Explorando la Mente: Trastornos, Terapias y Psicología Social y Organizacional

Definiciones Fundamentales en Psicología

  • Ansiedad: Reacción de miedo y malestar difuso ante amenazas generalmente poco definidas, reales o imaginarias.
  • Neurosis: Es un trastorno leve de la personalidad, tal como una obsesión o una fobia.
  • Psicosis: Desorden grave caracterizado por la pérdida de contacto con la realidad y por un deterioro severo de la personalidad.
  • Disfunción eréctil: Incapacidad de un varón para alcanzar o mantener una erección.
  • Eyaculación precoz: Incapacidad del varón para retardar el orgasmo el tiempo necesario para culminar la relación sexual.
  • Anorgasmia: Incapacidad de alcanzar el orgasmo.
  • Vaginismo: Incapacidad de la mujer para realizar el coito debido a la contracción involuntaria de los músculos vaginales.
  • Dispareunia: Imposibilidad de mantener una relación sexual sin dolor.
  • Zoofilia: Realización de actividad sexual con animales.
  • Necrofilia: Atracción sexual y realización de actos sexuales con cadáveres.
  • Narcisismo: Enamoramiento y admiración dirigidos hacia uno mismo. Esta palabra viene de Narciso, joven mitológico que, al verse tan bello reflejado en el agua, quiso abrazarse y se ahogó.
  • Esteroides: Sustancias similares a las hormonas sexuales masculinas (andrógenos) cuyo consumo produce el crecimiento de los músculos esqueléticos.
  • Electrochoque (Terapia Electroconvulsiva – TEC): Estimulación eléctrica breve y brusca del cerebro por medio de unos electrodos colocados en el cuero cabelludo; actualmente se utiliza solo en los casos de depresión severa y trastornos graves.
  • Neurosis noógena: Trastorno mental causado por la frustración existencial que produce la falta de sentido vital.
  • Desensibilización sistemática: Tratamiento para las fobias que consiste en presentaciones graduales del estímulo temido en contextos gratificantes para el enfermo, de forma que los elementos positivos predominan siempre claramente sobre los desagradables hasta neutralizarlos totalmente.
  • Inundación (o exposición): Tratamiento similar a la desensibilización pero que se diferencia en que el sujeto se enfrenta desde el principio, con el apoyo adecuado, a la situación atemorizante.
  • Contrato conductual: Tratamiento dirigido a la modificación de la conducta que consiste en que el terapeuta y el paciente elaboran un documento escrito, que el paciente firma, en el que se especifican las conductas que deben realizarse o evitarse y las consecuencias que seguirán de cada conducta.
  • Taylorismo: Organización del trabajo industrial en la que las fases de la producción son planificadas y asignadas por la empresa, buscando así aumentar la productividad; fue objeto de la sátira de Chaplin en la secuencia de la película Tiempos Modernos.

Personalidad Amenazada: Estrés y Mecanismos de Defensa

Se sabe que el Síndrome General de Adaptación es la situación de presión o tensión psicológica que afecta a un organismo y le provoca ansiedad. El estrés está desencadenado por uno o varios factores llamados estresores y entre sus síntomas más conocidos aparecen la ansiedad, falta de concentración, irritabilidad, insomnio, etc. La psicología ha estudiado los factores y rasgos de la personalidad que influyen en la resistencia al estrés, y las estrategias que pueden usarse para evitar el coste energético de esa resistencia.

Por su parte, el psicoanálisis ha llevado a cabo la enumeración y definición de los mecanismos de defensa: son estrategias utilizadas por la personalidad que percibe una amenaza y, en vez de afrontarla, se autoengaña para no tener que hacerlo. La represión consiste en convertir inconscientemente en aquello que no se quiere admitir.

Mecanismos de Defensa

Negación

Es parecida a la represión, pero sin llegar a expulsar del todo de la conciencia. Consiste en no reconocer la realidad de lo que nos asusta o incomoda, hacer como si no fuera real pero sabiendo en el fondo que sí lo es.

Autoengaño

Las formas de distorsión son variadas. Nos podemos engañar sobre las causas del problema, atribuir a otro lo que en realidad nos pertenece pero no queremos aceptar (proyección), imitar o adoptar las actitudes de alguien para poder apropiarnos también de sus éxitos y olvidarnos de nuestros fracasos (identificación), o teorizar sobre un problema en vez de acometer su solución práctica (intelectualización).

