Renacimiento Italiano: Arquitectura, Escultura y Pintura del Siglo XV al XVI

Arquitectura Renacentista Italiana

Templete de San Pietro in Montorio (Bramante)

Obra de Bramante, perteneciente al Cinquecento. Fue su primer encargo importante en Roma, financiado por los Reyes Católicos en agradecimiento por la toma de Granada. Se construyó en el lugar donde, según la tradición, fue crucificado San Pedro. Bramante lo concibe con planta centralizada a modo de tholos, con los espacios y elementos dispuestos en círculos concéntricos en torno al lugar donde se levantó la cruz. Es un edificio períptero, con pórtico dórico y balaustrada. Lo corona una cúpula sobre tambor, rematada con una linterna. Este edificio se convirtió en símbolo del estilo clásico renacentista.

  • Base circular con escalones.
  • Pórtico circular con 16 columnas de orden dórico.
  • Muro con 8 nichos semicirculares.
  • Balaustrada.
  • Segundo piso similar al primero.
  • Cúpula rematada con linterna.
  • Entablamento: arquitrabe, friso, triglifos y metopas.

Basílica de San Pedro del Vaticano (Bramante)

También de Bramante y perteneciente al Cinquecento. Julio II encargó a Bramante la demolición de la antigua basílica y la construcción de una nueva. Bramante diseñó un edificio de planta central en forma de cruz griega inscrita en un cuadrado, con ábsides salientes. El espacio central se cubriría con una cúpula, contrarrestada por otras cuatro más pequeñas en los ángulos. La cúpula, inspirada en la de Santa María de las Flores, se levanta sobre un tambor con columnas pareadas, frontones rectos, exterior apuntado e interior semicircular, y cartelas decoradas con guirnaldas.

Iglesia del Gesù (Giacomo della Porta y Vignola)

Vignola, en la etapa del Manierismo, diseñó la iglesia, y Giacomo della Porta modificó la fachada (1573). La fachada se organiza en dos cuerpos: el inferior con decoración arquitectónica, unido al superior por aletones, y rematado por un frontón triangular. Presenta una planta de cruz latina con espacios en el crucero, una única nave con capillas laterales y bóveda de cañón. El piso inferior de la portada recuerda a un arco de triunfo romano, mientras que el superior está rematado con un frontón. La puerta principal tiene un frontón triangular.

Villa Rotonda (Andrea Palladio)

Obra de Andrea Palladio, perteneciente al Manierismo (1551-1553). Su planta cuadrada se organiza en torno a una habitación circular central cubierta por una cúpula. Cada lado presenta un pórtico al que se accede por una escalinata. Tiene planta centralizada y de cruz griega, cuatro fachadas idénticas, hexástilo de orden compuesto y frontón triangular.

Escultura Renacentista Italiana

Puerta Este del Baptisterio de Florencia (Lorenzo Ghiberti)

Obra de Lorenzo Ghiberti, perteneciente al Quattrocento (1425-1452). Presenta bajo, medio y alto relieve, técnica schiacciato, fusión de escenas (creación de Adán, creación de Eva, el pecado) y perspectiva lineal.

David (Donatello)

Escultura en bronce de Donatello, perteneciente al Quattrocento. Representa a David desnudo sobre la cabeza de Goliat. Se inspira en el esquema grecorromano (contrapposto), pero innova en el escaso desarrollo anatómico, la importancia de la luz y la elección de la edad del personaje (adolescente). Es el primer desnudo masculino del arte europeo desde la Antigüedad. Se conserva en el Museo del Bargello en Florencia. Muestra a David tras matar a Goliat, con un contrapposto acentuado (curva praxitélica) y giro de cabeza, rompiendo con la ley de frontalidad. El rostro sereno se inspira en las formas clásicas. El estudio anatómico es correcto, y el modelado suave acentúa la sensualidad. Representa la fusión de formas paganas con un tema bíblico y connotaciones políticas.

Condottiero Gattamelata (Donatello)

Escultura ecuestre en bronce de Donatello, perteneciente al Quattrocento (1453). Corona el monumento funerario de Gattamelata, jefe militar al servicio de Venecia. Inspirada en la estatua de Marco Aurelio, conjuga idealismo y realidad. El general pasa revista a las tropas y contiene el avance del caballo, representado de forma realista. El jinete, con coraza, muestra un semblante sereno y enérgico, siguiendo el modelo del retrato romano idealizado. El bastón de mando reafirma el movimiento. Donatello apoya la pata delantera del caballo en una bola, creando equilibrio y dinamismo (cabeza ladeada del caballo y cola elevada). Exalta la figura de Gattamelata como militar exitoso por su inteligencia y control.

Piedad del Vaticano (Miguel Ángel)

Obra de juventud de Miguel Ángel, perteneciente al Cinquecento (1495). Muestra equilibrio entre monumentalidad y refinamiento. Destaca la juventud de la Virgen (representando la virginidad eterna) y la perfección anatómica de Jesús. Realizada en mármol, tiene forma triangular y temática religiosa con elementos simbólicos. Presenta equilibrio de rostros, liviandad de Jesús y desnudez de Cristo.

