Geopolítica del Caos: Transformaciones en Conflictos Bélicos

Geopolítica del Caos: Nuevas y Viejas Guerras

La Revolución en los “Asuntos Militares” y la Guerra Asimétrica

A finales del siglo XX se produjo una serie de cambios en la utilización de los ejércitos, denominado en EEUU Revolution in Military Affairs (RMA). Destaca el avance de la informática y la electrónica, junto a la guerra electrónica. Las estrategias asimétricas son el principal desafío en los conflictos bélicos.

Las claves de la guerra tecnológica

El conocimiento del campo de batalla permite actuar con rapidez. Para ello, los satélites y las radios digitales son esenciales. La eficacia de las nuevas armas se demostró en la Guerra de Kuwait.

Permiten a su vez la reducción de daños colaterales (guerra limpia).

En los Balcanes, el terreno obligó a la OTAN a hacer uso de ataques aéreos. En 1995 en Bosnia, estos causaron un daño muy limitado a las fuerzas serbobosnias. En 1999 en Kosovo, se utilizaron contra infraestructuras civiles para desmoralizar a la población serbia.

El uso militar de la tecnología permite no alterar la vida en sociedad y provocar un mínimo de bajas.

La guerra asimétrica

Con la globalización y el 11-S, el surgimiento de grupos terroristas ha hecho que los Estados pierdan el monopolio de la violencia. Son capaces de marcar la política exterior de las naciones. Surgió el concepto de “guerras de cuarta generación”, donde las facciones ni siquiera representan los intereses de sus propios Estados.

El adversario no busca destruir las fuerzas enemigas, sino quebrar su voluntad política de lucha, con acciones de movilización popular, terrorismo, propaganda y golpes de mano, con conflictos de larga duración y baja intensidad.

Los combatientes se mezclan con la población civil y es clave la capacidad de identificar al verdadero enemigo para batirlo, evitando daños colaterales.

Muchos estados recurren al empleo de misiles para enfrentarse a este enemigo, por ello EEUU lanzó su Programa de Defensa Nacional Contra Misiles (NMD) para proteger su territorio.

Asimismo, la nueva forma de combatir incluye la manipulación, piratería y muchos actores. La violencia ya no se dirige al enemigo, sino también a la población civil.

Ejércitos frente a terroristas

El terrorismo global

Las actividades terroristas, grupos violentos de carácter religioso, se han extendido por todo el mundo, especialmente los vinculados al fundamentalismo islámico. Aparecieron los atentados suicidas.

Al Qaeda, red terrorista internacional, aparece en los 90, financiada inicialmente por Osama Bin Laden. Se origina en los combates contra las tropas soviéticas en Afganistán. Su estructura se basa en células y redes de contactos clandestinos, por lo que es difícil de desarticular.

Los ataques comienzan contra objetivos en EEUU, a los que Bin Laden acusó de profanar los lugares sagrados tras la guerra de Kuwait, y de colaborar con Israel en la ocupación y la matanza de musulmanes palestinos. El primero de los ataques terroristas fue en el World Trade Center en 1993, seguido de muchos otros hasta la actualidad.

Al Qaeda tiene ya un carácter global, y proclama la lucha total de carácter religioso. El 11 de septiembre de 2001 se produjo la acción terrorista de mayor envergadura: el secuestro de cuatro aviones comerciales, dos se lanzaron contra las Torres Gemelas y otro contra el Pentágono, mientras el cuarto se estrelló antes de alcanzar su objetivo.

Bush lanzó la “guerra global contra el terrorismo”, que tiene continuidad hoy en día.

En los últimos años, Al Qaeda o grupos próximos siguen llevando a cabo actos terroristas por todo el mundo, como el 11 de marzo de 2004, donde una célula de Al Qaeda en el Magreb islámico llevó a cabo un atentado contra varios trenes en Madrid.

Con la aparición del Daesh o Estado Islámico, una escisión de Al Qaeda, han empezado a controlar territorio y población. Su estrategia implica el deseo de imponer su califato (Siria, Irak, Líbano y Jordania); apoyar a grupos que le han rendido pleitesía y actúan en otras zonas del mundo musulmán (como Boko Haram); ganando adeptos a través de las redes para radicalizar a la población musulmana.

Afganistán

Intervención militar de Bush tras el 11-S, pues los talibán se negaron a entregar a los dirigentes de Al Qaeda. Las fuerzas afganas de oposición, integradas en la Alianza del Norte, tomaron Kabul, aunque no lograron capturar a Bin Laden ni al líder talibán, pasando el poder a un gobierno pro-occidental.

Se establecieron dos operaciones militares: “Libertad Duradera”, estadounidense para eliminar los talibán y de Al Qaeda; y la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), estabilización bajo mandato de Naciones Unidas.

Los talibán pronto recobraron fuerza con la retirada de Irak en 2003. Obama reforzó la presencia militar y, tras una retirada paulatina de las fuerzas, en 2013 el Gobierno de Afganistán asumió la responsabilidad de la seguridad interna.

Irak

En 2002 Bush acusó a Irak de proteger a los terroristas de Al Qaeda, además de incitar a Sadam a deshacerse de su arsenal químico y bacteriológico.

