Personajes Principales y sus Conflictos en *La Casa de Bernarda Alba*
Bernarda Alba es el símbolo de la autoridad y la represión en la obra. Representa el poder absoluto dentro de su casa, manteniendo un férreo control sobre sus hijas y sirvientas. Su obsesión con la honra y las apariencias la lleva a imponer normas estrictas, especialmente en lo que respecta a la conducta de sus hijas. Por ejemplo, en el segundo fragmento, vemos cómo aconseja a Angustias que no haga preguntas y que no muestre debilidad, reflejando su rígida visión del papel de la mujer en la sociedad. En el tercer fragmento, su reacción ante la rebeldía de Adela muestra su carácter implacable y su afán de dominio.
Poncia, en cambio, es la criada de Bernarda, pero a pesar de su condición subordinada, es el único personaje que se atreve a cuestionar, de manera indirecta, la autoridad de su ama. Ha pasado treinta años en la casa de Bernarda y conoce bien su carácter. En el primer fragmento, expresa resentimiento hacia su posición servil y menciona que algún día se hartó. A pesar de su obediencia forzada, es una observadora crítica de lo que sucede en la casa y trata de advertir a las hijas de Bernarda sobre los peligros que corren.
La Dinámica de Poder entre Bernarda y Poncia
En el Fragmento 1, Poncia se queja de su vida como sirvienta, comparándose con un perro fiel que obedece a su ama. Se ve su resentimiento y su resistencia pasiva contra Bernarda. En el Fragmento 3, Bernarda demuestra su carácter dominante al intentar controlar a sus hijas. Cuando Adela se rebela, Bernarda busca imponer su autoridad a la fuerza, incluso usando una escopeta, lo que simboliza la violencia con la que mantiene el orden.
La relación entre ambas es una mezcla de obediencia y desafío. Poncia no se atreve a rebelarse abiertamente, pero expresa su frustración en conversaciones con otras criadas o con las propias hijas de Bernarda. Esta tensión entre amo y sirviente es una representación de la estructura social de la época, donde el poder de los patrones era casi absoluto, pero los sirvientes encontraban maneras sutiles de resistir.
El Rol de la Mujer en la Época de Lorca (1936)
En la época en que Lorca escribió la obra (1936), la mujer estaba relegada a un papel secundario en la sociedad, con pocas oportunidades fuera del matrimonio y la familia. La moral tradicional imponía normas estrictas sobre la conducta femenina, exigiendo sumisión, pureza y obediencia a los hombres y a la autoridad familiar.
En el segundo fragmento, esta visión se refleja en la conversación entre Bernarda y Angustias. Bernarda le dice a su hija que no debe preguntar ni tratar de descubrir si Pepe el Romano le oculta algo, y que cuando se case debe hablar solo cuando su marido lo haga. Esto muestra la idea de que la mujer debía aceptar su destino sin cuestionarlo, siendo completamente pasiva en su relación con los hombres.
Además, Bernarda refuerza la idea de que llorar es una muestra de debilidad, algo que no se le permite a una mujer que quiere mantener la honra y la fortaleza. Esto refleja la represión emocional a la que estaban sometidas las mujeres, a quienes se les exigía aguantar el sufrimiento sin quejarse.
Símbolos Clave en *La Casa de Bernarda Alba*
Lorca utiliza diversos símbolos para representar conceptos abstractos y enriquecer la trama:
- El bastón de Bernarda: Es el símbolo de su autoridad y poder tiránico. En el tercer fragmento, Adela lo rompe, un acto de desafío total contra su madre y la represión que representa. Este gesto simboliza la rebelión contra la opresión, aunque su destino final demuestra que esta lucha no siempre tiene éxito.
- El color negro: Asociado al luto y la opresión, aparece constantemente en la obra. En el tercer fragmento, Bernarda entra con un mantón negro, reforzando la idea de que su presencia impone silencio y represión. También simboliza el peso de la tradición y la muerte, tanto literal como metafórica.
