Isabel II: Reinado Efectivo (1843-1868)
El reinado de Isabel II se caracterizó por ser una monarca considerada ineficaz e incapaz de resolver los principales problemas sociales del país. Además, mostró incapacidad política para estabilizar las diversas tendencias políticas. Contó con el principal apoyo de la Iglesia y la oligarquía, y fue una firme defensora del liberalismo doctrinario.
Fases del Reinado
Década Moderada (1844-1854)
Comienza con la promulgación de la Constitución de 1845. Se establece el liberalismo doctrinario a través de la soberanía compartida entre las Cortes y el Rey. Se produce un control de la educación y la cultura por parte de la Iglesia, lo que ayuda a España a recuperar su relación con el Vaticano. Hay avances administrativos significativos:
- Centralismo político en la administración local.
- Creación del Código Penal.
- Establecimiento de instituciones como la Guardia Civil.
Finalmente, una creciente inestabilidad desemboca en una crisis, conocida como La Vicalvarada (1854), que tuvo importancia por el Manifiesto del Manzanares.
Bienio Progresista (1854-1856)
Este periodo destaca por avances y reformas significativas, aunque el gobierno progresista también trajo consigo inestabilidad política.
- En 1855, tiene lugar la Segunda Desamortización (Desamortización de Madoz), de tipo civil.
- Reformas destacadas: Ley de Ayuntamientos, Ley General de Ferrocarriles y proyectos de Ensanches urbanos en Madrid y Barcelona.
Socialmente, se trata de un periodo de transformaciones y de auge en el movimiento obrero, ocasionando la primera gran huelga general del país. Los progresistas intentaron redactar una nueva Constitución (la “non nata” de 1856), pero no lograron consolidarla, y un levantamiento militar devolvió el poder a los moderados.
Final del Reinado (1856-1868)
- 1856-1863: Se da el “gobierno largo” de la Unión Liberal, que intentaba unir a progresistas y moderados, dirigida por Leopoldo O’Donnell. Éste abandona el poder en 1863, dando paso al periodo crítico final del reinado.
- 1865: Ocurre un gran conflicto social conocido como la Noche de San Daniel, que termina con una tragedia estudiantil y la represión gubernamental.
- 1866: Se firma el Pacto de Ostende, impulsado por Prim y Serrano. Las fuerzas políticas de oposición (progresistas, demócratas y, más tarde, unionistas) acuerdan unir esfuerzos para acabar con el reinado de Isabel II.
- 1868: La Revolución Gloriosa pone fin al reinado de Isabel II, obligándola al exilio.
El Sexenio Revolucionario o Democrático (1868-1874)
El Sexenio Democrático fue un periodo inestable y convulso en la Historia de España, caracterizado por numerosos cambios políticos y conflictos internos, como la crisis económica española y la Guerra de los Diez Años en Cuba.
Etapas del Sexenio
Gobierno Provisional y Regencia (1868-1870)
La Revolución Gloriosa acaba con el reinado de Isabel II. Surgen nuevas figuras políticas clave como Prim y Serrano. Se inicia el proceso constituyente que culmina con la Constitución de 1869, la primera democrática de España (sufragio universal masculino, soberanía nacional, amplia declaración de derechos).
Económicamente, se toman medidas importantes:
- Aparece la peseta como unidad monetaria.
- Se impulsa una política de liberación económica (ministro Figuerola).
- Se reducen los impuestos (aranceles).
Los principales grupos políticos eran:
- Extrema derecha: Carlistas.
- Extrema izquierda: Socialistas y anarquistas (incipientes).
- Izquierda tradicional: Republicanos (federales como Pi y Margall y unitarios como Salmerón).
- Centro: Progresistas y demócratas monárquicos (la coalición gobernante).
- Derecha: Moderados (alfonsinos, partidarios del hijo de Isabel II).
Se buscan candidatos para el trono vacante, presentándose: Leopoldo von Hohenzollern, Fernando de Sajonia-Coburgo y Amadeo de Saboya (príncipe italiano, finalmente elegido rey).
