Explorando ‘Los Pazos de Ulloa’: Temas, Personajes y Naturalismo

1. Introducción a Emilia Pardo Bazán: Biografía y Trayectoria

Emilia Pardo Bazán (1851-1921) fue una escritora, periodista y ensayista española, considerada una de las figuras más relevantes del realismo y naturalismo en la literatura española. Su obra está marcada por una profunda preocupación por el papel de la mujer en la sociedad y por una visión crítica de la realidad, donde predominan los elementos deterministas y el estudio de los instintos humanos. Los pazos de Ulloa (1886) es una de sus novelas más destacadas y un claro exponente del naturalismo en España.

2. Temática de la Obra

La novela refleja la decadencia de la aristocracia rural gallega, mostrando un mundo dominado por la violencia, la corrupción y la brutalidad. Se centra en la llegada del párroco Julián a los Pazos de Ulloa, donde debe enfrentarse a un ambiente hostil y primitivo, caracterizado por la descomposición moral de sus habitantes. La obra plantea un enfrentamiento entre la civilización y la barbarie, así como una crítica a la influencia del entorno en el comportamiento humano.

3. Explicación del Fragmento

El fragmento seleccionado presenta un episodio en el que Sabel, la sirvienta de los Pazos, intenta seducir a Julián. Mientras el joven capellán lee un libro religioso, Sabel finge un desmayo para atraer su atención y provocar una situación de cercanía física. Julián, inicialmente ingenuo y preocupado por la salud de la joven, pronto comprende sus verdaderas intenciones y reacciona con violencia, expulsándola airadamente de la habitación. Sin embargo, poco después reflexiona sobre su actitud, lamentando no haber actuado con mayor caridad cristiana.


4. Estructura del Fragmento

  • Estructura externa: El texto combina narración, descripción y diálogo. Destaca la reflexión posterior de Julián, que matiza su reacción inicial.

  • Estructura interna:

    • Introducción: Julián lee tranquilo cuando Sabel entra en la habitación.

    • Nudo: Sabel finge un desmayo, y Julián, al comprender la situación, la rechaza con indignación.

    • Desenlace: Julián reflexiona sobre su comportamiento y se cuestiona su falta de compasión cristiana.

5. Punto de Vista del Narrador

El fragmento está narrado en tercera persona por un narrador omnisciente, que no solo describe los hechos, sino que también penetra en los pensamientos y emociones de Julián. Esto permite mostrar la evolución psicológica del personaje y resaltar el conflicto entre sus impulsos y su moral religiosa.

6. Interpretación Naturalista y Católica del Fragmento

El naturalismo se refleja en la presentación de los personajes como producto de su entorno y sus instintos. Sabel, criada en un ambiente de rudeza y libertinaje, actúa según lo que ha aprendido, mientras que Julián, a pesar de su formación religiosa, se deja llevar por una reacción visceral. La visión católica también está presente en la reflexión posterior del capellán, quien reconoce su deber de guiar a los demás en lugar de despreciarlos.

7. Análisis de los Personajes

  • Julián: Se muestra como un personaje tímido, inexperto y profundamente religioso. Su reacción airada revela su incapacidad para manejar situaciones de tensión moral, lo que refleja su lucha interna entre su condición humana y su vocación espiritual.


  • Sabel: Representa la seducción instintiva y la falta de recato, herencia de su entorno y de su relación con su padre, Primitivo. Su actitud contrasta con la timidez y rigidez moral de Julián.

8. Estilo y Lenguaje

El lenguaje del fragmento es culto y refleja el tono literario característico de la autora. Destaca el uso de un lenguaje elevado en la reflexión de Julián, lo que resalta su carácter pedante y su rigidez moral. La narración se combina con diálogos que enfatizan el dramatismo de la escena.

9. Conclusión

Este fragmento es un claro ejemplo del naturalismo español, donde se enfrenta la naturaleza instintiva de Sabel con la moral represiva de Julián. La escena refleja la lucha entre la civilización y la barbarie, una de las temáticas centrales de Los pazos de Ulloa. La evolución del capellán evidencia cómo el medio hostil en el que se encuentra le obliga a replantearse sus valores y reacciones, subrayando la idea naturalista de que solo los más fuertes sobreviven.

El realismo: y ciertamente el realismo presenta como rasgo fundamental, la rigurosa observación de la vida con pretensiones científicas. Los autores aportan nuevos métodos de explotar. La realidad se documentan sobre el terreno o consultando abundante biografía, buscando una fidelidad descriptiva casi notarial.

