Dánae y la Lluvia de Oro
Tiziano: siglo XVI
Museo del Prado, Madrid.
El mito de Dánae narra cómo Zeus, transformado en lluvia de oro, sedujo a la joven. La pintura muestra a Dánae en su lecho, acompañada por un perro, contemplando la lluvia dorada. Su sirvienta, sorprendida y avariciosa, intenta recoger las monedas. El contraste entre la blancura de Dánae y la oscuridad de la sirvienta resalta sobre un fondo dorado.
El Oráculo y el Nacimiento de Perseo
Dánae, hija del rey Acrisio de Argos, deseaba un hijo. El oráculo predijo que su hijo mataría a Acrisio. Para evitarlo, Acrisio encerró a Dánae en una cámara subterránea. Sin embargo, Zeus la sedujo en forma de lluvia de oro. Acrisio, al descubrirlo, encerró a Dánae y al recién nacido Perseo en un cofre y lo arrojó al mar.
Las Aventuras de Perseo
El Rescate y la Criaza de Perseo
Dictis, hermano del tirano Polidectes, rescató a Dánae y Perseo en la isla de Sérifos. Dictis crio a Perseo, quien se convirtió en un joven apuesto y valiente. El rey Polidectes se enamoró de Dánae, pero Perseo lo impedía.
La Cabeza de Medusa
Polidectes invitó a Perseo a un banquete y le pidió un regalo. Perseo prometió traer la cabeza de Medusa. Con la ayuda de Hermes y Atenea, Perseo obtuvo unas sandalias aladas, un zurrón y el casco de Hades, que lo volvía invisible. Perseo fue a la morada de las Gorgonas, y con la ayuda de Atenea, decapitó a Medusa. Del cuello de Medusa nacieron Pegaso y Crisaor. Perseo guardó la cabeza en el zurrón.
El Regreso de Perseo
En su regreso, Perseo petrificó al gigante Atlas y rescató a Andrómeda, encadenada a una roca como sacrificio a un monstruo marino. Perseo mató al monstruo y se casó con Andrómeda. Luego, regresó a Sérifos y petrificó a Polidectes. Devolvió los objetos mágicos y ofreció la cabeza de Medusa a Atenea.
El Destino de Perseo y Acrisio
Perseo regresó a Argos. Acrisio, recordando el oráculo, huyó. Sin embargo, durante unos juegos funerarios en Larisa, Perseo lanzó un disco que accidentalmente golpeó y mató a Acrisio. Perseo intercambió el trono de Argos por el de Tirinto. Se le atribuye la construcción de las murallas de Micenas. A su muerte, Perseo, Andrómeda, Cefeo y Casiopea fueron convertidos en constelaciones.