Reinado de Amadeo de Saboya (1871-1873)
El reinado de Amadeo I estuvo marcado por un gran aislamiento político, agravado tras el asesinato de su principal valedor, el General Prim, poco antes de su llegada a Madrid. Los republicanos no confiaban en la monarquía, los carlistas intensificaron su lucha (Tercera Guerra Carlista) valorando a Carlos VII como candidato, y la Iglesia y la aristocracia apoyaban mayoritariamente al bando alfonsino. Amadeo I prometió reformas llamativas, pero no consiguió sacar ninguna adelante debido a la inestabilidad política y la falta de apoyos sólidos. Abdicó el 11 de febrero de 1873, dando lugar a la proclamación de la Primera República.
Primera República Española (1873-1874)
Tras la marcha del rey a Italia, se proclama la República. Este periodo estuvo marcado por profundos conflictos sociales y políticos, y problemas graves como la Tercera Guerra Carlista y la Guerra de Cuba.
La inestabilidad política fue extrema, con cuatro presidentes del Poder Ejecutivo en apenas un año: Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall, Nicolás Salmerón y Emilio Castelar. Estos debían decidir entre un modelo de república federal o unitaria.
Surge el fenómeno del cantonalismo, un movimiento insurreccional que proponía la división de España en cantones (estados) independientes o federados, con especial fuerza en Levante y Andalucía. Cataluña y otras regiones también se inclinaban por el federalismo.
En enero de 1874, un golpe de Estado del General Pavía disuelve las Cortes republicanas. Finalmente, la oposición monárquica liderada por Cánovas del Castillo y con el apoyo militar de Martínez Campos planea acabar con la República mediante un pronunciamiento militar, que se produce en Sagunto (Valencia) el 29 de diciembre de 1874, restaurando la monarquía borbónica en la figura de Alfonso XII.
La Segunda República: Bienio Azañista o Reformista (1931-1933)
El gobierno de coalición republicano-socialista, liderado por Manuel Azaña, buscó transformar profundamente la sociedad, la política y la economía españolas a través de un ambicioso programa de reformas no revolucionarias.
Principales Reformas
- Ley de Reforma Agraria (1932): Realizada por el Instituto de Reforma Agraria (IRA), pretendía mejorar la vida de los jornaleros y el proletariado rural mediante la expropiación de latifundios y su redistribución. Fracasó parcialmente por tres motivos principales: la complejidad burocrática, la lentitud del procedimiento y la fuerte oposición de la burguesía terrateniente. Al final del bienio, pocas tierras habían sido redistribuidas, generando gran malestar en el campo, como evidenció el trágico Incidente de Casas Viejas (enero de 1933), un enfrentamiento entre la Guardia Civil y anarquistas/jornaleros. Este suceso marcó una separación creciente entre el proletariado rural y la República.
- Reforma del Ejército: Impulsada por Azaña (Ministro de Guerra), buscaba modernizar y democratizar las fuerzas armadas, resolviendo dos problemas históricos: la macrocefalia (exceso de oficiales) heredada, en parte, de la Guerra de Marruecos, y la intervención militar en política (recordando incidentes como el de la revista ¡Cu-Cut!). Se ofreció el retiro voluntario con sueldo íntegro, lo que redujo el número de oficiales, pero generó descontento en sectores conservadores del ejército. En 1932, el General Sanjurjo intentó un golpe de Estado fallido contra la República (la “Sanjurjada”).
- Reformas Laicas (Cuestión Religiosa): La Iglesia Católica se mostró mayoritariamente contraria a la República desde el principio. Durante este bienio, la relación no mejoró. Tres reformas clave afectaron a la Iglesia:
- Pérdida del control sobre la educación.
- Aprobación del matrimonio civil y el divorcio.
- Eliminación del presupuesto estatal para el clero y el culto.
- Estatuto de Autonomía de Cataluña (1932): Se firmó el Estatuto de Núria, que permitía a Cataluña tener un parlamento (Parlament) y gobierno (Generalitat) propios. Fue dirigido inicialmente por Francesc Macià y, tras su muerte, por Lluís Companys.
