Contexto Histórico de Descartes
Descartes (1596-1650) es un filósofo del siglo XVII. El Discurso del Método fue escrito en el Siglo de Oro francés. El siglo XVII es un siglo de crisis y convulsiones que recoge los cambios acaecidos durante el Renacimiento y anticipa el siglo de la Ilustración. Europa sufre grandes hambrunas. Los antagonismos entre nobles y burgueses, señores y campesinos se agudizan. La religión introduce una fuente de inestabilidad con la Reforma protestante y su contestación católica: la Contrarreforma.
Desde el punto de vista político, adquieren poder Francia, Inglaterra y Holanda y comienzan a perderlo Italia y España. Es un tiempo de inestabilidad y frecuentes guerras. Políticamente Francia se organiza como una Monarquía Absoluta, que llegará a su apogeo con Luis XIV y la identificación entre el monarca y el estado. Descartes participó en la Guerra de los Treinta Años en la que dos civilizaciones lucharon por imponerse: la feudal y católica apoyada por los Habsburgo, y la burguesa y protestante (Países Bajos).
Desde el punto de vista socio-económico: se produjo un desarrollo de la burguesía vinculada al capitalismo mercantilista. No obstante, hubo hambres y epidemias, mientras que las monarquías realizaron gastos en actividades bélicas. Se van gestando las condiciones que darán lugar a la Revolución francesa.
Desde el punto de vista religioso, los problemas religiosos están ligados al desarrollo de los Estados absolutos. La Contrarreforma (la respuesta católica a la Reforma protestante de Lutero). La Inquisición vuelve a atacar por la fuerza para mantener la pureza doctrinal. Fue una lucha contra la libertad de pensamiento que afectó especialmente a Descartes pues varias de sus obras debieron ser publicadas de forma anónima, como el “Discurso del método”. En este ambiente, Descartes crea una nueva actitud filosófica: el idealismo.
Contexto Cultural de Descartes
Desde el punto de vista cultural, su tiempo es el Barroco, un período de la historia cultural de Occidente que abarcó desde 1600 hasta la mitad del siglo XVIII. Fue una consecuencia de las luchas religiosas a causa de la Reforma protestante y la Contrarreforma católica.
Figuras importantes de la época:
- 1469-1527 Maquiavelo: filósofo italiano renacentista, funcionario, escritor.
- 1585-1679 Hobbes: filósofo inglés fundador de la política moderna.
- 1632-1704 Locke: filósofo y médico inglés, pensador del empirismo y padre del liberalismo clásico contra el poder absoluto y los privilegios de los aristócratas.
El Barroco significó el triunfo de los sentimientos exaltados. La serenidad y la fe del Renacimiento fueron sustituidas por una visión de la vida más mística y menos optimista. Se desarrolló la imprenta y permitió que la cultura saliera fuera de los círculos eclesiásticos. El latín comienza a no ser la lengua culta en exclusiva y se publican muchos libros en las lenguas nacionales. De hecho, el texto que estamos comentando fue una de las primeras obras escritas en francés. Los artistas barrocos pretendían representar la realidad sin idealizarla y exaltar los sentimientos del espectador con obras llenas de movimiento. La literatura vivió momentos de mayor esplendor con figuras como Shakespeare en Inglaterra, Molière en Francia, Calderón de la Barca, Quevedo, Cervantes… Las instituciones públicas promovieron investigaciones, el desarrollo científico se aceleró. La monarquía inglesa fundó la Royal Society e inauguró el observatorio de Greenwich. La francesa creó la Academia de las Ciencias. Numerosos descubrimientos: Neper los logaritmos; Harvey demostró la circulación de la sangre. La filosofía moderna se inicia con Descartes y Galileo, Kepler y Newton asientan los pilares de la ciencia experimental. Galileo demostró la exactitud del heliocentrismo. Kepler formuló las leyes de las órbitas de los planetas. Newton y la ley de la gravitación universal.
Contexto Filosófico de Descartes
Para el surgimiento de la modernidad, delimitación de la Razón y la Fe. Guillermo de Ockham reivindicó la autonomía de la razón respecto a la fe; la razón ya no está al servicio de la fe. La autonomía de la razón con respecto a la fe se convierte en una independencia absoluta. En Descartes encontramos la crítica a la tradición escolástica. El Renacimiento es una época de crisis, ruptura con el pasado y el realismo aristotélico; y frente a él, el idealismo considera que el objeto inmediato del conocimiento son nuestras ideas o representaciones mentales, que pueden corresponderse o no con la realidad exterior, pero debe ser probada y demostrada. La crisis obliga a Descartes a desarrollar un pensamiento dominado por la desconfianza y la prudencia (duda metódica), así asienta las bases del idealismo filosófico.
