El Teatro Español de Posguerra: Un Contexto de Transformación
La producción teatral se vio profundamente afectada por la Guerra Civil Española, con la pérdida de dramaturgos por exilio o muerte, como Lorca y Valle-Inclán, así como Max Aub y Rafael Alberti. Los empresarios teatrales se centraron en complacer a un público específico para obtener beneficios, y este público, mayoritariamente burgués, prefería un teatro sencillo y tradicional. La censura impuso restricciones significativas, recortando o impidiendo la escenificación de muchas obras.
El Teatro de la Inmediata Posguerra: Mediocridad y Evasión
Las obras de la inmediata posguerra se caracterizaron por su baja calidad y mediocridad. El teatro se volvió principalmente comercial y conservador, buscando “hacer reír” al espectador y ofrecer una vía de escape de la desoladora realidad tras la guerra civil. Las obras pertenecían a dramaturgos ya consagrados, como Eduardo Marquina y Carlos Arniches, aunque los autores más representativos fueron José María Pemán y Joaquín Calvo Sotelo.
Evolución del Teatro en las Décadas Posteriores
El período de posguerra abarcó varias décadas, cada una caracterizada por un tipo de teatro distinto:
Teatro Burgués
Predominaron el drama ideológico, la comedia benaventina y el sainete costumbrista, subgéneros ya consolidados antes de la guerra. Sus características principales fueron:
- Teatro amable, divertido e ingenioso que pretendía entretener al público.
- Tono elegante y moralizador en su crítica de costumbres.
- Preocupación por la obra bien hecha, con diálogos elaborados, atención a los valores literarios y habilidad en la construcción de la trama.
- Temática burguesa típica: infidelidad en el matrimonio, conflicto entre padres e hijos, defensa de los valores morales tradicionales, final feliz y lecciones ejemplificadoras.
- Personajes pertenecientes a la clase media o alta: burgueses acomodados o aristócratas sin problemas económicos.
- Ambientes confortables y escenografía de lujo, siguiendo la línea de la alta comedia del siglo XIX.
Autores destacados:
- Calvo Sotelo: Dramaturgo y periodista que cultivó la farsa, la comedia ligera, la sátira y el drama, como en “La muralla”.
- José María Pemán: Farsa castiza y comedias ligeras de costumbres de ambiente andaluz, predominando el humor y la habilidad en los enredos, como en “Los tres etcéteras de Don Simón y La viuda naviera”.
Teatro de Humor
Con una finalidad crítica, se caracterizó por un humor innovador, basado en situaciones de fantasía e inverosímiles, cercanas al absurdo. Su finalidad era mostrar y hacer sentir al espectador lo absurdo de la existencia, basándose tanto en el sinsentido de situaciones, acciones y personajes, como en un lenguaje ilógico.
- Eugéne Ionesco: “La cantante calva”, con un lenguaje distorsionado y situaciones absurdas que reflejan la angustia ante el vacío y la soledad del ser humano.
- Jardiel Poncela: “Eloísa está debajo de un almendro”, con una aspiración a lo inverosímil, llegando a un absurdo escénico partiendo de una situación ilógica inicial.
- Miguel Mihura: “Tres sombreros de copa”, teatro del absurdo con una intencionalidad crítica, criticando los convencionalismos o imposiciones sociales que ahogan la libertad de la persona y su felicidad.
Teatro Realista
Reflejó y denunció la violencia y la injusticia social, preocupándose más por el contenido que por la forma. Se centró en la evolución psicológica de los personajes y la identificación del público con los conflictos escenificados.
- Buero Vallejo: Destacaron sus tragedias, como “Historia de una escalera”, que supuso una ruptura con las comedias de evasión. Su obra se divide en dos etapas: una realista y otra simbólica.
- Sastre: Dramaturgo comprometido y de protesta, con tres etapas: una inicial experimental, una de evolución con los grupos (buscando despertar la conciencia del público y la lucha revolucionaria, como en “La mordaza”), y una de madurez, con radicalización de sus tesis revolucionarias.
Drama Social de los Años Sesenta
Autores como Carlos Muñiz, con “El tintero”, y Lauro Olmo, con “La camisa”, ofrecieron testimonio y denuncia de la sociedad española.
El Nuevo Teatro
Desde finales de los sesenta hasta nuestros días, afectó a la estética y no al contenido, adoptando una actitud crítica respecto a la sociedad contemporánea. Se utilizaron símbolos y se planteó el ejercicio del poder y el control del individuo. Figuras destacadas fueron Fernando Arrabal, Diego Salvador, Luis Matilla y Jerónimo López Mozo.
Tendencias Vanguardistas
Los rasgos fundamentales de esta tendencia teatral fueron la duda sobre la validez del hecho teatral, la crítica a las distintas dramaturgias de su tiempo y el planteamiento de nuevas formas escenográficas.
Tipos de Teatro Vanguardista
- Teatro experimental: Incorporó elementos plásticos y sonoros, con Fernando Arrabal como representante.
- Teatro vanguardista: Con Francisco Nieva.
Teatro Independiente
En los sesenta y setenta surgieron grupos teatrales que adoptaron técnicas europeas para sacar al teatro español de la rutina. Buscaron la profesionalización, entendida como la plena dedicación a la escena, y la conversión del teatro en vehículo de transmisión de sus ideas.
Grupos significativos:
- La Cuadra de Sevilla: Utilizó formas populares de la cultura andaluza, como en “Piel de toro”.
- La Fura dels Baus: Manejó los elementos del teatro de calle y los musicales, como en “Accions”.