- Reforma Laboral: Llevada a cabo principalmente por el Ministro de Trabajo, el socialista Largo Caballero. Pretendía mejorar las condiciones laborales (jornada de 8 horas, salario mínimo, jurados mixtos). La patronal se opuso frontalmente, lo que granjeó a la República la enemistad de muchos empresarios.
- Reforma Educativa: Hacia 1930, una gran parte de la población española era analfabeta. El gobierno republicano impulsó un ambicioso plan: crearon más de 12.000 escuelas y licenciaron a 7.000 maestros. Sin embargo, en muchos pequeños pueblos la educación no llegó o lo hizo precariamente. Se impulsaron iniciativas culturales como las Misiones Pedagógicas y el grupo de teatro universitario “La Barraca”.
Reacciones desde Diversos Posicionamientos
- IGLESIA CATÓLICA: Se opuso frontalmente a las reformas laicistas de la República. Dos medidas causaron especial rechazo: la prohibición a las órdenes religiosas de ejercer la enseñanza (Ley de Congregaciones, aunque su aplicación se pospuso) y la disolución de la Compañía de Jesús en España. Durante este Bienio, sucedieron algunos atentados anticlericales (quema de conventos en mayo de 1931), aunque la respuesta del gobierno fue criticada por insuficiente por unos y por excesiva por otros.
- CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas): Surgió en 1933 como respuesta a la coalición Republicano-Socialista. Liderada por José María Gil-Robles, fue un partido de masas que unió a diversas derechas católicas y agrarias. Defendían a la Iglesia Católica y el derecho a la propiedad. Eran accidentalistas respecto a la forma de gobierno (monarquía o república), siendo su principal ambición llegar al poder para revisar la Constitución y las reformas.
- PARTIDO RADICAL: Liderado por Alejandro Lerroux, evolucionó desde posiciones anticlericales a un republicanismo más conservador y de centro-derecha. Se convirtió en un punto de encuentro para sectores descontentos con las reformas de izquierdas y atrajo a algunos monárquicos desencantados.
- MOVIMIENTO OBRERO: Estaba profundamente dividido. El principal punto conflictivo fue la relación con la patronal (burguesía) y la estrategia a seguir (reformista vs. revolucionaria). La UGT (socialista) colaboró inicialmente con el gobierno, mientras la CNT (anarcosindicalista) mantuvo una postura de confrontación.
- MOVIMIENTO ANARQUISTA (CNT-FAI): Muy importante en una España todavía mayoritariamente rural y con fuerte presencia industrial en Cataluña. Se hicieron fuertes en Andalucía y Cataluña. Convocaron huelgas, manifestaciones y protagonizaron insurrecciones. El incidente más grave fue el de Casas Viejas, que a finales del Bienio supuso una ruptura traumática entre el proletariado rural anarcosindicalista y la República. Los anarquistas estaban desesperados por la lentitud y los escasos resultados de la reforma agraria e iniciaron levantamientos contra la Guardia Civil en varios pueblos.
- EJÉRCITO: La oposición militar conservadora vino representada por figuras como Sanjurjo y su intentona golpista.
El Bienio termina con la convocatoria de elecciones en noviembre de 1933, en las que la CEDA y el Partido Radical (derecha y centro-derecha) obtuvieron la mayoría, dando paso al Bienio Radical-Cedista.
La Guerra Civil Española (1936-1939): Evolución Política y Económica
Introducción: La Guerra Civil Española (1936-1939) es considerada por muchos historiadores un antecedente directo de la Segunda Guerra Mundial. Estalló cuando una parte del ejército, liderada inicialmente por Mola y Sanjurjo, y posteriormente por Francisco Franco, dio un golpe de Estado contra el gobierno de la Segunda República en julio de 1936. El golpe fracasó en dividir España, dando lugar a una cruenta guerra. Los sublevados argumentaban que España estaba al borde de una revolución comunista similar a la rusa de 1917. Desde julio de 1936, entraron en conflicto dos modelos de Estado antagónicos: el modelo republicano (con fuertes componentes obreros y democráticos) y el modelo autoritario y fascista defendido por los sublevados.
