Arte Hispanomusulmán: Origen y Características
El profeta Mahoma recibió del arcángel Gabriel el dictado del Corán en lengua árabe, lo aprendió, lo recitó a sus seguidores y, posteriormente, fue recopilado hacia el año 653. Por ello, el islam es una religión que surge fuertemente ligada a la cultura y la lengua árabes.
Al morir Mahoma, el islam, su cultura y lengua se expandieron desde la península arábica a la península ibérica e India.
El arte islámico o musulmán tiene un carácter esencialmente religioso y áulico. La arquitectura sobresalió frente a la escultura y la pintura, que tuvieron un escaso desarrollo.
Características principales:
- Empleo de materiales humildes, como arcilla, madera, adobe y yeso. Destaca la utilización preferente del ladrillo frente a la piedra.
- Uso de columnas delgadas con distintos tipos de capiteles: corintios estilizados, cúbicos, de mocárabes, de nido de avispa.
- Variedad de arcos: de herradura, de herradura apuntado, polilobulados, cruzado, mixtilíneos.
- En las cubiertas de los edificios se utilizaron tanto el alfarje o artesonado de madera como las estructuras abovedadas (cúpula gallonada, cúpula de mocárabes).
- Importancia de la decoración: los muros interiores de los edificios se cubrían con paneles de yeso ricamente decorados, con cerámica de colores y pintura para embellecerlos. La representación de figuras humanas estaba prohibida por el islam. Por ello, la decoración se realizaba a base de motivos geométricos (lacería), vegetales (ataurique) y de inscripciones en lengua árabe.
Arquitectura Califal
Los musulmanes se establecieron en la península ibérica en el año 711 y la llamaron Al-Andalus. Se inició entonces un nuevo periodo en el arte islámico, que recibió las influencias del arte hispanorromano y visigodo, dando lugar al arte hispanomusulmán.
La exquisitez y el refinamiento en el arte hispanomusulmán se alcanzan durante el califato de Córdoba. A esta época pertenecen algunos de los edificios públicos más importantes y célebres, como la Mezquita de Córdoba.
La Ciudad de Madinat al-Zahra
Esta ciudad fue fundada por Abd-al Rahman III en las suaves vertientes de Sierra Morena, a escasa distancia de Córdoba.
La ciudad tenía planta rectangular y estaba rodeada de murallas con torres cuadradas. Se disponía en terrazas: la más elevada la ocupaba el alcázar y la inferior, la medina. Al este de la ciudad se encontraba la mezquita, y fuera de las murallas quedaban los arrabales y las almunias o huertos.
Hacia el año 940 se elevó la parte occidental del alcázar, donde se encontraba la casa del califa. En el año 950 se amplió y se crearon el Salón Grande y el Salón Rico o de Embajadores.
Los estudios realizados hasta el momento en esta ciudad demuestran que aquí se formó y alcanzó su madurez el arte califal cordobés, tanto a nivel arquitectónico como ornamental.
Decadencia del Arte Califal
Con la crisis del califato cordobés, un nuevo sistema de poder cobra fuerza hacia el año 1009. Por otro lado, los reinos cristianos del norte avanzaban en sus conquistas, contribuyendo al debilitamiento del poder musulmán. Ante esto, Córdoba perdió la supremacía política, cultural y artística.
Muchos de los artistas que vivían en Córdoba se desplazaron a otras ciudades donde desarrollaron su creatividad a lo largo del siglo XI. Entre estas ciudades destaca Zaragoza, donde se conservan algunos restos del Palacio de la Aljafería.
Arquitectura Almohade
A mediados del siglo XII, los almohades, una dinastía bereber del sur de Marruecos, invadieron la Península y volvieron a unir Al-Andalus por un breve espacio de tiempo.
Durante este periodo surge un nuevo estilo de arte islámico. Como característica principal, el arte almohade prescinde de la riqueza decorativa precedente, tendiendo a una mayor austeridad y sencillez. En lugar de los recargados motivos vegetales del arte califal, imponen una decoración basada en redes de rombos, que reciben el nombre de panel de sebka.
Del arte califal toma los arcos de herradura apuntados y lobulados. Promoviendo una política de grandes construcciones para legitimar el nuevo poder, se edificaron gran cantidad de mezquitas y fortificaciones.
