La Lírica del Siglo XX (1898-1939)
El Modernismo
Desde finales del siglo XIX, en España surgen corrientes de tipo inconformista. En la literatura, se traducen como impulsos renovadores, a menudo opuestos a tendencias como el realismo. Se llamó modernistas a los jóvenes escritores partidarios de una nueva literatura. El término ‘modernista’ era utilizado con matiz despectivo, pero Rubén Darío asume con orgullo tal designación.
Se define el modernismo literario como un movimiento de ruptura con la estética anterior que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo alcanza hasta la Primera Guerra Mundial. En Hispanoamérica existe un rechazo de la tradición española y de la poesía dominante en la antigua metrópolis. Podemos considerar el modernismo una síntesis del parnasianismo y del simbolismo. De los parnasianos se toman los temas exóticos, los mitos griegos, lo medieval y los ambientes orientales.
El modernismo no solo recibe influencias de la literatura francesa; hay que añadir otras como la inglesa o la italiana. También aparece la influencia de Bécquer.
Temas del Modernismo
- Una desazón romántica: El poeta manifiesta hastío y profunda tristeza, la presencia de lo otoñal, de la noche, etc.
- El escapismo: Huye del mundo por los caminos del ensueño. Los poemas están llenos de dioses, ninfas, castillos, etc.
- El cosmopolitismo: Busca lo distinto, desembocando en la devoción por París.
- El amor y el erotismo: Contraste entre el amor delicado y uno intenso.
- Los temas americanos: Deseo de buscar raíces de personalidad colectiva.
- Lo hispánico: Sentimiento de solidaridad de los pueblos hispanos frente a la pujanza de los EE. UU.
Se emplean efectos sonoros. En cuanto a la métrica, el verso preferido es el alejandrino; son frecuentes las innovaciones en las estrofas.
Rubén Darío, poeta nicaragüense, personifica el modernismo americano. Destacan obras como Azul y Prosas Profanas, y una segunda etapa caracterizada por preocupaciones sociales. Frente al modernismo americano destacaron autores como Antonio Machado, con un modernismo intimista.
La Generación del 98
Las obras conviven con los títulos decisivos de Unamuno, Machado, Baroja… Son los autores pertenecientes a la llamada Generación del 98. Conceden especial atención a los problemas del momento histórico. Muchos autores, entre ellos Azorín, propusieron el nombre Generación del 98. Piensan que tal generación no es algo opuesto al modernismo.
La crítica a esto se divide en dos sectores: quienes rechazan la existencia de una Generación del 98 opuesta al modernismo, ya que se constituyen en una misma generación histórica y entre ellos hay numerosos puntos comunes; y quienes la admiten, pero matizándola y ven en los noventayochistas suficientes rasgos peculiares que impiden unirlos al modernismo.
La lírica está dominada por Rubén Darío, pero junto a él se alza la obra de Antonio Machado, que es considerado por muchos el poeta del 98.
La Generación del 14 (Novecentismo)
El novecentismo fue un clima intelectual, auspiciado por los miembros de la llamada Generación del 14. Estaban convencidos de la urgencia de modernizar España y que se conseguiría creando una élite intelectual que impulsara los cambios necesarios. Juan Ramón Jiménez es, sin duda, la figura más representativa de esta generación en el terreno de la lírica. Para él, la poesía es la búsqueda solitaria de belleza y absoluto. Sirvió de faro para los poetas puros y para los componentes de la Generación del 27.
Del Vanguardismo a la Generación del 27
El vanguardismo supone una ruptura y conduce a una renovación del concepto de literatura y del lenguaje poético. Los movimientos vanguardistas suponen una ruptura respecto a la literatura anterior y proponen concepciones nuevas del arte y las letras. Los ismos se suceden a un ritmo muy rápido; algunos pasan como efímeras modas, otros dejan huella imborrable. A España llegan noticias de las primeras vanguardias gracias a Ramón Gómez de la Serna. Su vida y su obra son una perpetua ruptura de convenciones. Su obra tiene como eje la greguería.
En 1918 surge la única escuela vanguardista autóctona: el ultraísmo. También surge el creacionismo. La imagen creacionista se basa en la asociación inesperada de dos objetos. Fue el surrealismo el movimiento artístico más importante. Defiende una liberación total del hombre; para ellos, lo que llamamos vida no es sino la cara más gris de la realidad. Hay que conquistar la verdadera vida. Aparecen así asociaciones inesperadas de palabras, metáforas insólitas, etc. La influencia del surrealismo influyó en poetas como Alberti y Lorca.
Entre los creadores del arte nuevo destacan un grupo de poetas que se dan a conocer entre 1924 y 1927: Alberti, Dámaso Alonso, Luis Cernuda, Federico García Lorca, Pedro Salinas…