Explorando los Fundamentos de la Ética: Desde Aristóteles hasta Kant

Definición y Tipos de Ética: Una Introducción

La ética es la rama de la filosofía que tiene como objetivo la reflexión sobre la conducta moral del ser humano. Esta reflexión se ha abordado desde diversas perspectivas, dando lugar a distintos tipos de ética. A continuación, se presentan ocho clasificaciones principales:

  • Ética material: Defiende la existencia de un fin o bien supremo que determina la bondad o no de nuestras acciones (ejemplo: Aristóteles).
  • Ética formal: Sostiene que la bondad o no de una acción no puede depender de un fin ajeno a la propia acción (ejemplo: Kant).
  • Ética heterónoma: Afirma que el criterio que ha de seguirse para actuar procede de una instancia superior y distinta del ser humano (ejemplo: Dios en la ética de Santo Tomás de Aquino).
  • Ética autónoma: Defiende que el criterio de actuación debe imponérselo uno mismo.
  • Ética intelectualista: Sostiene que la razón nos dicta el bien y lo que debemos hacer (ejemplo: Sócrates).
  • Ética no intelectualista: Argumenta la necesidad de recurrir a instancias diferentes a la razón para explicar nuestra forma de actuar (ejemplo: Hume).
  • Ética de mínimos: Propone un conjunto de mínimos morales de justicia que debe ser compartido por todos (ejemplo: Declaración de los Derechos Humanos).
  • Ética de máximos: Propone una manera de alcanzar la felicidad y/o encontrar el sentido de la existencia (ejemplo: sistemas éticos helenísticos).

La Ética Material de Aristóteles: La Búsqueda de la Felicidad

Para Aristóteles, todos los seres humanos aspiran a la felicidad (eudaimonia) y todas sus acciones están encaminadas a su obtención. Actuamos buscando la felicidad. Pero, ¿qué es la felicidad?

Aristóteles define al ser humano como un animal racional, siendo el alma intelectual lo específico de nuestra especie. La finalidad del ser humano es vivir conforme a la razón y, por lo tanto, el sabio es la persona más feliz. Aristóteles define la “virtud” como un hábito bueno, ya que se consigue con la repetición de actos y nos acerca a vivir conforme a la razón. Además de ser una ética materialista, la ética aristotélica es también una ética teleológica, pues está orientada a un fin.

La Ética Formal y Autónoma de Kant: El Deber y la Buena Voluntad

Immanuel Kant critica tanto a las éticas materiales como a las éticas heterónomas, proponiendo en su lugar una ética formal.

Crítica de Kant a la Ética Material

Kant argumenta que las éticas materiales, al establecer una finalidad (como ir al cielo) como el objetivo por el que se realizan acciones consideradas “buenas”, convierten a la ética en un bien condicionado. La ética formal de Kant, en cambio, no es un bien condicionado.

Crítica de Kant a las Éticas Heterónomas

Las éticas heterónomas hacen depender lo bueno de una instancia distinta al ser humano (como los dioses). Para Kant, el bien está asociado a la autonomía de la voluntad.

La Propuesta Kantiana

La ética kantiana es formal: el bien está asociado a la buena voluntad, y una buena voluntad es aquella que actúa por deber. También es autónoma: uno mismo puede ser su propio legislador moral. El imperativo categórico es la expresión de la buena voluntad en forma de mandato. Estos imperativos deben ser categóricos, a diferencia de los imperativos hipotéticos (ej: “Respeta a los demás para que te respeten a ti”). El imperativo categórico fundamental se formula así: “Obra de tal forma que tu obrar pueda convertirse en ley universal”. Se trata del deber por el deber.

La ética kantiana es universal: la voluntad no puede dictarse normas morales particulares, sino que han de ser válidas para toda la humanidad. Por ejemplo, si miento para evitar un castigo, estoy actuando según una máxima que no puede universalizarse, pues estaríamos legitimando la mentira en función de las circunstancias. Por lo tanto, no estaríamos actuando moralmente. Nunca estamos seguros de lo que va a ocurrir, ya que se puede decir la verdad y no recibir ningún castigo.

El Emotivismo Moral de Hume: Sentimiento y Razón en la Ética

Para David Hume, nuestro juicio moral sobre las acciones no recae en la razón, sino en los sentimientos de agrado o desagrado que el hecho provoca en nosotros y en los demás.

El Funcionamiento del Sentimiento Moral

El sentimiento moral se fundamenta en la utilidad y en la empatía:

  • Utilidad: Se refiere a las expectativas de placer que una acción nos puede proporcionar. A mayor placer, mayor bondad hay en la acción.
  • Empatía: Remite a la inclinación a participar de los sentimientos de los demás.

Implicaciones de la Propuesta de Hume

Esta propuesta podría derivar en un relativismo ético. Consciente de esta posibilidad, Hume añade a su formulación moral:

  1. Existe una coincidencia entre los seres humanos sobre aquello que genera aprobación o desaprobación.
  2. La razón puede ejercer una función evaluadora sobre nuestro juicio moral e inclinarnos hacia aquel que proporcione mayor beneficio para todos.

La Ética Heterónoma de Santo Tomás de Aquino: La Ley Natural

Para Santo Tomás de Aquino, el criterio que debemos seguir para actuar es Dios. Este criterio queda grabado en nuestra propia naturaleza y establecido por los Diez Mandamientos. La ley natural es la luz de la inteligencia puesta en nosotros por Dios; por ella, sabemos lo que tenemos que hacer y lo que hay que evitar.

Características de la ley natural:

  • Es común a todos los seres humanos y cuando la seguimos actuamos bien.
  • Procede de Dios y es inmutable.
  • Se manifiesta en el ser humano a través de inclinaciones naturales como:
    • Conservar la vida y defenderla.
    • Conservar la especie y cuidar de la descendencia.
    • Hacer el bien, evitar el mal y conocer la verdad.

El fin último del actuar del ser humano es alcanzar la felicidad, que se consigue cuando se logra la visión de Dios. La virtud es necesaria pero insuficiente para que nuestros actos sean buenos; para ello, también será necesaria la gracia de Dios.