David (Miguel Ángel)

Escultura en mármol de Miguel Ángel, perteneciente al Cinquecento (1503). Presenta un tema religioso como desnudo anatómico. Los pies son excesivamente grandes, y la profundidad de la figura no supera la anchura. El giro de la cabeza rompe la frontalidad. La musculatura es vigorosa, el rostro concentra la tensión, los brazos están muy tensionados y las piernas son grandes, abandonando el contrapposto clásico. Destaca por su desnudo heroico, tensión y mirada agresiva. Concebida para ser vista desde abajo, presenta desproporción en manos y cabeza, y utiliza el contrapposto. Miguel Ángel tensó la composición al desplazar la acción. Se encuentra en la Academia de Florencia.

Moisés (Miguel Ángel)

Escultura de Miguel Ángel, perteneciente al Cinquecento (1513). Diseñada para ser vista desde abajo, muestra inestabilidad en los pies, técnica del non finito, linea serpentinata, gesto irritado, musculatura poderosa y pliegues con efectos de claroscuro. Forma parte del sepulcro inacabado de Julio II. Influenciado por el Laocoonte, muestra la fuerza espiritual del personaje y las formas expresivas del helenismo naturalista.

Rapto de las Sabinas (Giambologna)

Obra de Giambologna, perteneciente al Manierismo (1529-1608). Realiza mármoles de belleza clásica, con dinamismo y composiciones en líneas curvas o espirales. Presenta gestos desmedidos, serpentinata. Las tres figuras están unidas psicológicamente por sus miradas y formalmente por la posición de sus cuerpos, dando la sensación de girar en torno a un eje central, con movimientos exagerados.

Pintura Renacentista Italiana

El Quattrocento

Fra Angélico (1387-1455)

Representa la continuidad con el espíritu religioso medieval, combinando la perspectiva con elementos clásicos. En La Anunciación (tanto el fresco del convento de San Marcos como la tabla del Museo del Prado), mezcla características góticas (dorados, figuras alargadas, colores vibrantes) con elementos renacentistas (perspectiva, arquitecturas clásicas, composiciones equilibradas).

Masaccio (1401-1428)

Rompe con la sensibilidad gótica al priorizar la profundidad espacial y el realismo. En La Trinidad (Santa María Novella), aplica la perspectiva matemática. En El Tributo de la Moneda (capilla Brancacci, Santa María del Carmine), narra tres momentos en una misma escena, introduciendo sombras para mayor realismo.

Piero della Francesca (1416-1492)

Armoniza el rigor científico con la belleza plástica. En La Madonna del duque de Urbino (Pala de Brera), muestra una sacra conversación con fondo arquitectónico inspirado en Alberti. Su estudio de la luz da volumen a los objetos. En La Madonna de Senigallia, logra equilibrio entre lo monumental y lo íntimo, con detallismo flamenco.

Botticelli (1445-1510)

La Primavera y El Nacimiento de Venus son sus obras más célebres, combinando la elegancia del dibujo con la influencia neoplatónica.

El Cinquecento

Leonardo da Vinci (1452-1519)

Introduce el sfumato (difuminando contornos) y la perspectiva aérea (objetos más pálidos y borrosos a distancia). En La Última Cena, logra una composición triangular con expresiones únicas en cada apóstol. La Gioconda, con su sonrisa misteriosa y sfumato, es un icono. La Virgen de las Rocas combina suavidad lumínica con composición piramidal.

Rafael Sanzio (1483-1520)

Representa la perfección del clasicismo. En La Escuela de Atenas (Estancias Vaticanas), logra equilibrio entre perspectiva, simetría y armonía. Muestra a los filósofos antiguos, con Platón y Aristóteles en el centro.

Miguel Ángel (1475-1564)

Más escultor que pintor, da importancia al volumen y la anatomía. En la Capilla Sixtina, presenta figuras desnudas en escorzos. La Creación de Adán es la escena más icónica. En el Juicio Final, intensifica el dramatismo, anticipando el manierismo.

El Manierismo

Parmigianino (1503-1540)

En La Virgen del Cuello Largo, rompe con la proporción clásica, alargando las figuras para crear un efecto estilizado.

Sofonisba Anguissola (1530-1626)

Una de las primeras mujeres pintoras reconocidas, destaca en el retrato. En Autorretrato con caballete, se muestra pintando, desafiando roles. En Retrato de la familia Anguissola, capta la naturalidad.

La Escuela Veneciana

Giorgione (1478-1510)

Inicia la escuela veneciana con técnica suelta y atmósferas vibrantes. En La Tempestad, el paisaje cobra protagonismo, con iluminación dorada y enigma narrativo.

Tiziano (1487-1576)

Evoluciona hacia una pincelada más libre, anticipando el barroco. En La Venus de Urbino, retrata la sensualidad con colores cálidos. En El Retrato ecuestre de Carlos V en Mühlberg, representa al monarca con majestuosidad, influenciado por Donatello.

Veronés (1528-1588)

Introduce escenografías teatrales y colores vibrantes. En Las Bodas de Caná, convierte un episodio bíblico en una celebración veneciana con más de cien personajes.