Fundamentos del Empirismo: Conocimiento y Ética según Hume

Teoría del Conocimiento

1.1. El Empirismo

El empirismo es la corriente filosófica que afirma que el origen y los límites del conocimiento residen en la experiencia. Otras ideas que se derivan de la afirmación anterior son:

  • La supremacía de la experiencia.
  • La negación de las ideas innatas.
  • El rechazo de la metafísica como ciencia.
  • Las ciencias experimentales, como la física de Newton, son el modelo del conocimiento.
  • El realismo (en cuanto al punto de partida, aunque luego matizado).
  • El método inductivo como base del conocimiento fáctico.

1.2. Las Percepciones y sus Tipos

Las percepciones son todo el contenido de la mente. Se dividen en impresiones e ideas, y a su vez, en simples y complejas.

Clasificación

  • Atendiendo a la primacía y origen, se dividen en impresiones e ideas. Por un lado, las impresiones tienen más fuerza y vivacidad que las ideas. Por otro lado, respecto al origen: las ideas son copias o imágenes atenuadas de las impresiones.
  • Respecto a su composición, las percepciones se distinguen entre: percepciones simples, que son las que no pueden descomponerse en percepciones más elementales, y percepciones complejas, que admiten descomposición en percepciones simples.

1.3. Impresiones: Definición y Tipos

Las impresiones son los primeros datos de nuestra mente, cuyas modificaciones dan lugar al resto de percepciones que aparecen en ella. Se dividen de dos formas:

  • Impresiones de sensación y reflexión: dependen de la supuesta influencia del mundo exterior o de la capacidad reflexiva de la mente.
    • Impresiones de sensación: Incluyen las sensaciones de dolor y placer, y las impresiones sensoriales (colores, sonidos, etc.).
    • Impresiones de reflexión: Incluyen las pasiones y las emociones (deseo, aversión, esperanza, miedo, etc.).
  • En base a su complejidad, se dividen en impresiones simples, que no se pueden descomponer en otras más básicas, e impresiones complejas, que se pueden descomponer en percepciones o impresiones más simples.

1.4. Ideas: Definición y Tipos

Las ideas son imágenes debilitadas de las impresiones, copias menos vivaces que aparecen en el pensamiento y el razonamiento. Tipos:

  • Ideas simples: Corresponden a impresiones simples.
    • Ideas simples de reflexión.
    • Ideas simples de sensación.
      • Ideas de cualidades primarias (extensión, figura).
      • Ideas de cualidades secundarias (color, olor, sabor).
  • Ideas complejas: Formadas por la asociación de ideas simples.
    • Ideas de Modos (propiedades o afecciones de las substancias).
    • Ideas de Relaciones (comparaciones entre ideas: identidad, causalidad, etc.).
    • Ideas de Substancias (colecciones de ideas simples unidas por la imaginación).

1.5. La Asociación de Ideas

La asociación de ideas es la disposición natural de la imaginación por la que nuestra mente tiende a relacionar diversas ideas. La base de la asociación de ideas es el hábito o la costumbre, que es una disposición que se crea en nuestra mente a partir de la experiencia reiterada de algo.

Leyes de la asociación de ideas:

  • Semejanza: Una idea tiende a evocar ideas similares.
  • Contigüidad en el espacio y en el tiempo: Ideas de objetos cercanos en el espacio o tiempo tienden a asociarse.
  • Relación de causa-efecto: La idea de una causa tiende a llevarnos a la idea de su efecto, y viceversa.

1.6. Tipos de Conocimiento: Relaciones de Ideas y Cuestiones de Hecho

Hume distingue dos tipos de conocimiento o proposiciones:

  • Las relaciones de ideas establecen conexiones entre ideas y conceptos. No surgen de la experiencia, sino del razonamiento lógico y la definición. Son universales y necesarias (su negación implica contradicción). Su verdad es independiente de la experiencia, como el conocimiento de las ciencias formales (matemáticas, geometría, lógica). Ejemplo: “El todo es mayor que la parte”.
  • Las cuestiones de hecho son afirmaciones en las que se establecen relaciones entre hechos que hemos de comprobar mediante la observación y la experiencia. Son probables y contingentes (su negación es posible y no implica contradicción). La verdad o falsedad de estos conocimientos depende de la experiencia, como ocurre en las ciencias empíricas (física, química, biología). Ejemplo: “El sol saldrá mañana”.

1.7. Criterio de Verdad Empirista

El criterio de verdad empirista de Hume afirma que solo es verdadera (tiene significado) aquella idea que tiene como base una impresión correspondiente. Si no podemos encontrar la impresión de la que deriva una idea, esta es considerada ilegítima o vacía de contenido cognoscitivo. Hume lo utiliza para juzgar todas las ideas principales de la metafísica tradicional.

