Gestión Empresarial: Estrategias de Dirección y Organización

Dirección y Organización de la Empresa

1. La Dirección de la Empresa y sus Funciones

La dirección se ocupa de coordinar el conjunto de recursos materiales y humanos que forman la empresa. La esencia de la tarea directiva es la actuación conjunta de las personas y medios que forman la organización, dándoles objetivos y valores comunes. La dirección de la empresa ha de llevar a cabo las funciones de planificación, organización, dirección de recursos humanos y control.

Podemos distinguir 3 niveles directivos:

  • La alta dirección
  • La dirección operativa
  • La dirección intermedia

Las funciones de la dirección:

  • Planificación: Consiste en determinar por anticipado qué quiere conseguirse en el futuro.
  • Organización: Consiste en definir las actividades que se desarrollan, distribuir el trabajo entre los trabajadores y determinar las relaciones de autoridad.
  • Dirección de RR. HH.: Se ocupa de la selección, formación y asignación de los distintos puestos de trabajo, así como del diseño de sistemas de recompensas e incentivos.
  • Control: Consiste en comparar los resultados previstos con los reales, identificar desviaciones y establecer la forma de corregirlas.

Mediante la planificación se fijan los objetivos y los medios, lo cual es imprescindible para organizar la forma más eficaz para conseguir tales objetivos y seleccionar los recursos humanos más adecuados. Por último, el control verifica el grado de cumplimiento de los planes.

2. La Función de Planificación

La planificación proyecta el futuro deseado para la empresa y los recursos necesarios para que se haga efectivo.

Se trata de definir qué se desea hacer, cómo puede alcanzarse el propósito, cuándo van a ejecutarse las acciones, quién va a desempeñarlas, qué recursos se utilizarán y cómo van a evaluarse los resultados. La planificación precede al resto de funciones directivas; es imposible organizar, dirigir personas o controlar resultados si no hay un plan previo.

Fases de la planificación estratégica:

  • Diagnóstico de la situación: Supone la definición de los problemas actuales y futuros, sus interrelaciones y el análisis de las oportunidades y amenazas del entorno. También abarca el posicionamiento actual en el mercado.
  • ¿Dónde queremos llegar?: La visión que se tiene del futuro que se quiere para la empresa. La misión de la empresa. Los objetivos y metas que concreten la misión de la empresa de una forma más operativa.
  • ¿Por dónde queremos ir?: Hay que elegir la estrategia competitiva de la empresa.

3. Dirección Participativa por Objetivos (DPO)

Sistema de dirección en el que los objetivos específicos se planifican entre trabajadores y directivos, y se revisan periódicamente para ver su progreso. Los trabajadores pueden participar en la fijación de sus objetivos y conocer los factores que se utilizan para valorar su rendimiento. La DPO comenzó siendo una filosofía de la dirección, después fue un instrumento para evaluar el rendimiento, y hoy forma parte de la planificación estratégica de muchas empresas.

En su implantación se distinguen tres etapas:

  • Fijación de objetivos: El superior se reúne con sus subordinados para establecer los objetivos del periodo.
  • Aplicación: El subordinado es el responsable del logro de los objetivos y quien determina el procedimiento.
  • Evaluación: Al final del periodo establecido, el superior y los subordinados determinan el grado de cumplimiento de los objetivos.

La evolución teórica de la DPO ha permitido su integración en el modelo de dirección estratégica. La aportación de la DPO está en que la fijación de los objetivos de la planificación estratégica puede modificarse con las aportaciones de los subordinados, por lo que el proceso de fijación no es de una única dirección. Con ello, la visión global de la empresa que tienen los altos cargos se complementa con la de los subordinados, que conocen mejor su trabajo.

Ventajas:

  • Favorece la motivación de los trabajadores.
  • Mejora el compromiso personal.
  • Clarifica la organización.
  • Facilita la dirección.
  • Aumenta la comunicación regular entre subordinados y superiores.
  • Las decisiones sobre remuneración y promoción son más objetivas.

Inconvenientes:

  • Dificultad en la fijación de los objetivos.
  • Centrarse en el corto plazo puede suponer descuidar los objetivos a medio y largo plazo.
  • Visión lineal y alejada del contexto que rodea la empresa, así como por su visión estrecha y resultadista de la naturaleza humana.
  • La DPO no se adapta especialmente bien a esta época de vertiginosos flujos de información.

4. La Función de Control

La función de control permite regular la actividad empresarial. Para ello, se observa y se comprueba: 1º, cómo responde la empresa a los objetivos; 2º, se detectan posibles desviaciones y se analizan sus causas; y 3º, se corrigen las desviaciones y se suprimen los factores que obstaculizan el funcionamiento óptimo de la empresa.

El control es inseparable de la planificación. El control comienza con la planificación, cuando se comunican a los empleados los objetivos y las estrategias para conseguirlos. Es fundamental que los planes se comuniquen a todas las personas involucradas en el esfuerzo.

Controlar supone rendir cuentas ante otras personas. Por ello, la palabra control suele ir acompañada de cierto rechazo por parte de los trabajadores. Sin embargo, cuando los controles se establecen preventivamente y el progreso de las actividades se comunica a quienes lo realizan, tal disconformidad se reduce o se elimina.

Fases de la función de control:

  • Establecimiento de estándares.
  • Medición de resultados reales.
  • Comparación de resultados con estándares.
  • Análisis de las diferencias.
  • Corrección de las desviaciones.