Aplazamiento y Otras Distorsiones

Es posible desplazar las emociones reprimidas de unas personas a otras (desplazamiento), o cambiar un afecto en su contrario (formación reactiva). También podemos convertir deseos o impulsos de los que nos avergonzamos en sentimientos que la sociedad valora positivamente (sublimación), y finalmente podemos regresar a conductas propias de etapas en las que no teníamos que afrontar ese tipo de problemas (regresión).

Estos mecanismos de defensa pueden ser temporalmente eficaces, incluso a veces son inevitables, pero empeñarse en ignorar los problemas es menos rentable que afrontarlos con realismo.

Trastornos Mentales y Conductuales

¿Qué y Cuáles son los Trastornos Mentales?

No es fácil separar tajantemente entre lo que es y lo que no es un trastorno mental. Se necesita un doble criterio: por un lado, un criterio individual, es decir, un sufrimiento emocional o malestar en la persona que sufre el trastorno; y por otro, un criterio social, que es la presencia de conflictos duraderos en sus relaciones. Puede añadirse un criterio laboral o académico, aunque este no siempre aparece.

La salud mental es el ideal al que las personas se aproximan, pero nunca llegan a alcanzar plenamente; todo el mundo tiene alguna dosis de ‘enfermedad mental’. Hay trastornos mentales que permiten al sujeto llevar una vida normal y otros en los que se pierde el contacto con la realidad, como en la neurosis y la psicosis.

Las dos clasificaciones más utilizadas son las de la Organización Mundial de la Salud (CIE) y la de la Asociación Psiquiátrica Americana (DSM).

Trastornos Depresivos y Bipolar

Las personas que tienen este tipo de trastornos reducen drásticamente la gama de emociones posibles, estancándose en uno u otro de los extremos del espectro emocional. Aparecen la depresión y la manía.

  • Depresión: La persona se siente muy triste y pierde interés por las actividades, es incapaz de concentrarse en tareas, tiene pensamientos negativos recurrentes y, en ocasiones, se desprecia a sí misma o se siente culpable.
  • Manía: Es un estado de euforia, gran locuacidad y actividad extrema. Generalmente, la manía no se da sola, sino dentro de un trastorno que alterna episodios de depresión y episodios de manía: el trastorno bipolar. Según la duración y efectos de los episodios de manía, se distingue entre trastorno bipolar I y trastorno bipolar II.

Las causas de estos trastornos pueden ser biológicas, psicológicas y sociales.

Trastornos de Ansiedad y TOC

Aparecen reacciones de miedo exageradas o inmotivadas.

  • Fobias específicas: Son miedos irracionales ante determinadas situaciones u objetos.
  • Agorafobia: Miedo a los espacios abiertos o situaciones de las que escapar puede ser difícil (originalmente ‘miedo a la plaza pública’). Afecta a cualquier situación que aleje al sujeto de su fuente de seguridad habitual.
  • Ansiedad generalizada: Miedo prolongado e intenso a ‘nada en particular’.
  • Trastorno de pánico: Ataques intensos y repentinos de pánico.
  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT): Incluye, entre otros síntomas, recuerdos y sueños angustiosos, desórdenes psicosomáticos, pérdida de concentración, irritabilidad o reacciones desproporcionadas, miedos irracionales, etc., tras un evento traumático.
  • Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): No es una manifestación directa de ansiedad, sino una forma de evitarla. Lo que caracteriza al TOC son las obsesiones (pensamientos intrusivos y recurrentes) y las compulsiones (conductas repetitivas realizadas para reducir la ansiedad). La ansiedad aparece cuando el mismo sujeto u otra persona trata de detener esta conducta irracional.
  • Relacionados con el TOC aparecen otros trastornos compulsivos como la tricotilomanía (arrancarse el pelo) y la excoriación compulsiva (rascarse la piel).

Trastornos de Síntomas Somáticos

Forma de trastorno caracterizado por una serie de síntomas físicos que aparecen sin que exista causa médica alguna. La histeria (término histórico) es un ejemplo; hoy suele llamarse trastorno de conversión o de somatización. Es parecido al trastorno de ansiedad por enfermedad (hipocondría) y el trastorno dismórfico corporal (preocupación excesiva por defectos percibidos en la apariencia).

Trastornos Disociativos

Aquel en que una parte de la personalidad se separa o disocia del resto.

