España: De la Restauración a la Segunda República (1874-1931)

La Restauración Borbónica (1874-1931)

La Restauración Borbónica en España (1874-1931) marcó el regreso de la monarquía borbónica tras la Primera República. Comenzó con el golpe de Estado del general Martínez Campos en 1874, quien proclamó rey a Alfonso XII, hijo de Isabel II.

El sistema político se fundamentó en la Constitución de 1876, estableciendo una monarquía parlamentaria con un turno pacífico de partidos entre conservadores (Cánovas del Castillo) y liberales (Sagasta). Este turnismo, aunque proporcionaba estabilidad, se basaba en el caciquismo y el fraude electoral, menoscabando la democracia.

El Reinado de Alfonso XII (1874-1885)

Durante el reinado de Alfonso XII, España se estabilizó tras la Tercera Guerra Carlista y el conflicto en Cuba. Su muerte prematura dejó el trono a su esposa, la regente María Cristina de Habsburgo, hasta la mayoría de edad de su hijo, Alfonso XIII (1902).

El Reinado de Alfonso XIII (1902-1931) y la Crisis del Sistema

A inicios del siglo XX, la Restauración comenzó a decaer. El desastre del 98, con la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, impactó moral y económicamente a España. Surgieron el movimiento obrero, el anarquismo y los nacionalismos periféricos (catalán y vasco), cuestionando el modelo centralista.

En 1909, la Semana Trágica de Barcelona evidenció el malestar social, y la crisis de 1917 la fragilidad del sistema. La inestabilidad se agravó con el desastre de Annual (1921) en Marruecos, generando una crisis política que afectó al rey.

El reinado de Alfonso XIII (1902-1931) se caracterizó por una profunda inestabilidad política, crisis sociales y económicas, y el desgaste del sistema de la Restauración. Alfonso XIII adoptó un papel intervencionista en la política, debilitando el sistema parlamentario.

  • Cuestión de Marruecos: La guerra del Rif culminó en el desastre de Annual (1921), una derrota militar que causó indignación. La Crisis del Expediente Picasso reveló corrupción en el ejército y afectó la imagen del monarca.
  • Movimiento Obrero y Sindicalismo: Crecieron las huelgas y protestas. La Semana Trágica de Barcelona (1909), donde obreros protestaron contra el reclutamiento forzoso para la guerra de Marruecos, fue un ejemplo clave. También se intensificó el nacionalismo en Cataluña y el País Vasco.
  • Primera Guerra Mundial (1914-1918): España se mantuvo neutral, beneficiando la economía, pero generando desigualdades. A partir de 1917, la crisis se agudizó con las Juntas de Defensa, la huelga general y la Asamblea de Parlamentarios en Barcelona.

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

En 1923, ante la inestabilidad, Alfonso XIII apoyó el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera, instaurando una dictadura. El rey apoyó el régimen autoritario durante siete años, pero su caída en 1930 debilitó a la monarquía.

La dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930) surgió tras el golpe de Estado del 13 de septiembre de 1923, con el apoyo de Alfonso XIII. España vivía una crisis política y social, con un sistema parlamentario desprestigiado por el caciquismo, la corrupción y la inestabilidad, además del conflicto en Marruecos.

  • El Directorio Militar: Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, disolvió las Cortes, suspendió la Constitución de 1876 y estableció un Directorio Militar. Su gobierno fue autoritario, prohibió partidos políticos y persiguió movimientos obreros y nacionalistas, especialmente en Cataluña.
  • Fin del Conflicto en Marruecos: La derrota de Abd el-Krim en 1925 restauró el prestigio militar español. Primo de Rivera instauró un Directorio Civil, creando la Unión Patriótica, un partido único.
  • Política Económica: Impulsó obras públicas, infraestructuras e industrialización, creando monopolios como CAMPSA y Telefónica. Fundó la Organización Corporativa Nacional para evitar conflictos laborales.
  • Caída de la Dictadura: A finales de los años 20, el régimen se debilitó por la oposición y la crisis de 1929. Primo de Rivera dimitió en enero de 1930.

El Fin de la Monarquía

Le sucedió el general Berenguer, pero el desgaste del sistema era irreversible. En abril de 1931, tras el triunfo republicano en las elecciones municipales, Alfonso XIII abandonó España, proclamándose la Segunda República, marcando el fin de la Restauración.

En 1931, tras el triunfo republicano en las elecciones municipales, Alfonso XIII se exilió, evitando un conflicto mayor. Su salida marcó el fin de la monarquía y el inicio de la Segunda República.