Comenzó la invasión por tropas americanas, con apoyo británico y australiano. Veinte días después, las tropas llegaban a Bagdad. Se habló de que el objetivo de Bush era la democratización del Islam en Irak.

La mala gestión estadounidense propició sabotajes y atentados de milicias chiíes del Ejército del Mahdi contra las tropas americanas. La propuesta de EEUU incluía un gobierno provisional y la celebración de elecciones en 2005, sin embargo, la situación se fue agravando hasta una guerra civil entre chiíes y suníes en 2006. Bush aumentó el número de tropas para estabilizar la situación. En 2011 se dio por concluida la presencia del ejército americano en Irak.

Desde entonces la situación ha ido empeorando, por la guerra civil en Siria, que permitió el fortalecimiento de Al Qaeda y el surgimiento del Estado Islámico. En 2014 el país se dividió, con el Kurdistán iraquí prácticamente independiente; el Estado Islámico controlando el centro; y el oeste suní y el sureste chiíta en riesgo de descomposición. La intervención occidental e iraní permitió frenar la progresión del Estado Islámico, y desde entonces la reorganización del ejército iraquí ha permitido hacer replegarse a la organización terrorista.

En Irán tenía lugar una oleada de manifestaciones en busca de reformas democráticas, que fueron violentamente reprimidas.

En Sudán, tras la guerra civil, comenzó una matanza de musulmanes negros de la zona de Darfur por milicias armadas por el Gobierno. En 2005 se firmó un acuerdo de paz que se tradujo en la independencia de Sudán del Sur en 2011.

Las primaveras árabes y sus consecuencias

Las primaveras árabes

En 2010 en Túnez se produjo una escalada de protestas extendidas por todo el mundo árabe. Se unieron grupos religiosos, sociales y políticos, bien vistos por Occidente al creer que traería la democracia. Las protestas en países como Argelia, Líbano, Jordania, Omán y Arabia Saudí fueron reprimidas por los gobiernos. En Túnez Ben Ali huyó a Arabia Saudí. Luego estalló Libia, y las movilizaciones se extendieron en Siria, Yemen, Bahréin…

En Túnez se habían celebrado elecciones, sin embargo, la transición se vio amenazada por problemas económicos y el Estado Islámico.

En Egipto se celebraron elecciones en 2012, donde vencieron los Hermanos Musulmanes. El sectarismo provocó divisiones y acabó en un golpe militar. El régimen actual sufre una depresión y está amenazado por el Estado Islámico en el Sinaí.

En Yemen, país dividido desde los años 60, las protestas condujeron a la renuncia del dictador Saleh, que en 2014 promovió una serie de reformas que desembocaron en la expulsión del poder de los sunitas, apoyados por Arabia Saudí, que respondió con bombardeos.

En Libia las primeras manifestaciones fueron duramente reprimidas por el régimen de Gadafi. La actuación internacional, con bombardeos, desarrolló una guerra civil que terminó con el poder en manos de un Consejo Nacional de Transición, disuelto en 2012. Desde entonces el país ha estado partido por las diferencias tribales y el avance de grupos islamistas. En 2015 se llegó al acuerdo de formar un Gobierno “de unidad”.

La guerra en Siria e Irak

En Siria el régimen de Bashar al Assad no escuchó las peticiones de reformas, y acusó a los manifestantes de ser terroristas. Las manifestaciones se convirtieron en batallas, con la oposición creando el llamado Ejército Libre Sirio.

En 2013 se constituyó el Frente Islámico y fueron incorporándose el Estado Islámico y el Frente Al Nusra y Al Qaeda en Siria. En el norte fueron tomando el control grupos kurdos. Además, el Gobierno recibió desde el principio la técnica, financiera, militar y política de Rusia, Irán e Irak; y en 2013 Hezbollah entró en la guerra en apoyo del ejército sirio; y la oposición fue apoyada inicialmente por EEUU, Francia, Reino Unido, Turquía, Arabia Saudí y otros países del Golfo Pérsico.

La situación tuvo gran complejidad con el auge del ISIS en 2014 y en 2016 se alcanzó un acuerdo de tregua que afecta a todos los bandos excepto a Al Nusra y el Estado Islámico. En el norte algunas facciones kurdas como el PKK son atacadas por Turquía, a pesar de tener oficialmente al Estado Islámico como enemigo común.

El conflicto árabe-israelí

La visita de Ariel Sharon a la Explanada de las Mezquitas en el año 2000 fue considerada una provocación por los musulmanes, produciéndose la Segunda Intifada y la invasión de territorios palestinos por Israel. Hamás inició una oleada de atentados en Israel.

La construcción de un muro entre israelíes y árabes, los asesinatos de líderes palestinos por las tropas israelíes, las respuestas de los grupos terroristas palestinos y la extraña muerte de Yasser Arafat en 2004 amenazaron una paz duradera.

En 2005 la Autoridad Palestina y Sharon anunciaron el final de la Intifada y de las operaciones de Israel contra los asentamientos palestinos. En los últimos años, la tensión se ha centrado en Gaza, donde Hamás ha mantenido la beligerancia, con la consiguiente respuesta militar israelí.

Se encuentran entre los sectores más afectados.