El misterio de La Flagelación de Cristo: Una obra maestra de Piero della Francesca

La Flagelación de Cristo, de Piero della Francesca

Contexto histórico y artístico

La Flagelación de Cristo, obra del pintor italiano Piero della Francesca (h. 1415-1492), perteneciente al período central del Quattrocento, destaca por su maestría técnica y su enigmática iconografía. Piero della Francesca, pionero en la aplicación sistemática de la perspectiva geométrica a la pintura, plasmó sus avances en su tratado De prospectiva pingendi, basándose en las ideas de Alberti.

Análisis de la composición

Esta pequeña tabla se divide en dos zonas asimétricas, unidas por la “razón áurea” o “razón divina”. La escena de la flagelación, situada al fondo de una galería abierta en el lado izquierdo, muestra un dominio excepcional de la perspectiva geométrica de Brunelleschi y del escorzo, evidente en las baldosas del piso y la arquitectura. A la derecha, tres figuras conversan en un jardín soleado. Ambas escenas reflejan la armonía entre arquitectura y hombre, característica del Renacimiento y el clasicismo.

La luz alta, diáfana y clara, sin contrastes excesivos, es un sello distintivo de la obra de Piero della Francesca. Sus figuras, redondas y corpulentas, recuerdan el estilo de Masaccio, envueltas en una suave atmósfera luminosa. La búsqueda de la impersonalidad, evitando la expresión de sentimientos, tanto en las figuras como en la propia ejecución del pintor, confiere a las figuras una apariencia estática y ausente.

El enigma iconográfico

La iconografía presenta a Jesús atado a una columna clásica, rematada con la estatua del emperador, mientras es azotado por dos sayones. Un asistente con turbante turco observa la escena. Pilatos, con sombrero bizantino, preside la flagelación, una presencia no justificada por los evangelios. En la parte derecha, tres personajes conversan, ajenos a la flagelación. La figura de la izquierda viste un traje griego.

Interpretaciones

  • Justificación de Federico de Montefeltro: Una teoría sugiere que la obra fue encargada por Federico de Montefeltro para demostrar su inocencia en la muerte de su hermanastro, Oddantonio. Las tres figuras representarían a los verdaderos asesinos.
  • Unión de las iglesias cristianas: Otra interpretación alude al fracaso de la unión entre las iglesias de Oriente y Occidente en 1439. Pilatos con sombrero bizantino y la figura con traje griego simbolizarían este conflicto, mientras la figura con turbante turco representaría la amenaza otomana.
  • Caída de Constantinopla: Una interpretación más reciente relaciona la obra con la caída de Constantinopla en 1453 y los intentos fallidos de reconciliación entre las iglesias.
  • Las tribulaciones de la Iglesia: Otra teoría identifica a las tres figuras como representantes de las tribulaciones de la Iglesia.
  • El Sanedrín: Ludovico Borgo propone una interpretación más simple, identificando a las tres figuras como miembros del Sanedrín que condenó a Jesús, quienes, según el Evangelio de San Juan, no entraron en el palacio de Pilatos.