1.8. Crítica a la Metafísica

Aplicando su criterio de verdad, Hume realiza una profunda crítica a los conceptos fundamentales de la metafísica:

  • Crítica a la idea de sustancia extensa (mundo material): No tenemos impresión de una “sustancia” subyacente a las cualidades que percibimos, solo de las cualidades mismas.
  • Crítica a la idea de sustancia infinita (Dios): No tenemos ninguna impresión sensible de Dios, por lo que la idea carece de fundamento empírico. Los argumentos para demostrar su existencia no son concluyentes.
  • Crítica a la idea de sustancia pensante (yo o alma): No tenemos una impresión constante y permanente del “yo”, solo un flujo continuo de percepciones (pensamientos, sentimientos). El “yo” es un “haz de percepciones”.
  • Crítica al principio de causalidad: La conexión necesaria entre causa y efecto no se basa en una impresión, sino en el hábito o costumbre generado por la observación repetida de la conjunción constante de dos fenómenos. Solo podemos observar contigüidad y sucesión, no conexión necesaria.
  • La probabilidad como fundamento de la ciencia: Dado que la causalidad se basa en el hábito y no en la certeza lógica, las leyes científicas (basadas en cuestiones de hecho) solo pueden aspirar a ser probables, no absolutamente ciertas.

1.9. Fenomenismo y Escepticismo

La filosofía de Hume desemboca en:

  • Fenomenismo: Sostiene que no se puede conocer la realidad en sí misma (las “sustancias”), sino únicamente los fenómenos, es decir, las percepciones (impresiones e ideas) tal como aparecen ante la mente. La realidad queda reducida a una mera aparición o manifestación de fenómenos ante la mente.
  • Escepticismo (moderado): Niega la posibilidad de alcanzar un conocimiento absoluto y cierto sobre las cuestiones de hecho y la metafísica. Nuestro conocimiento sobre el mundo se basa en la creencia y la probabilidad, derivadas del hábito, no en la certeza racional o la evidencia indudable.

Ética

2.1. La Falacia Naturalista

Hume es conocido por señalar lo que posteriormente se denominó la falacia naturalista. Sostiene que el ‘ser’ de las cosas (hechos descriptivos) y el ‘deber ser’ (valores o prescripciones morales) pertenecen a ámbitos distintos y no se pueden identificar ni derivar lógicamente el uno del otro. El error, según Hume, consiste en pretender deducir conclusiones éticas (deber ser) a partir de premisas que son únicamente enunciados de hechos (ser) basados en la razón o la observación. Hume critica así la tradición filosófica del intelectualismo moral (que basa la moral en la razón) y las éticas naturalistas (que derivan la moral de la naturaleza humana o del mundo). Argumentos como los que intentan justificar el racismo, el esclavismo, el machismo o la homofobia basándose en supuestos hechos naturales a menudo incurren en este tipo de falacia.

2.3. Emotivismo Moral

El emotivismo moral es la teoría ética de Hume, según la cual el fundamento de la experiencia moral no lo encontramos en la razón, sino en el sentimiento: las pasiones (placer o dolor, aprobación o desaprobación) que las acciones y cualidades de las personas despiertan en nosotros. Esta tesis parte de la idea de que las distinciones morales (bueno/malo, justo/injusto) no se derivan de la razón ni de la experiencia objetiva; no son ni cuestiones de hecho ni relaciones de ideas. Por tanto, el emotivismo moral se opone radicalmente al intelectualismo moral.

El emotivismo moral se acerca mucho más a la concepción corriente o de sentido común al destacar la importancia de la esfera de los sentimientos y las emociones en la vida moral. Al afirmar la subordinación de la razón a los sentimientos (“La razón es, y solo debe ser, esclava de las pasiones”), Hume adopta una posición antirracionalista en ética. La moralidad, por tanto, se siente más que se juzga racionalmente. Son los sentimientos los que nos guían en la moral.

Los sentimientos de aprobación (simpatía) y desaprobación (antipatía), inscritos en la naturaleza humana, son el origen de nuestra distinción entre virtudes y vicios, pues nos indican qué clase de cualidades y acciones suscitan la estima propia y la de los demás.

2.4. Utilitarismo

Aunque Hume no es estrictamente un utilitarista como Bentham o Mill, su ética tiene un fuerte componente utilitarista. Esta tesis sostiene que uno de los fundamentos principales de la aprobación o la desaprobación moral es la utilidad de las acciones para la sociedad. Es decir, si las acciones contribuyen a la felicidad y bienestar de la sociedad, serán consideradas buenas (generan simpatía y aprobación moral) y reconocidas como virtudes (especialmente las “virtudes artificiales” como la justicia). Por el contrario, aquellas acciones que son inútiles o perjudiciales, por producir infelicidad en la mayoría de la sociedad, producen antipatía, desagrado y desaprobación moral, y son reconocidas como vicios.