- Pepe el Romano: Aunque nunca aparece en escena, es un símbolo del deseo y la libertad que las hijas de Bernarda anhelan. En el segundo fragmento, Angustias menciona que lo ve a través de los hierros de la ventana, lo que representa la barrera entre su deseo y la realidad. Pepe encarna la posibilidad de escapar de la opresión, pero también es el detonante de la tragedia.
Otros Símbolos Relevantes
- Contraste blanco-negro: El blanco representa lo positivo de la vida y la libertad, frente al negro de la muerte. La muerte de Adela ocurre en una noche negra, unida al fanatismo religioso del luto. En la casa, el blanco de las paredes se va apagando a medida que avanza la obra, pasando de “blanquísimas” en el primer acto a “ligeramente azuladas” en el tercer acto, simbolizando la pérdida de la pureza.
- Trajes negros/traje verde: Los trajes negros representan el luto forzado, mientras que el traje verde simboliza la vitalidad. Lo mismo sucede con el abanico de colores que Adela le da a Bernarda en el primer acto.
- El espacio: La casa es un espacio cerrado, símbolo de opresión; se describe como una prisión o un convento, vigilada por Bernarda y las vecinas. Las acotaciones refuerzan estas ideas: el blanco de los muros se relaciona con la pureza, y los gruesos muros, con la prisión. El “campo” exterior simboliza la libertad.
- Puertas y ventanas: Permanecen cerradas durante el luto. Las puertas cerradas impiden la salida de las hijas, llevándolas a la desesperación, especialmente a Adela, para quien la puerta también representa la muerte. Las ventanas cerradas simbolizan la prohibición, la reclusión y la falta de contacto con el exterior.
- El agua: Lorca utiliza expresiones con “agua”: orilla del mar, tormenta, charco, agua de beber. El agua corriente representa la libertad y la vida. El pueblo, sin ríos, tiene pozos oscuros de agua estancada, simbolizando la muerte. Esto contrasta con las referencias al mar de María Josefa. La sed de Adela y Martirio alude al deseo sexual.
- El calor: Intensifica la tensión dramática y la fatalidad. Calor, fuego y sed refieren a la temperatura ambiental, pero también a la pasión erótica. El calor, como la pasión, asfixia a las mujeres.
- Sonidos: Repiques de campana (muerte), ladridos de perros (premonición de muerte) y el llamado al silencio de Bernarda (jerarquía y ocultación).
- El caballo: Representa la pasión sexual, el deseo amoroso y el instinto. El caballo garañón, deseado por las “potras”, simboliza a Pepe Romano. Aparece en el tercer acto, antes de la cita de Pepe y Adela.
- La oveja: Representa al niño, que puede ser felicidad y sacrificio.
Desenlace Trágico y Acto Final
El tercer fragmento pertenece al tercer y último acto de la obra. Inmediatamente después, Bernarda, al escuchar que Adela ha desafiado su autoridad y se ha proclamado como la mujer de Pepe el Romano, busca su escopeta para matarlo. Sin embargo, Poncia le dice a Adela que Pepe ha huido, lo que la lleva a suicidarse, creyendo que todo está perdido.
Cuando las demás descubren su cuerpo, Bernarda, en lugar de expresar dolor, ordena que se diga que Adela murió virgen. Este momento final encapsula la obsesión de Bernarda por las apariencias y la honra, demostrando que su prioridad es mantener su autoridad incluso ante la tragedia de la muerte de su hija.
Temas Principales
- El enfrentamiento entre la moral autoritaria y el deseo de libertad.
- El amor sensual o la búsqueda del varón.
- El odio y la envidia.
- La injusticia social.
- La marginación de la mujer.
- La sumisión de la mujer a las normas sociales y a la doctrina del hombre.
- La muerte, presente al inicio y al final, creando un argumento circular.