Transformaciones en la Nueva Granada: Reformas Borbónicas, Preludio Independentista y Cultura del Siglo XIX

Contexto Histórico: La Nueva Granada entre los Siglos XVIII y XIX

Las Reformas Borbónicas y sus Consecuencias

A mediados del siglo XVIII, la Corona Española, bajo la dinastía de los Borbones, implementó una serie de transformaciones conocidas como las Reformas Borbónicas. Estas medidas generaron cambios significativos en diversos ámbitos del virreinato:

  • Político: Se reconfiguró la administración territorial con la creación de nuevas unidades, como el Virreinato de la Nueva Granada.
  • Militar: Se incrementó el número de tropas estacionadas en América y se construyeron fortificaciones para la defensa contra potencias europeas rivales.
  • Administrativo: Se introdujo la figura de los intendentes, funcionarios que, entre otras cosas, limitaron la participación de los criollos (descendientes de españoles nacidos en América) en los cargos administrativos de alto nivel.
  • Económico: Se establecieron nuevos impuestos y se aumentó la alcabala (impuesto sobre las ventas), lo que afectó directamente la economía local.

Estas reformas, particularmente las fiscales y la restricción del poder criollo, generaron un profundo descontento en amplios sectores de la población neogranadina.

El Movimiento de los Comuneros (1781)

El malestar acumulado estalló en 1781 con el Movimiento de los Comuneros. Esta importante revuelta popular, originada principalmente por las cargas fiscales, se desarrolló en varias fases:

  1. Inicio en El Socorro: Los habitantes de esta localidad protagonizaron diversos motines y protestas contra las autoridades virreinales.
  2. Marcha a Zipaquirá: Los comuneros avanzaron hacia la capital y en Zipaquirá negociaron con las autoridades, firmando las llamadas Capitulaciones, que recogían sus demandas y fueron propuestas por el Arzobispo-Virrey Caballero y Góngora.
  3. Incumplimiento y Represión: Las autoridades virreinales desconocieron posteriormente las Capitulaciones. Los sectores populares, sintiéndose traicionados, continuaron con actos de rebeldía, aunque el movimiento fue finalmente sofocado y sus líderes castigados.

La Ilustración y la Expedición Botánica

A comienzos del siglo XIX, las ideas de la Ilustración europea inspiraron diversas iniciativas en la Nueva Granada. Una de las más destacadas fue la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, un proyecto científico impulsado por la propia Corona Borbónica. Su objetivo era conocer mejor los vastos recursos naturales del virreinato para optimizar su explotación económica.

Liderada por el sacerdote y científico español José Celestino Mutis, quien llegó a la Nueva Granada para asistir al virrey, la expedición se centró principalmente en el estudio de la flora, aunque también abarcó la fauna y otros aspectos del territorio. Este proyecto, junto con el apoyo de algunos virreyes, incentivó la introducción de nuevos conocimientos y la creación de instituciones científicas y culturales. Se organizaron juntas de estudio y tertulias donde se debatía una amplia gama de temas, y surgieron los primeros periódicos y bibliotecas públicas.

El Ascenso Criollo y las Tensiones Preliminares a la Independencia

Durante las primeras décadas del siglo XIX, los criollos fueron consolidando su poder económico y social. Ocuparon cargos como funcionarios de la Corona, lo que les permitió adquirir grandes extensiones de tierra, realizar importantes transacciones comerciales y alcanzar altos rangos en el ejército. La relación con los españoles peninsulares era compleja; si bien existían intercambios comerciales e incluso alianzas matrimoniales, también crecía una conciencia de intereses diferenciados.

En este contexto, figura Antonio Nariño, quien tradujo y publicó clandestinamente la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, documento emblemático de la Revolución Francesa. Las autoridades españolas consideraron esta publicación un acto subversivo que amenazaba la estabilidad de la monarquía, por lo que Nariño fue detenido y encarcelado durante muchos años.

Posteriormente, el episodio de los “pasquines” (escritos anónimos con críticas al gobierno y amenazas veladas si no se reducían los impuestos) incrementó la desconfianza mutua entre criollos y españoles, llevando incluso a investigaciones oficiales. Es importante señalar que, a pesar de estos incidentes y del encarcelamiento de Nariño, no todos los criollos apoyaban la idea de una independencia total; muchos mantenían su lealtad a la Corona española.

La Crisis de la Monarquía Española y el Surgimiento de las Juntas

La situación se precipitó con la invasión napoleónica de España y la detención del rey Carlos IV y su hijo Fernando VII en 1808. Ante el vacío de poder, en España se crearon juntas de gobierno locales y una Junta Suprema Central en Sevilla para gobernar en nombre del rey cautivo.

En la Nueva Granada y otras colonias españolas, se multiplicaron las manifestaciones de lealtad a Fernando VII. La Junta Central convocó asambleas e invitó a delegados de las colonias americanas. En este marco, se le solicitó a Camilo Torres Tenorio la redacción de un documento que expusiera las quejas de los criollos y defendiera su derecho a la igualdad de representación y participación en el gobierno frente a los peninsulares. Este documento es el célebre Memorial de Agravios (1809), considerado una base ideológica fundamental para los movimientos independentistas posteriores.

Los Primeros Pasos Hacia la Autonomía

La ausencia del rey y la crisis en España generaron un creciente descontento entre los criollos neogranadinos, a pesar de sus juramentos de fidelidad. Comenzaron a destituir a funcionarios españoles y a establecer gobiernos provisionales. Estos levantamientos iniciales fueron reprimidos por las tropas leales a las autoridades virreinales.