Temas: El tema central de la obra es la oposición entre naturaleza y civilización, de modo que son las fuerzas naturales las que triunfan.

El tema central se construye con los siguientes secundarios: política y costumbres ancestrales, religión y brujería, la casa y la pasión frente a los sentimientos, fundamentalmente el amor materno.

Y a su vez estos temas secundarios se sirven de motivos que desempeñan una función importante en la estructura de la obra:

  • Envilecimiento y brutalidad del medio rural
  • Nobleza decadente, representada por el marqués y en menor medida por su familia de Santiago
  • El caciquismo como signo de la corrupción política, imperante la ley de la fuerza y de la astucia, representada por Primitivo
  • La iglesia oficial acomodada al poder a la que se opone un sentimiento religioso de carácter idealista, encarnado por Julián.


Julián: es un capellán que es mandado por el señor de la Lage para ayudar a su sobrino el marqués de Ulloa, a resolver los problemas que surjan en los Pazos de Ulloa. En cuanto a los rasgos físicos, Julián es joven, sin barba, con cara de niño y ejerce como cura. Es un hombre bueno y sereno muy devoto que intenta por todos los medios el buen final de la familia y de la comunidad en general, intimando por todo cuando le rodea, ya sea la naturaleza o los criados y señores de la zona con los que mantiene un contacto estéril desconcertante durante la novela. Verá su temperamento puesto a prueba por este entorno y las distintas dificultades que le surgirán que acometerá como pruebas de Dios, asemejándose a la virgen y Cristo, aunque se verá separado de ellas.

El marqués de Ulloa, su nombre real es don Pedro Moscoso de Cabreira y Pardo de la Lage. Es llamado por familiares y amigos como Perucho. Es sobrino del señor de la Lage, se quedó huérfano de padres siendo niño. Es el dueño de los Pazos, se hace llamar marqués aunque nadie le haya otorgado tal título. Tiene un hijo ilegítimo con Isabel, la cocinera del Castillo, al que no da educación ninguna. Más tarde, se convirtió en el marido de la señorita Marcelina. Tiene un comportamiento brutal, vive para la caza y cuando se enfurece maltrata a cuantos le rodeen, se mantendrá impasible en este campo durante toda la novela, incluso tras el matrimonio con Nucha, que en un principio parece humanizarle, haciéndole más tierno y tratable.

Primitivo es el criado del marqués, que actúa como su secretario, mueve todos los hilos de los Pazos, llevando no solo las cuentas administrativas, sino todo aquello que sucede, entra o sale a escondidas de su amo. Le roba dinero para sus propios beneficios, haciendo de ellos la que él piensa que es la mejor inversión. Es el padre de Isabel y abuelo de Perucho. Tiene mal carácter y es muy astuto a pesar de ser casi analfabeto, planea quedarse con las posesiones de don Pedro situando a su nieto en cabeza de la herencia de familia. No demuestra amor hacia ninguno de ellos y se muestra como una persona fría y calculadora.


Nucha: el nombre por el cual se conoce a Marcelina, hija del señor de la Lage, es la tercera de las hermanas. Marcelina es dada en matrimonio a don Pedro con quien tiene una hija. Tras el parto queda gravemente enferma y muy apegada a la chiquilla. Es una mujer de fe, muy tranquila y sumisa que aguanta lo que se le venga encima con tal de ser una buena mujer y madre esposa y nunca se queja de nada de lo que sucede de sus penas y temores.

La novela naturalista: la novela se inscribe dentro de lo que se denomina literatura naturalista. La propia autora en La cuestión palpitante reclamaba que la literatura debe recoger la realidad en todos sus aspectos, incluso los más mínimos o los más sórdidos.

Y eso es lo que lleva a cabo en su novela, lo desagradable (la forma como se emborracha a Perucho), lo tierno (la descripción de la niña de Nucha), lo humorístico (algunos rasgos caracterizadores del ama de cría un tanto tosca). Todo está recogido en las páginas de la novela, a la vez que descriptivas descripciones de objetos y costumbres. En este sentido, la obra es proyección de las teorías y técnicas naturalistas: cómo influye en el individuo el medio ambiente, su fisiología, las cargas de herencia genética. Los pazos de Ulloa ponen al descubierto la fisiología de una sociedad cerrada que vive según pautas naturales a través de un testigo, Julián, ajeno a la misma que, ingenuo y sin ideas preconcebidas, se adentra en la realidad de los pagos.