Filosofía Medieval y Moderna: Del Escolasticismo a Descartes

Escolástica: La Relación entre Fe y Razón

La escolástica fue una corriente filosófica medieval que buscaba armonizar la razón y la fe, considerando a la filosofía como “sierva de la teología” (ancilla theologiae). Se desarrolló en Europa desde el siglo X y alcanzó su máximo esplendor en la Baja Edad Media, especialmente en universidades como la de París. Sus principales representantes fueron Anselmo de Canterbury y Tomás de Aquino.

A diferencia de la patrística, influida por Platón, la escolástica se basó en Aristóteles.

Sus temas principales fueron la relación entre fe y razón y el problema de los universales. La traducción de las obras aristotélicas del árabe al latín permitió un conocimiento más profundo de su pensamiento, lo que generó tanto admiración como preocupación en Occidente.

Los escolásticos defendieron que la razón ayuda a comprender la fe, mientras que la fe establece los límites de la razón. Sin embargo, surgieron conflictos cuando las ideas aristotélicas contradecían los dogmas cristianos. La Universidad de París fue un importante centro de debate sobre este tema. En 1213, el papa Gregorio IX ordenó eliminar de las obras de Aristóteles aquellas ideas que se opusieran a la revelación cristiana, intentando así conciliar la razón con la fe.

Tomás de Aquino: Pruebas de la Existencia de Dios

Tomás de Aquino defendió la necesidad de demostrar la existencia de Dios desde la razón, a diferencia de Agustín de Hipona, quien creía que esta idea era innata. Para Aquino, la existencia de Dios no podía deducirse simplemente de su definición, como sostenía Anselmo de Canterbury, ya que no hay una única definición de Dios. Además, criticó a Anselmo por mezclar el plano conceptual con el de la realidad. Según Aquino, solo podemos conocer aquello que percibimos con los sentidos, lo que excluye el conocimiento directo de la esencia divina. Esta postura refleja la diferencia metodológica entre la filosofía, que busca argumentar racionalmente la existencia de Dios, y la teología, que lo toma como un principio incuestionable.

Tomás de Aquino: Las Cinco Vías

Tomás de Aquino formuló cinco vías para probar racionalmente la existencia de Dios, todas con una estructura común:

  1. Se parte de una evidencia empírica.
  2. Se aplica un principio metafísico aceptado.
  3. Se muestra que negar la existencia de Dios lleva a conclusiones absurdas.
  4. Se concluye que Dios existe.

Las cinco vías son:

  1. Vía del movimiento: Todo lo que se mueve es movido por otro. Dado que no puede haber una serie infinita de motores, debe existir un primer motor inmóvil, que es Dios.
  2. Vía de la causa eficiente: Todo tiene una causa eficiente. Como no puede haber una cadena infinita de causas, debe existir una primera causa no causada: Dios.
  3. Vía del ser necesario: Los seres del mundo son contingentes (pueden existir o no). Como de la nada no surge nada, debe existir un ser necesario que siempre haya existido: Dios.
  4. Vía del ser supremo: Si juzgamos cosas como mejores o peores, es porque existe un bien supremo como referencia. Ese bien supremo es Dios.
  5. Vía del gobierno del mundo: Los seres naturales actúan con un propósito sin ser racionales. Esto implica la existencia de una mente superior que dirige el orden del mundo: Dios.

Las cinco vías muestran que el mundo tiene limitaciones y que la existencia de Dios es necesaria para evitar explicaciones absurdas, como cadenas infinitas de causas.

Ockham: Dios y la Creación

Guillermo de Ockham negó la existencia de ideas ejemplares, ya que limitarían la omnipotencia de Dios y violarían su principio de economía. Según él, Dios crea directamente los seres individuales sin recurrir a formas previas en su mente. También rechazó los universales, afirmando que solo existen en la mente humana como formas de comprender el mundo. Esta postura dio origen al nominalismo, que sostiene que solo existen los seres particulares y Dios.

Ockham: El Problema de los Universales

Ockham, siguiendo el principio de economía, afirmó que solo existen individuos y que los universales son solo nombres para designar objetos particulares. Por ello, concluyó que el conocimiento es exclusivamente de lo particular y distinguió dos tipos:

  • Conocimiento intuitivo: es directo e inmediato, basado en la experiencia y permite captar la existencia de los seres concretos.
  • Conocimiento abstracto: surge del intuitivo y crea generalizaciones mentales, sin referirse a realidades objetivas, solo a representaciones de la mente.

Ockham: Fe y Razón

Ockham sostiene que la fe y la razón pertenecen a planos distintos: la fe se basa en un mundo sobrenatural, mientras que la razón se apoya en la naturaleza y el conocimiento sensible. Como son independientes, la fe no necesita justificación ni argumentos de la razón, lo que resolvió el problema de su relación que había preocupado a los filósofos medievales.

Descartes: Vida y Obra

René Descartes (1596-1650) nació en una familia noble francesa y estudió en el colegio jesuita de La Flèche. Desilusionado con la filosofía escolástica, buscó un método matemático que hiciera de la filosofía una ciencia exacta. Su objetivo era fundar el saber sin error, superando las diversas teorías. Durante la Guerra de los Treinta Años, tuvo una visión en 1619 que interpretó como divina y relacionada con su vocación filosófica. En 1629 se trasladó a Holanda para evitar la vida social y trabajar en su filosofía, publicando obras como Meditaciones metafísicas (1641) y Discurso del método (1637), que marcaron una revolución en el pensamiento filosófico. Descartes fue acusado de ateísmo y pelagianismo, aunque evitó discusiones religiosas. En 1649, fue llamado a la corte de Cristina de Suecia, donde murió en 1650 debido a las duras condiciones del invierno. Su filosofía revolucionó el pensamiento al centrarse en el sujeto pensante, marcando el inicio de la filosofía moderna.