Coincidencias de la filosofía cartesiana con algunas de estas tradiciones filosóficas anteriores:
- La actitud racionalista iniciada con Parménides y Platón: Se inicia con Descartes, pero el racionalismo se remonta a Parménides y Platón. En Platón encontramos también un precedente de la teoría de las ideas innatas en su conocida teoría de la reminiscencia. Valoran las matemáticas por su proceder puramente racional (sentidos).
- Encontramos en Descartes elementos de la tradición escolástica y de la filosofía de Aristóteles: Aristóteles fue el primero en caracterizar la sustancia como aquello que existe por sí mismo con independencia de los accidentes y, por ser subsistente, se considera la principal de todas las categorías.
- La tradición agustiniana: Descartes comparte con la tradición agustiniana: la crítica al escepticismo y el argumento ontológico para la demostración de la existencia de Dios.
En la filosofía cartesiana hay influencia de determinadas ideas, actitudes y nuevas concepciones:
- La ciencia renacentista y moderna: Con los trabajos de Kepler, Galileo y Newton se crea una nueva visión del universo que se caracteriza por su mecanicismo y matematicismo y se opone a la teleología. El mecanicismo y la matematización del mundo material se hallan en Descartes. La física cartesiana es totalmente mecanicista y el método cartesiano está inspirado en el de las matemáticas.
- Los intentos de encontrar un método que permitiera el descubrimiento de la verdad.
- El Racionalismo: Los filósofos racionalistas se caracterizan por su confianza en la razón humana. Esta confianza se manifiesta en dos aspectos:
- Los racionalistas afirman que la razón es la única fuente de conocimiento válido.
- Para el racionalismo, el ideal de conocimiento será el sistema deductivo, propio de las matemáticas.
- El empirismo: el racionalismo tomó como modelo de saber a las matemáticas, y el empirismo las ciencias experimentales. Los empiristas decían: El origen del conocimiento es la experiencia. El conocimiento tiene como límite la experiencia. Todo conocimiento es conocimiento de ideas (idealismo).
Objetivos de su filosofía: Descartes no acepta los cimientos filosóficos precedentes y se esfuerza por construir un nuevo edificio filosófico completo. Para ello se propone:
- Comenzar desde el principio, sin confiar en ninguna autoridad filosófica.
- Evitar la confusión entre lo claro y evidente de las meras conjeturas.
- Alcanzar ideas claras y distintas para trabajar solamente con ellas.
El método que considera más adecuado para este fin es el método matemático. Busca que su método científico abarque todas las ramas de la investigación humana para alcanzar la verdad mediante la razón.
Las Reglas del Método
Reglas fáciles y ciertas, Discurso del método, cuatro reglas: regla de la evidencia intuición intelectual. Análisis, ideas complejas-simples ambigüedades. Síntesis, simples-complejas. Comprobación y revisión, periódicamente todo el proceso.
La Duda Metódica
La duda de Descartes no es la duda de los escépticos, “que dudan por dudar”; él busca la verdad. Por eso se llama “metódica”, es necesario dudar de todo y considerarlo provisionalmente como falso. Es una duda metódica, universal, provisional y teórica; y esta se desarrolla en la obra Meditaciones metafísicas. El saber tradicional está basado en la experiencia sensible, pero los sentidos nos dan un conocimiento confuso y engañoso. El saber matemático parece indudable, porque es válido tanto en estado de vigilia como en el sueño. Descartes considera la existencia de un “genio maligno, astuto y engañador” que lleva a considerar como evidentes cosas que no lo son; aquí la duda se convierte en hiperbólica. Así Descartes extiende su duda a todo y se convierte en universal.
El Proceso de la Duda (razones para dudar de todo):
- La duda acerca de los conocimientos que nos dan los sentidos: Los sentidos nos engañan a veces y no debemos fiarnos. Pero ¿pueden engañarnos también en lo tocante a percepciones presentes?
- La dificultad de distinguir con claridad el sueño de la vigilia: tal vez estemos dormidos (todo es un sueño). Lo único que queda a salvo son las verdades de las matemáticas.
- La duda acerca de las verdades matemáticas: también estamos expuestos a cometer errores, y deberemos dudar de todas estas demostraciones matemáticas.
- La duda hiperbólica. La hipótesis del genio maligno. Tomamos como hipótesis a un genio maligno que quiere engañarnos (incluso aunque se trate de contenidos matemáticos). La hipótesis del genio maligno viene a destacar este carácter dudoso de todos los contenidos del pensamiento.
La Certeza Fundamental “Cogito Ergo Sum”
Después de ponerlo todo en duda, constata que no hay ninguna duda de un hecho: de que existo, que hay un “yo”. Dado que Descartes duda, eso quiere decir que piensa. Y si piensa, de alguna manera existe. “Pienso, luego existo”. En definitiva, el “yo” es un acto intuitivo, ya que es una idea clara y distinta. Se trata del punto de partida de su filosofía. Otras ideas con el mismo grado de evidencia: Descartes entiende por idea a los contenidos mentales que tienen la capacidad de representar cosas. Para Descartes existen tres clases de ideas: las ideas innatas, adventicias y facticias.