Sevilla se convirtió en la capital de los almohades. En ella construyeron la Mezquita Mayor, de grandes dimensiones, pero sin novedades constructivas respecto a los periodos anteriores. Aunque en los primeros momentos de la conquista cristiana de la ciudad se respetó la mezquita, en el siglo XIV fue derribada casi totalmente para construir un templo cristiano. De ella queda el alminar, la Giralda.
Arquitectura Nazarí
En la segunda mitad del siglo XIII, la presencia musulmana en la península ibérica se redujo al reino nazarí de Granada.
Con la formación de este reino surge una nueva etapa de esplendor en el arte hispanomusulmán: el arte nazarí.
Características:
- Vuelta a la abundante decoración.
- En el interior de los edificios, la mayoría de los arcos son falsos, es decir, tienen una mera función decorativa (materiales ligeros).
- Los arcos exteriores sí ejercen su función constructiva y suelen ser de herradura apuntados.
- Aparece un tipo característico de columna que tiene un fuste cilíndrico muy fino decorado en la parte superior con numerosas anillas. Su capitel es nuevo, ya que se recubre con mocárabes o con decoración vegetal.
- Se utilizan las falsas cúpulas decoradas con mocárabes y las cubiertas de madera, con decoración de lacería.
En la ciudad de Granada se encuentran las muestras más importantes del arte nazarí. Del siglo XIV son las principales construcciones palaciegas y las creaciones más bellas y exquisitas del arte granadino. En este siglo tuvo lugar una etapa de devoción constructiva y la abundancia de excepcionales talleres donde se tallaban los mejores capiteles, apreciados azulejos y vajillas de reflejos dorados.
En el siglo XV se produjo una decadencia del arte nazarí.
Obra cumbre de este periodo: la Alhambra y su Generalife.
Arquitectura Mudéjar
Los mudéjares eran los musulmanes que permanecieron en las tierras conquistadas por los cristianos. Conservaban su religión y su lengua, pero tenían un estatus social inferior al pueblo vencedor.
El arte mudéjar se trata, pues, de la pervivencia del arte musulmán en territorio cristiano una vez desaparecido el poder político islámico.
En el arte mudéjar conviven las formas del arte hispanomusulmán mezcladas con elementos cristianos. Los edificios mudéjares suelen estar hechos de ladrillo y en ellos abunda la decoración con lacerías. Sus manifestaciones más importantes se encuentran en Toledo, Teruel y Sevilla.
Toledo
Toledo fue la primera ciudad importante reconquistada a los musulmanes, en 1085, y se convirtió en un foco destacado del arte mudéjar.
En Toledo se construyeron torres y puertas en las murallas de la ciudad y edificios religiosos, como sinagogas y conventos. Estos adoptaron mayoritariamente los modos de la arquitectura mudéjar y su decoración.
Entre los edificios religiosos destacan dos sinagogas: la de Santa María la Blanca, en la que la separación de las naves se hace a través de arcos de herradura, y la del Tránsito, en la que resalta su decoración de yeserías.
En la arquitectura civil destaca la Puerta del Sol. Esta puerta formaba parte del recinto amurallado que protegía la ciudad. Es una puerta de piedra flanqueada por dos arcos de entrada: el exterior de herradura, sustentado en finas columnas, y el interior, más modesto y semicircular. En la parte superior se despliega una rica ornamentación formada por dos galerías de arquerías ciegas, construidas con ladrillo.
Teruel
En Aragón, el arte mudéjar tuvo una importancia extraordinaria, y Teruel fue el foco más importante. El mudéjar aragonés destaca por el uso de ladrillo y azulejo, con el que se realiza una decoración de estilo geométrico.
Sobresalen las torres, como la del Salvador y la de la iglesia de San Martín. Ambas se abren a la vía pública por medio de un arco apuntado.
La de San Martín presenta ventanas abocinadas con arcos de medio punto enmarcados por un alfiz. También tiene un cuerpo superior de campanas.
La decoración está realizada con labor de sebka a modo de tapiz, con arcos mixtilíneos entrecruzados y con lacería de clara influencia almohade. Además, se incluyen elementos cerámicos, como cenefas, estrellas de ocho puntas, azulejos en ajedrezado.
Sevilla
En Andalucía destaca sobremanera la obra del Alcázar de Sevilla. En su construcción trabajaron alarifes de Sevilla, Toledo y Granada. La influencia de los artistas nazaríes es evidente en la construcción, por la riqueza de la decoración en yeso. Tiene especial interés el Patio de las Doncellas, el Salón de Embajadores y la puerta de acceso al Alcázar.