POLÍTICA
Zona Republicana
Al inicio de la guerra, tras el fracaso parcial del golpe, el poder del Estado se fragmentó. Grupos obreros (milicias de partidos y sindicatos) se organizaron de forma autónoma, produciendo un atomismo en el poder y una situación revolucionaria en muchas áreas. La decisión del gobierno de José Giral de entregar armas al pueblo, aunque necesaria para defender la República, dificultó la posterior organización de un ejército regular y unificado. Meses después, en septiembre de 1936, se formó un gobierno de coalición más amplio presidido por Largo Caballero (PSOE), que incluyó a ministros de la CNT (anarcosindicalistas). A pesar de los esfuerzos, no se logró consolidar un mando militar y político totalmente unificado debido a las profundas diferencias ideológicas entre comunistas, socialistas, republicanos y anarquistas. En mayo de 1937, las tensiones estallaron en Barcelona (Hechos de Mayo), donde se enfrentaron fuerzas de la Generalitat y comunistas contra la CNT y el POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). Este conflicto desestabilizó gravemente al gobierno y provocó la dimisión de Largo Caballero, siendo sustituido por Juan Negrín (PSOE), quien, apoyado por los comunistas, intentó centralizar el poder y el esfuerzo bélico. Hacia 1939, Negrín seguía buscando la resistencia a ultranza con el apoyo de la URSS y de los sectores obreros más combativos, mientras otros sectores del ejército y del movimiento obrero abogaban por la rendición.
Zona Sublevada (Nacional)
Al inicio, los sublevados también estaban divididos ideológicamente (Falangistas, Tradicionalistas/Carlistas y Monárquicos Alfonsinos), cada grupo con una idea diferente del Estado que debía surgir tras la victoria:
- Falangistas: Querían un Estado fascista totalitario, similar a la Italia de Mussolini.
- Tradicionalistas (Carlistas): Principalmente navarros, fieles a la monarquía tradicional, ultracatólicos y foralistas.
- Monárquicos Alfonsinos y CEDA: Partidarios de una monarquía autoritaria o una dictadura militar previa a la restauración.
Francisco Franco, tras afianzarse militarmente, fue nombrado Generalísimo de los Ejércitos y Jefe del Gobierno del Estado el 1 de octubre de 1936 en Burgos, consolidándose como líder indiscutible de la derecha sublevada. Se erigió como líder del Estado, Gobierno y Ejército, creando un gobierno militar de facto. Buscaba establecer un Estado autoritario, antiliberal, antiparlamentario y católico. En abril de 1937, promulgó el Decreto de Unificación, que fusionó por la fuerza a todas las tendencias políticas del bando sublevado (principalmente Falange Española y Comunión Tradicionalista) en un partido único: Falange Española Tradicionalista y de las JONS (FET y de las JONS), bajo su jefatura suprema.
ECONOMÍA
Zona Republicana
Se implantó una economía de guerra, pero interpretada de forma diferente por los distintos grupos. Los anarquistas y parte de los socialistas impulsaron la colectivización de tierras e industrias, especialmente en Cataluña y Aragón, organizando la producción en forma de comunas o empresas autogestionadas. Los comunistas y republicanos, en cambio, se opusieron a una revolución social profunda durante la guerra, conscientes de que dar una imagen internacional excesivamente revolucionaria les restaría apoyos de las democracias occidentales. Defendían la prioridad del esfuerzo bélico y el mantenimiento de cierta propiedad privada. Al principio, la República controlaba las principales áreas industriales del país (Cataluña, País Vasco, Asturias, Madrid) y zonas agrícolas importantes, además de las reservas de oro del Banco de España.