  • Trastorno de identidad disociativo (antes personalidad múltiple): Diferentes aspectos de una misma personalidad actúan como si fueran distintas identidades, saliendo cada una en momentos diferentes. Algunos psicólogos explican el origen de este trastorno como un mecanismo de defensa del niño que sufre abusos.
  • Despersonalización/Desrealización: Fenómeno en el que uno se ve a uno mismo desde fuera (despersonalización) o siente que el entorno no es real (desrealización).
  • Amnesia disociativa: Surge cuando alguien olvida algún episodio especialmente desagradable de su vida.
  • Fuga disociativa: Mucho más extraña, ocurre cuando el olvido se extiende a toda la existencia anterior, incluyendo la propia identidad, y en consecuencia se adopta una nueva identidad.

Trastornos Sexuales y de la Identidad de Género

  • Disfunciones sexuales: Son fallos en la respuesta sexual (deseo, excitación, orgasmo) o dolor asociado al coito, cuya causa puede ser psicológica u orgánica. Incluyen trastornos del deseo, la excitación, del orgasmo o por dolor (dispareunia, vaginismo).
  • Parafilias: Inclinaciones a conseguir la excitación y satisfacción sexual por medios distintos a los considerados normativos. Ejemplos: voyeurismo, fetichismo, sadomasoquismo, exhibicionismo, zoofilia, necrofilia. La parafilia más grave es la pedofilia (atracción sexual hacia los niños); si esta se traduce en comportamiento, hablamos de pederastia o abuso a niños.
  • Nota histórica: La homosexualidad figuró en listas de trastornos, pero la Organización Mundial de la Salud dejó de considerarla un trastorno mental en 1990.
  • Disforia de Género (antes Trastornos de identidad sexual): Casos en los que la identidad de género no coincide con el sexo asignado al nacer, causando malestar significativo.

Trastornos de la Personalidad

No se trata de episodios pasajeros, sino de patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento inflexibles y desadaptativos, alejados de lo que consideramos normalidad. Aparecen durante la adolescencia o inicio de la edad adulta y pueden durar toda la vida.

  • Personalidad esquizoide: Se caracteriza por la ausencia de deseo o nula habilidad del sujeto para entablar relaciones sociales, así como una marcada frialdad y distancia sentimental respecto a los demás. Son personas solitarias que por lo general no tienen amigos ni relaciones sentimentales.
  • Personalidad paranoide: Se manifiesta por la suspicacia y desconfianza hacia los otros, cuyas intenciones son siempre interpretadas como maliciosas. Además, estas personas son rencorosas, rechazan las críticas y se ven a sí mismas como racionales y objetivas.
  • Personalidad esquizotípica: Se manifiesta también como una suspicacia frente a los demás y tendencia a evitar las relaciones sociales, en este caso debido por lo general a creencias «mágicas» y comportamientos «extraños».
  • Personalidad dependiente: Se da en aquellos que son incapaces de tomar decisiones por sí mismos y de tener una mínima autonomía personal; en algunos casos utilizan su condición como un chantaje sentimental dirigido a las personas por las que temen ser abandonados.
  • Personalidad evitativa: Superficialmente parecida a la esquizoide por su tendencia al aislamiento, en realidad es propia de los que sí desean tener amigos y relaciones sociales, pero su timidez, complejo de inferioridad y miedo al rechazo se lo impiden.
  • Personalidad narcisista: Se caracteriza por una autoimagen exageradamente positiva, acompañada de fantasías de éxito, comportamientos arrogantes, necesidad de sentirse admirado y falta de empatía hacia los demás.
  • Personalidad limítrofe (o borderline): Se da en sujetos impulsivos e inestables, con dificultad para controlar la ira y fuerte tendencia a la autodestrucción (abuso de alcohol y drogas, inclinaciones suicidas, etc.).
  • Personalidad histriónica: Superficialmente parecida a la narcisista, se manifiesta como una exagerada atención a la propia imagen y necesidad de ser siempre el centro de atención, pero a la vez como una debilidad de carácter propia de personas altamente influenciables y demasiado sensibles a las críticas.
  • Personalidad obsesivo-compulsiva (Anancástica): Se manifiesta como una obsesión por el orden, la perfección y el control que interfiere con el desarrollo normal de las actividades personales y relaciones sociales. (Distinto del TOC).
  • Personalidad antisocial (psicopatía o sociopatía): Propia de los que manipulan a los demás en su propio beneficio y engañan, roban, causan daños físicos o morales e incluso matan sin ningún sentimiento de culpa.