El Criterio de Certeza:
La claridad y la distinción con que percibo algo es lo que lo hace verdadero.
Los Contenidos del Cógito:
El contenido representativo de las ideas se llama “Realidad objetiva de la idea”. Por otro lado, Descartes utiliza la expresión “realidad formal” para referirse a la realidad de las cosas u objetos. Características de las ideas: Son reales, tienen una realidad formal. Para Descartes cada idea es una “res cogitata”, una cosa pensada. Cada idea se diferencia de las demás en su contenido concreto, en lo que representan. Al contenido representativo se lo denomina “realidad objetiva” de la idea. Hay tres clases de ideas:
- Ideas adventicias: aquellas que parecen provenir de nuestra experiencia exterior, la idea de caballo.
- Ideas facticias: son aquellas ideas que construye la mente a partir de otras ideas (imaginación), caballo alado.
- Ideas innatas: son las que posee el pensamiento por su propia naturaleza. Ideas innatas: que se encuentran en la mente antes de cualquier experiencia, emanan de la razón y son el principio del conocimiento verdadero, como las ideas de perfección o infinitud.
Pruebas de la Existencia de Dios
Se pregunta, ¿quién ha creado la idea de Dios? La idea se encuentra en su conciencia, no ha sido creada por él mismo, porque es imperfecto y finito. Pero tenemos de manera innata la idea de perfección y solo puede tener como causa a un ser infinito, a Dios. Dios es una idea innata, esta es la segunda certeza. Aquí se ve derrotada la idea del genio maligno, ya que bajo la protectora fuerza de Dios las facultades cognoscitivas no nos pueden engañar. Dios no nos puede mentir. A partir de las ideas innatas ya intuidas, se pueden determinar varias conclusiones:
- Existe un mundo objetivo.
- Dios es perfecto y se elimina toda duda radical y se garantiza todas las aspiraciones al conocimiento.
La Veracidad de Dios: Tres Pruebas
- Prueba de la existencia de Dios a partir de la idea de Ser perfecto (infinito): se basa en la teoría de la realidad objetiva de las ideas. Algo no puede proceder de la nada y la causa de algo debe ser tan perfecta o más que el efecto.
- Argumento ontológico: Es el tercer argumento de la existencia de Dios: La idea de Dios es la de un ser sumamente perfecto. Dicho ser ha de existir realmente y no sólo en mi pensamiento pues algo que no existe no puede llegar a ser perfecto. La idea de Dios está unida a su existencia.
Consecuencias de la Existencia de Dios (Dios es el garante de verdad del criterio de certeza):
La materia es el espacio, la extensión pura. Dos tipos de cualidades:
- Las cualidades primarias: se pueden medir y cuantificar y son percibidas con claridad y distinción (ideas verdaderas): son la figura y el movimiento.
- Las cualidades secundarias: no caen en el ámbito de la medida y el orden. Son nuestras ideas de los colores o sonidos. No son claras y distintas, no son verdaderas.
La Metafísica Cartesiana: Las Tres Sustancias
Existen tres ideas claras y distintas: las ideas de yo, Dios y mundo, que se corresponden con tres realidades o sustancias. Estas sustancias son: el ser humano es aquel en el que se encuentran a la vez dos sustancias radicalmente distintas entre sí, la res cogitans y la res extensa. Por sustancia entiende Descartes lo siguiente: “Lo que no necesita de nada salvo de sí mismo para existir”. En general, Descartes señala tres sustancias: la sustancia infinita, que se atribuye a Dios, cuyo atributo es la perfección; la sustancia pensante (res cogitans, o cosa que piensa), que se atribuye al alma, cuyo atributo es el pensamiento; la sustancia material (res extensa, o cosa extensa), que se atribuye a la materia, cuyo atributo es la extensión.
Antropología:
El ser humano se compone de dos realidades (sustancia pensante y sustancia material), alma y cuerpo. El alma es espiritual, inmortal y libre. Ambas realidades se comunican por medio de las pasiones y experimentamos la unión entre ambas. El alma se encuentra en la glándula pineal, como punto de unión de ambas sustancias. El alma guía al cuerpo.
Conclusión Final
Descartes se empeña en que solo hay una ciencia y un método (el método de las matemáticas). La ciencia es como un árbol, raíces metafísica o filosofía, el tronco la física y las ramas la medicina o mecánica. El método de las matemáticas sirve para desarrollar el árbol. Para él, los animales no tienen alma (es una característica del pensamiento). Los animales solo realizan funciones vitales que pueden explicarse por leyes exclusivamente mecánicas. Él considera que son puras máquinas autómatas.