Zona Sublevada
Inicialmente, cada centro militar sublevado controlaba económicamente su provincia. Esto cambió cuando Franco se declaró mando único y estableció un gobierno centralizado en Burgos. Controlaba importantes zonas agrícolas (Castilla, Galicia, parte de Andalucía) y, progresivamente, fue conquistando áreas industriales. Franco utilizó una estrategia de “Guerra Total”, poniendo todos los recursos económicos al servicio del esfuerzo bélico, estableciendo un férreo control estatal y recibiendo ayuda financiera y material de Alemania e Italia, lo que hizo que España acumulara una importante deuda con estas potencias. Este esfuerzo económico se formalizó con la creación de organismos estatales de control en el Gobierno de Burgos a partir de 1938.
DIMENSIÓN INTERNACIONAL DEL CONFLICTO
El gobierno de la República ya preveía la amenaza de un golpe militar (recordando la “Sanjurjada” de 1932) y había intentado alejar a los generales considerados más peligrosos (Franco a Canarias, Mola a Pamplona, Goded a Baleares). El Golpe de Estado y la subsiguiente Guerra Civil atrajeron inmediatamente la atención europea, siendo considerada un preludio de la Segunda Guerra Mundial, un enfrentamiento entre fascismo y antifascismo.
La República buscó apoyo internacional, especialmente de las democracias como Gran Bretaña y Francia. Sin embargo, estas potencias impulsaron una política de No Intervención, temerosas de que el conflicto español escalara a una guerra europea y por la presión de sectores conservadores internos. Solo la URSS y México apoyaron abiertamente a la República, enviando material bélico (pagado con el oro español), asesores militares y apoyo diplomático. También llegaron las Brigadas Internacionales, unos 60.000 voluntarios de todo el mundo que vinieron a defender la República por convicción antifascista.
El bando sublevado contó con un apoyo internacional mucho más decidido y eficaz por parte de la Italia fascista de Mussolini y la Alemania nazi de Hitler, que enviaron tropas (Corpo Truppe Volontarie italiano, Legión Cóndor alemana), armamento moderno, asesores y apoyo logístico. También recibieron el apoyo moral y diplomático del Vaticano y de Portugal.
La guerra fue, por tanto, muy desigual en cuanto a la ayuda exterior recibida, lo que favoreció claramente al bando finalmente vencedor.
La Dictadura Franquista: Institucionalización del Régimen, Relaciones Internacionales y Etapas Políticas (1939-1975)
El franquismo triunfó como régimen totalitario y logró restablecerse y mantenerse en el poder durante casi 40 años. Para ello, fue necesario crear un entramado legal e institucional que acompañara a la dictadura, legitimara el Régimen y se adaptara a las circunstancias, aunque sin cambiar la ideología fundamental de Franco.
Leyes Fundamentales del Franquismo
Estas leyes actuaron como una especie de “constitución” no democrática del régimen:
- Fuero del Trabajo (1938): Promulgado aún en guerra, Franco quiso establecer las bases de la organización laboral y económica del nuevo Estado. Inspirado en el fascismo italiano, prohibía las huelgas y los sindicatos libres, imponiendo un sindicato vertical único y estableciendo los deberes y derechos (muy limitados) de los trabajadores.
- Ley Constitutiva de las Cortes (1942): Se aprobó la creación de unas Cortes Españolas, pero no eran democráticas. Los diputados (procuradores) accedían por designación directa de Franco o en representación de organismos corporativos (sindicato vertical, municipios, familias, etc.), no por elección popular. Su función era consultiva y de ratificación de las leyes del gobierno, ya que esta estructura no era representativa del pueblo español y no proyectaba una buena imagen democrática.
- Fuero de los Españoles (1945): Proclamaba una serie de derechos y deberes, como la teórica igualdad de los españoles ante la ley, pero siempre subordinados a los principios del régimen y sin garantías efectivas. Concedía ciertas libertades (expresión, reunión) pero muy restringidas y controladas. Fue una de las leyes más importantes promulgadas durante el franquismo, en un intento de mejorar la imagen internacional tras la derrota del Eje.
- Ley de Referéndum Nacional (1945): Proponía la posibilidad de someter a votación nacional (referéndum) ciertas leyes importantes, aunque Franco apenas la utilizó y siempre de forma controlada.
- Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947): Definía a España como un Reino y establecía que Franco era Jefe de Estado vitalicio, con la potestad de nombrar a su sucesor a título de Rey o Regente. Fue una especie de testamento político: Franco quería organizar la continuidad del régimen a través de la monarquía, reservándose la elección del candidato (que finalmente sería Juan Carlos de Borbón).
- Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958): Se promulgó durante los años en que España comenzaba su apertura internacional. Franco quería desvincular la imagen del régimen del fascismo derrotado de Hitler y Mussolini. Esta ley fijaba los principios ideológicos básicos e inalterables del franquismo (unidad de España, catolicismo, anticomunismo, etc.), que debían inspirar toda la legislación.
- Ley Orgánica del Estado (1967): Franco ya estaba preparando la sucesión para cuando él muriera. Esta ley completaba el entramado institucional, separando formalmente la Jefatura del Estado (que seguiría Franco y luego el Rey) de la Presidencia del Gobierno (que podría ocupar otra persona, como ocurrió con Carrero Blanco).
Relaciones Internacionales y Etapas Políticas
Las relaciones internacionales y las etapas políticas internas del franquismo están estrechamente conectadas:
- 1ª etapa (1939-1945): Hegemonía del Eje y Aislamiento Inicial
- Internacional: Alianza ideológica y simpatía con los regímenes totalitarios europeos (fascismo italiano y nazismo alemán). España se declara neutral pero luego “no beligerante”, apoyando al Eje.
- Política interna: Gran influencia de Falange. Serrano Súñer (cuñado de Franco y filonazi) organiza el nuevo modelo de Estado. Gran protagonismo del ejército. Creación de la División Azul para luchar junto a Alemania contra la URSS. Dura represión interna.
- 2ª etapa (1945-1950/53): Aislamiento Internacional y Nacionalcatolicismo
- Internacional: Tras la derrota del Eje, España sufre el aislamiento internacional. Queda fuera de la ONU y del Plan Marshall (1948). Retirada de embajadores.
- Política interna: Se impone la ideología del nacionalcatolicismo, con gran influencia de la Iglesia. Época de autarquía económica, estancamiento y gran represión social y política.
- 3ª etapa (Años 50): Reconocimiento Internacional en la Guerra Fría
- Internacional: La Guerra Fría hace que EE.UU. se interese en España por su valor estratégico anticomunista. Firma de los Pactos de Madrid con EE.UU. (1953) (bases militares a cambio de ayuda económica y militar) y del Concordato con la Santa Sede (1953).
- Política interna: En 1950, la ONU retira la condena a España, permitiendo el regreso de embajadores. En 1955, España ingresa en la ONU. La década termina con la visita del presidente de EE.UU., Eisenhower, a España (1959), simbolizando el fin del aislamiento. Comienzan a ganar peso los ministros tecnócratas vinculados al Opus Dei.
- Última etapa (Años 60 y principios de los 70): Desarrollismo y Aperturismo Controlado
- Internacional: Consolidación de relaciones con Occidente (excepto CEE), auge del turismo.
- Política interna: Conocida como “Desarrollismo” o Segundo Franquismo. Época de crecimiento económico y modernización industrial (Plan de Estabilización de 1959), acompañado de gobiernos dominados por tecnócratas. Cierto aperturismo social y cultural, pero manteniendo la dictadura y la represión de la oposición. Creciente conflictividad social y política (movimiento obrero, estudiantes, nacionalismos).
Conclusión: El régimen franquista demostró una notable capacidad de adaptación para sobrevivir a las diferentes etapas políticas internacionales y a las transformaciones internas. Empezó en 1939 con gobiernos de fuerte impronta militar y falangista y acabó casi 40 años después con gobiernos de perfil más técnico y civil (tecnócratas). A pesar de estas transformaciones superficiales, el régimen mantuvo intactas sus principales instituciones autoritarias y sus fundamentos ideológicos hasta la muerte de Franco en 1975.