René Descartes (1596-1650): Fundamentos de su Filosofía

1. El Método Cartesiano

Descartes se propone construir un método que permita aplicar correctamente la razón, la facultad que todos los seres humanos poseen por naturaleza. Inspirado en las matemáticas, su método busca partir de principios evidentes para deducir verdades complejas. Este método se basa en dos operaciones fundamentales: la intuición y la deducción.

• Intuición: Es una “luz natural” que permite captar de manera inmediata y clara las verdades simples. Es una actividad racional que no depende de los sentidos.
• Deducción: Es un proceso racional que permite inferir nuevas verdades a partir de otras ya conocidas, mediante una cadena de intuiciones.

1.1. Las Reglas del Método

Descartes propone cuatro reglas para guiar el uso de la razón:

1. Evidencia: No aceptar nada como verdadero que no sea claro y distinto. Evitar la precipitación y los prejuicios.
2. Análisis: Dividir los problemas en partes más simples para facilitar su comprensión.
3. Síntesis: Reconstruir las ideas complejas a partir de las simples, siguiendo un orden lógico.
4. Enumeración: Revisar todo el proceso para asegurarse de no haber cometido errores.

2. La Duda Cartesiana

Descartes busca construir el conocimiento sobre bases sólidas, lo que implica someter a examen todas las creencias previas. Su duda es radical, universal y metódica:

• Radical: Pone en cuestión todo aquello que no sea evidente.
• Universal: Aplica la duda a todos los ámbitos del conocimiento.
• Metódica: No es escepticismo, sino un instrumento para alcanzar la verdad.

2.1. Los Niveles de la Duda

1. Falacia de los sentidos: Los sentidos pueden engañarnos, por lo que no son una fuente confiable de conocimiento.
2. Indistinción entre sueño y vigilia: Es posible que lo que percibimos como realidad sea un sueño.
3. Hipótesis del genio maligno: Un ser poderoso podría estar manipulando nuestra mente para hacernos creer en falsedades, incluso en las verdades matemáticas.

2.2. La Primera Verdad: Cogito, ergo sum

A pesar de la duda radical, Descartes encuentra una verdad indudable: el hecho de que está dudando implica que está pensando, y si piensa, existe. Así formula su famosa afirmación: “Pienso, luego existo” (Cogito, ergo sum). Esta verdad es una intuición racional, no una deducción, y se convierte en el primer principio de su filosofía.

2.3. Las Ideas

Descartes distingue tres tipos de ideas:

• Adventicias: Provienen de la experiencia externa (por ejemplo, la idea de un árbol).
• Facticias: Son construidas por la mente a partir de otras ideas (por ejemplo, un centauro).
• Innatas: Son inherentes al pensamiento y no dependen de la experiencia (por ejemplo, la idea de Dios o de un triángulo).

Solo las ideas innatas, especialmente la idea de Dios, permiten demostrar la existencia de una realidad exterior al pensamiento.

2.4. La Existencia de Dios

Descartes ofrece tres argumentos para demostrar la existencia de Dios:

1. Argumento gnoseológico: La idea de perfección en nuestra mente debe provenir de un ser perfecto, es decir, Dios.
2. Argumento cosmológico: Como seres imperfectos y contingentes, nuestra existencia depende de un ser necesario y perfecto: Dios.
3. Argumento ontológico: La idea de un ser perfecto implica necesariamente su existencia, pues de lo contrario no sería perfecto.

2.5. La Existencia del Mundo

Una vez demostrada la existencia de Dios, Descartes deduce la existencia del mundo material. Dios, siendo perfecto y veraz, no permitiría que nos engañásemos al creer en la existencia de un mundo exterior si este no existiera realmente.

3. La Metafísica Cartesiana

Descartes distingue tres tipos de sustancias:

1. Res infinita: Dios, la sustancia infinita y perfecta.
2. Res cogitans: El alma o yo pensante, una sustancia espiritual cuya esencia es el pensamiento.
3. Res extensa: El mundo material, cuya esencia es la extensión en el espacio.

Las sustancias se conocen a través de sus atributos esenciales:

• Dios: Perfección infinita.
• Alma: Pensamiento.
• Mundo: Extensión.

4. La Física Cartesiana (Determinismo Mecanicista)

Descartes concibe el mundo físico como un mecanismo regido por leyes matemáticas. El universo es como una máquina creada por Dios, que se mueve según principios como la inercia y la conservación del movimiento. Los seres vivos, incluidos los animales, son autómatas carentes de alma, mientras que el ser humano es una unión de cuerpo (materia) y alma (espíritu).

5. La Antropología Cartesiana

El ser humano es un compuesto de dos sustancias independientes: el cuerpo (res extensa) y el alma (res cogitans). El cuerpo está sujeto a las leyes físicas, mientras que el alma es libre y no está determinada por el mecanicismo. La interacción entre ambas sustancias se explica a través de la glándula pineal, situada en el cerebro.