A partir de estos hechos, se crearon numerosas juntas de administración locales. Algunas se declaraban leales a la Corona, pero exigían la sustitución de las autoridades españolas por criollos. Este fue uno de los primeros pasos hacia la independencia.

  • La Junta de Cartagena (mayo de 1810) fue una de las primeras en reclamar autonomía, no solo frente a España, sino también respecto a Santafé (la capital del virreinato), con la que mantenía rivalidades políticas y comerciales. Esta declaración se produjo ante la inminente llegada de Antonio Villavicencio, comisionado regio enviado por la Junta de Regencia española.
  • En Santafé, los criollos también aprovecharon la visita de Villavicencio para impulsar el establecimiento de un gobierno local. El famoso incidente del “Florero de Llorente” (20 de julio de 1810), donde la negativa del comerciante español José González Llorente a prestar un florero para decorar la recepción del comisionado fue utilizada como pretexto, sirvió para movilizar a los sectores populares y exigir la convocatoria de un cabildo abierto, que finalmente estableció una Junta Suprema de Gobierno.

La Junta de Santafé intentó extender su autoridad a todo el virreinato, pero encontró la oposición de otras provincias como Cartagena y Antioquia, que preferían un modelo de gobierno federalista. En este periodo de agitación, Mompox, que pertenecía a la provincia de Cartagena, declaró su independencia absoluta de España y también de Cartagena (agosto de 1810), convirtiéndose en provincia. Sin embargo, la obligación de seguir contribuyendo a los gastos militares de Cartagena generó inconformidad entre sus habitantes.

La participación de los sectores populares fue crucial en esta primera etapa, ejerciendo presión para la destitución de autoridades españolas. No obstante, la población no tenía una opinión unánime: existía división entre mantenerse leales a la Corona o apoyar las aspiraciones de los criollos.


Artes y Letras en Colombia Durante la Segunda Mitad del Siglo XIX

Tras las guerras de independencia y la consolidación de la República, la segunda mitad del siglo XIX en Colombia vio florecer diversas tendencias en las artes y las letras. Tres de las corrientes más influyentes fueron el Costumbrismo, el Romanticismo y el Modernismo.

El Costumbrismo

Surgido originalmente en España en el siglo XIX, el Costumbrismo llegó a Colombia como una forma de expresión preocupada por retratar lo nacional y lo social. Se manifestó tanto en las artes visuales como en la literatura.

  • Enfoque: Describir escenas, tipos humanos y estilos de vida representativos, a menudo con un sentido crítico hacia las costumbres arraigadas.
  • Temática: Aspectos de las costumbres, hábitos y personajes característicos de la sociedad neogranadina/colombiana, especialmente de las clases populares y la vida provinciana y rural.
  • Características:
    • Tono frecuentemente irónico, humorístico y crítico.
    • Predominio de la descripción detallada sobre los diálogos.
    • Estudio pintoresco de la cotidianidad.
    • Búsqueda de la defensa de la tradición frente a las influencias extranjeras.
  • Autores y Obras Destacadas: La novela costumbrista tuvo un desarrollo notable. Entre sus exponentes se encuentran:
    • José María Vergara y Vergara (Las tres tazas, Olivos y aceitunas todos son unos)
    • Eugenio Díaz Castro (Manuela)
    • Tomás Carrasquilla (Frutos de mi tierra, La Marquesa de Yolombó – aunque posterior, sigue la línea)
    • José Manuel Marroquín (El Moro)

El Romanticismo

Nacido a finales del siglo XVIII en Europa como reacción al racionalismo de la Ilustración, el Romanticismo llegó de manera algo tardía a Colombia, pero tuvo un impacto profundo.

  • Enfoque: Exaltación del individuo, los sentimientos, la imaginación y la libertad.
  • Características:
    • Posición idealista y rebelde, opuesta a las reglas neoclásicas.
    • Énfasis en la pasión, la subjetividad y la emoción, a veces violenta.
    • Exaltación del “yo” individual.
    • Interés por la naturaleza, vista como reflejo de los sentimientos del artista, y rescate de la vida natural del campo.
    • Valoración de figuras populares como indígenas, mestizos y mulatos.
    • El paisaje como proyector de los estados de ánimo.
  • Autores y Obras Destacadas:
    • Poesía: Rafael Pombo, José Eusebio Caro.
    • Novela: La obra cumbre del romanticismo colombiano es María de Jorge Isaacs.

El Modernismo

Hacia finales del siglo XIX, surgió el Modernismo, la primera corriente literaria originada en Hispanoamérica que influyó en España. Buscaba una renovación profunda del lenguaje y la estética.

  • Enfoque: Actitud inconformista y renovadora frente a las formas literarias anteriores. Búsqueda de la belleza formal y la originalidad.
  • Características:
    • Evasión de la realidad cotidiana, recurriendo al escapismo hacia tiempos y lugares exóticos o distantes.
    • Renovación del lenguaje poético, incorporando neologismos, arcaísmos y un léxico refinado.
    • Experimentación con la métrica y el ritmo (“musicalidad”).
    • Uso de símbolos y alusiones sensoriales (colores, sonidos) para afectar la sensibilidad del lector.
    • Interés por lo exótico, lo misterioso, lo irreal y la belleza formal (“el arte por el arte”).
    • Renovación de las figuras literarias tradicionales.
  • Autores Destacados:
    • José Asunción Silva
    • Guillermo Valencia