Esquizofrenia y Otros Trastornos Psicóticos

La esquizofrenia es un trastorno psicótico en el que la persona vive en su mundo sin tener contacto adecuado con la realidad. Este mundo propio del esquizofrénico es a menudo caótico y desordenado, formado por pensamientos absurdos que se comunican de forma incoherente, emociones inadecuadas y conductas excéntricas, y muchas veces con alucinaciones (percepciones sin estímulo externo) y delirios (creencias falsas y fijas), a menudo de tipo paranoide. Inciden factores genéticos que determinan anomalías fisiológicas, entre las que destaca una alteración en los sistemas de dopamina en el encéfalo.

Trastornos del Neurodesarrollo

Son trastornos detectables en la infancia. Se incluyen aquí el Trastorno por Déficit de Atención (TDA) y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), y los Trastornos del Espectro Autista (TEA), como el Síndrome de Asperger (término ahora integrado en TEA).

  • TDA/TDAH: Lo característico del TDA es la incapacidad de mantener la atención en situaciones en las que los niños de la misma edad normalmente sí son capaces de hacerlo. Este hecho puede ir unido a una incontrolable impulsividad, que es lo que se conoce como niños hiperactivos. Cuando estas características aparecen juntas se habla de TDAH.
  • Autismo (TEA): Es un trastorno también de base genética, caracterizado por dificultades persistentes en la comunicación e interacción social, y patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades. Las conductas pueden parecer extrañas, aunque pueden tener su lógica peculiar. El autismo no es sinónimo de deficiencia intelectual; el retraso mental que presentan algunos individuos con autismo puede deberse en parte a la falta de habilidades lingüísticas y sociales.

Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)

  • Anorexia nerviosa: Percepción deformada del propio cuerpo, restricción del consumo de alimentos y la consiguiente pérdida de peso que, en vez de aminorar la falsa percepción, la refuerza. La persona anoréxica, cuanto más peso pierde y mayor es su delgadez, más dispuesta está a seguir adelgazando.
  • Bulimia nerviosa: Trastorno consistente en la sucesión de episodios de ingesta excesiva de comida (atracones) e, inmediatamente después, del uso de métodos inapropiados para evitar el aumento de peso (vómitos autoinducidos, laxantes, ejercicio excesivo).
  • Vigorexia (Dismorfia muscular): Trastorno mental que combina una conducta alimentaria desequilibrada con el exceso de ejercicio físico, a fin de lograr el desarrollo muscular deseado. Reducen drásticamente el consumo de lípidos, aumentando en cambio el de proteínas e hidratos de carbono y añadiendo a veces sustancias químicas como esteroides, lo que puede originar serias perturbaciones del metabolismo. Es de aparición más frecuente entre los varones, y sobre todo entre asiduos a los gimnasios.
  • Trastorno por atracón: Ingesta compulsiva de comida sin conductas compensatorias posteriores.
  • Pica: Hábito de ingerir sustancias no alimentarias.

Factores de riesgo: Las chicas adolescentes de clase media o alta con un cierto nivel de estudios son más propensas a anorexia y bulimia, aunque no exclusivamente. Pueden intervenir otros factores como la existencia previa de otros trastornos (baja autoestima, depresión), un alto nivel de autoexigencia y espíritu competitivo, la práctica de algunos deportes, presión social, etc.

Tratamiento de los Trastornos Mentales

Terapias Biológicas

La terapia electroconvulsiva (TEC) y la cirugía cerebral (psicocirugía) tienen un campo de aplicación mucho más restringido y arriesgado, considerándose como último recurso.

Medicación (Psicofarmacología)

El uso de medicamentos ha probado su eficacia en el tratamiento de algunos trastornos como la esquizofrenia, la depresión, el trastorno bipolar, la ansiedad y el TDAH.

Tipos de Fármacos:
  1. Antipsicóticos o Neurolépticos: Usados con pacientes esquizofrénicos y con otros trastornos psicóticos para, entre otros mecanismos, modular la actividad de la dopamina. Se ha probado su eficacia en la supresión de delirios y alucinaciones.
  2. Antidepresivos: (El más conocido es la fluoxetina, hoy vendido como genérico pero hasta hace pocos años comercializado como Prozac). Elevan los niveles de neurotransmisores como la serotonina, la noradrenalina y/o la dopamina en el sistema nervioso. No solo son eficaces en el tratamiento de la depresión, sino también de otros trastornos como la ansiedad generalizada, el TOC, la fobia social, etc.
  3. Tranquilizantes, Sedantes y Ansiolíticos: Como el carbonato de litio (estabilizador del ánimo para el trastorno bipolar), el Diazepam (benzodiacepina ansiolítica), o el secobarbital (barbitúrico sedante). Generalmente, algunos de estos productos (especialmente benzodiacepinas y barbitúricos) crean dependencia.
  4. Psicoestimulantes: Potenciadores de la actividad de neurotransmisores como la dopamina y la noradrenalina (ej. metilfenidato), que se suministran en pequeñas dosis a niños y adultos con TDAH para mejorar la atención y reducir la impulsividad.

