el atraso económico y las tensiones sociales acabaron por debilitar un modelo que priorizaba el control sobre la participación ciudadana. Así, el golpe de Primo de Rivera marcó el inicio de una nueva etapa en la historia de España, caracterizada por la búsqueda de soluciones autoritarias ante la incapacidad del sistema para democratizarse.


Muertos en Cuba y Filipinas (1895-1898)

Contexto Histórico y Fuente

La tabla de datos estadísticos se refiere a las bajas militares españolas durante los conflictos coloniales en Cuba y Filipinas, que se desarrollaron desde 1895 y culminaron con la Guerra de 1898. Este conflicto tuvo lugar durante la etapa de la Restauración Borbónica (1874-1923), un periodo en el que se restauró la monarquía en España. La tabla refleja las dramáticas consecuencias humanas del Desastre del 98, un evento que marcó el fin del imperio colonial español. Se trata de una fuente secundaria de tipo historiográfica, elaborada por el historiador Fernández Almagro en 1968, y centrada en la temática militar.

Análisis de los Datos

La tabla revela el impacto humano del conflicto, destacando el elevado número de bajas, con un total de 55.078 soldados, 581 oficiales y 2 generales fallecidos. Las enfermedades, especialmente la fiebre amarilla, fueron las principales responsables de las muertes, evidenciando la falta de preparación del ejército español para enfrentarse a un entorno tropical. Además, se observa un impacto desproporcionado en los soldados, muchos de ellos jóvenes reclutados como reemplazo, quienes sufrieron condiciones de vida extremas en comparación con los oficiales y generales, que contaban con mejores recursos y cuidados médicos. Esto refleja las profundas desigualdades sociales dentro del ejército y las deficiencias logísticas y médicas que marcaron la participación de España en la guerra.

Importancia y Consecuencias

La importancia de la tabla radica en su capacidad para ofrecer un análisis detallado del impacto humano del conflicto colonial, ilustrando las dramáticas consecuencias del Desastre del 98, que marcó el fin del imperio colonial español y relegó al país a una potencia de tercer orden en el contexto del imperialismo del siglo XIX. Este evento tuvo profundas consecuencias históricas, generando descontento social, el surgimiento del regeneracionismo y el crecimiento de los nacionalismos periféricos. Además, inspiró a la Generación del 98, un grupo de intelectuales que criticó el atraso del país, y provocó un marcado antimilitarismo en la sociedad civil, mientras que en el ejército se instaló un sentimiento de victimismo que aumentó las tensiones entre militares y el poder político. En definitiva, la tabla no solo muestra las consecuencias humanas de la guerra, sino también las limitaciones de un sistema político incapaz de evitar el desastre y responder a las demandas de una sociedad cada vez más crítica.


Tratado de Paz entre España y Estados Unidos, 1898

Contexto Histórico

El texto corresponde al Tratado de París de 1898, firmado entre España y Estados Unidos, que puso fin a la guerra entre ambos países y marcó el final del imperio colonial español. Este tratado se enmarca en la etapa de la Restauración Borbónica (1874-1923), un periodo caracterizado por la reinstauración de la monarquía en España bajo Alfonso XII y la regencia de María Cristina de Habsburgo. El documento, de naturaleza diplomática y legal, establece los términos de la rendición de España y la cesión de sus últimas colonias: Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. Es un texto clave para entender el Desastre del 98, un evento con profundas consecuencias políticas, sociales y culturales en España.

Análisis del Tratado

El Tratado de París refleja el distinto destino de los territorios del imperio español tras la derrota frente a Estados Unidos. España renunció a la soberanía sobre Cuba, que fue ocupada temporalmente por Estados Unidos, y cedió Puerto Rico, Guam y Filipinas, sin contar con la opinión de los habitantes de estos territorios. Filipinas fue incluso comprada por Estados Unidos, lo que simbolizó la humillación de España. El tratado evidencia la debilidad de España frente a una potencia emergente como Estados Unidos, que aprovechó la guerra para expandir su influencia global. Además, muestra cómo España perdió sus últimas colonias importantes, reduciendo su imperio a unos pocos enclaves en África.

Importancia y Consecuencias

El Tratado de París es un documento de gran importancia histórica porque marca el fin del imperio colonial español con la pérdida de Cuba, Filipinas, Puerto Rico y Guam, un evento conocido como el Desastre del 98. Este hecho relegó a España a una potencia de tercer orden en un contexto internacional dominado por el imperialismo de potencias como Estados Unidos y las europeas. La derrota generó una profunda crisis de identidad nacional, impulsando movimientos como el regeneracionismo, que buscaba modernizar el país, y criticando el atraso económico y social. Además, el sistema de la Restauración se vio desgastado, surgieron tensiones entre el ejército y el poder civil, y se inspiró a la Generación del 98, un grupo de intelectuales que reflexionó sobre la decadencia española. En definitiva, el tratado no solo simboliza el fin del imperio, sino también las limitaciones de un sistema político incapaz de responder a las demandas de una sociedad cada vez más crítica.


La Guerra colonial. José Martí y Máximo Gómez

Contexto Histórico

El texto es un fragmento del Manifiesto de Montecristi, firmado en 1895 por José Martí y Máximo Gómez, líderes de la independencia cubana. Este manifiesto es la proclamación oficial de la Guerra de Independencia de Cuba (1895-1898), que comenzó con el Grito de Baire. Se enmarca en la etapa final del imperio colonial español, durante la Restauración Borbónica (1874-1923), y es un documento de naturaleza política y propagandística, destinado a justificar y ganar apoyo para la lucha independentista.

Análisis del Manifiesto

El Manifiesto de Montecristi justifica la lucha independentista como un movimiento justo y necesario, buscando el apoyo de diversos sectores, incluidos los residentes españoles en Cuba y los soldados enviados desde la península. El texto no presenta la guerra como un conflicto contra los españoles como individuos, sino contra el sistema colonial que oprime a Cuba, intentando deslegitimar el dominio sin alienar a la comunidad española. Además, humaniza a los soldados españoles, presentándolos como víctimas del reclutamiento forzoso, y contrasta la futura República cubana, descrita como un hogar acogedor, con la decadencia política de España bajo la Restauración. Este enfoque busca legitimar la lucha y atraer a quienes vean en Cuba un futuro mejor.

Importancia y Consecuencias

El Manifiesto de Montecristi es clave para entender el Desastre del 98, ya que refleja las causas y el contexto de la Guerra de Independencia de Cuba, un conflicto que culminó tensiones acumuladas desde la primera Guerra Larga (1868-1878). La muerte de Martí no detuvo la lucha, que continuó bajo Gómez y Maceo, mientras España, tras fracasar en la negociación, recurrió a la represión brutal con el general Weyler. Su política de reconcentración provocó miles de muertes y alimentó una campaña internacional de desprestigio contra España. La intervención de Estados Unidos en 1898 y las derrotas españolas en Cavite y Santiago de Cuba sellaron el fin del conflicto, confirmado por el Tratado de París, que marcó la pérdida de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. Este documento no solo simboliza la lucha por la libertad, sino que también ilustra las limitaciones del sistema colonial español, incapaz de responder a las demandas de autonomía de sus colonias, y su declive como potencia imperial.