Psicoterapia

Es el tratamiento de los trastornos mentales con métodos específicamente psicológicos, no quirúrgicos ni farmacológicos. El diálogo suele ser el elemento esencial en todas ellas:

  • Terapia psicoanalítica: Busca hacer que afloren a la conciencia los elementos reprimidos en la mente inconsciente para que así el sujeto pueda enfrentarse a ellos y controlarlos.
  • Terapia humanista: Insiste en que el enfermo tome conciencia de su propia responsabilidad en la superación de su trastorno, fomentando el crecimiento personal y la autoaceptación.
  • Terapia conductual: Utiliza las técnicas basadas en el condicionamiento (clásico y operante) y el aprendizaje social para conseguir la deseada modificación de la conducta (ej. desensibilización sistemática, contrato conductual).
  • Terapia cognitiva: Busca corregir las formas erróneas de pensamiento (distorsiones cognitivas) que dan lugar al trastorno.
  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Es bastante usual la combinación de las terapias cognitiva y conductual en esta forma mixta, abordando tanto pensamientos como conductas.
  • Terapias de grupo: Pueden adoptar distintas formas (grupos de apoyo, terapia familiar, terapia de pareja), a veces como complemento de una terapia individual.

Grupos y Roles Sociales

El Estudio Psicológico de los Grupos Humanos

Un grupo social es un conjunto de individuos que se hallan en una misma situación de integración mutua, relativamente duradera; un todo dinámico basado en la interdependencia más que en la semejanza. Sus características son:

  • El individuo se percibe como parte de un todo.
  • Este todo es dinámico, pues desarrolla una actividad que va configurando y estructurando las relaciones entre los miembros y con los elementos externos al grupo.
  • Lo decisivo en el grupo no es tanto la semejanza como la dependencia mutua entre los individuos que lo forman.

El Rol y su Asunción por el Individuo

Rol es el papel que uno representa en función de su pertenencia a un grupo social. El rol se compone de un conjunto de expectativas que se ajusta a ciertas normas (el «guión») y de la ejecución («actuación») acorde con dichas expectativas.

Psicología del Trabajo y las Organizaciones

Psicología de las Organizaciones

Una organización es más que un grupo. De hecho, una organización es un sistema que incluye personas y grupos, que ejecutan funciones diferentes pero deben estar dirigidos y coordinados entre sí y subordinar sus objetivos propios a la consecución de uno o unos objetivos comunes, que son la razón de ser de la organización. La psicología de las organizaciones tiene antecedentes como la ya mencionada psicología de los grupos y la psicología industrial.

La Socialización Organizacional

Una organización puede entenderse como una forma de cultura que debe ser aprendida. Como hemos visto, el aprendizaje de una cultura recibe el nombre de socialización. Se entiende por socialización organizacional el proceso mediante el cual un individuo adquiere el conocimiento y habilidades necesarias para desempeñar un rol en la organización. Consta de varias fases:

  1. Preparación previa al ingreso en la organización (socialización anticipatoria): Se incluyen aquí los estudios técnicos y universitarios, cursos de formación y, en general, la adquisición de todos los requisitos necesarios para el desempeño de la tarea.
  2. Ajuste o adaptación: Una vez realizado el ingreso, el nuevo miembro necesita un tiempo para situarse, confirmar o desmentir sus expectativas, conocer a sus compañeros, aprender las rutinas de su puesto.
  3. Veteranía: Superado el tiempo de ajuste, el individuo pasa a percibirse a sí mismo como miembro activo de la organización.

Las Organizaciones y Salud Mental

El concepto de salud mental en el trabajo se amplía desde la inicial ausencia de enfermedad hasta un estado de bienestar y calidad de vida laboral. Se distinguen las organizaciones tóxicas y las organizaciones saludables.

Cinco características definitorias de las organizaciones tóxicas:

  1. Comunicación escasa o inexistente, tanto entre trabajadores y directivos como de los trabajadores entre sí.
  2. Relaciones frías o conflictivas.
  3. Conflicto de roles, al estar los puestos de trabajo mal diseñados o definidos.
  4. Ausencia de información sobre el propio rendimiento (el trabajador no sabe si cumple o no las expectativas puestas en su trabajo).
  5. Nula identificación del trabajador con la organización.