Antecedentes
A lo largo del siglo XX, España experimentó el fracaso de dos regímenes constitucionales: la Restauración (1875-1923), que culminó con la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), y la II República, que finalizó con la Guerra Civil (1936-1939) y la posterior dictadura franquista (1939-1975). Solo tras la finalización de la dictadura y el periodo de transición a la democracia, se consolidó en España un sistema democrático estable basado en la Constitución de 1978.
Las bases ideológicas del franquismo se relacionan con el “mito de la hispanidad”, heredero del Siglo de Oro y los Reyes Católicos. Franco se consideraba con una misión civilizadora frente a la amenaza del comunismo, defendiendo los valores tradicionales y el cristianismo.
La sublevación del 18 de julio tuvo un carácter militar. El general Mola, el “Director”, tras la muerte del general Sanjurjo, creó una Junta de Defensa Nacional compuesta solo por militares y presidida por el general Cabanellas. En septiembre se planteó la necesidad de un mando único, siendo designado Franco. El 1 de octubre de 1936, fue nombrado Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos, creando una Junta Técnica de Estado, que incluía civiles, y que perduró hasta enero de 1938. Entonces, nombró su primer gobierno, acaparando los cargos de Jefe del Estado y Presidente del Gobierno, titulándose “Caudillo”.
En cuanto a sus apoyos, además de la fidelidad de parte del ejército, contó con la Iglesia católica, los falangistas, los tradicionalistas y los conservadores de la CEDA o el Bloque Nacional. Todos fueron unificados, desde abril de 1937, en la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, partido único cuyo jefe era el propio Franco.
Desarrollo del Régimen Franquista
Acontecimientos Clave
La sublevación militar se dirigía contra la República y el movimiento obrero, pero no tenía claro el régimen que pretendía construir, aunque destacan una serie de rasgos:
- El componente militar y la fidelidad a la figura del “Caudillo”.
- El afán de perpetuarse en el poder del general Franco, que se siente enviado divino para “salvar” a España.
- La concentración de todos los poderes en Franco.
Fundamentos Ideológicos
Los fundamentos ideológicos proceden de los grupos sociales dominantes (burguesía agraria y financiera), matizados por el auge de los regímenes autoritarios en Europa:
- Nacionalismo español: Centralismo enfrentado a los nacionalismos periféricos (Cataluña, País Vasco…) y el uso exclusivo de la lengua castellana frente a la pluralidad lingüística.
- Nacional-catolicismo: Exclusividad de la religión católica como la oficial del Estado.
- Paternalismo social.
Bases Sociales
Las bases sociales proceden, por una parte, de los grupos privilegiados, especialmente la burguesía agraria que temía la reforma agraria republicana y, por otra, de las clases medias tradicionales que temían la revolución social defendida por los partidos obreros. Estos grupos se conformaron políticamente como diferentes “familias” dentro del Régimen:
- El ejército: Presente en todos los gobiernos de Franco, aportó estabilidad al régimen.
- La Iglesia: Ocupó cargos institucionales y adquirió un gran protagonismo, especialmente a finales de los años 50 con los llamados “tecnócratas”, vinculados al Opus Dei.
- Los “falangistas”: Al principio adquirieron importancia debido al auge de las potencias del eje (Alemania e Italia) en la Segunda Guerra Mundial, pero después fueron perdiendo influencia hasta casi desaparecer.
- Los “tradicionalistas”: Denominados “requetés” durante la guerra, su presencia durante el franquismo fue escasa.
- Los “monárquicos”: Incluían destacados dirigentes militares que planteaban la necesidad de retornar a la monarquía, aunque Franco declaró a España como “reino sin rey” hasta su muerte.
Instituciones
Las instituciones siguieron un desarrollo paralelo a la evolución del Régimen. Esto se realizó mediante la promulgación de siete “leyes fundamentales”:
- Fuero del Trabajo (1938): Regulaba la intervención del Estado en la economía y las relaciones laborales.
- Ley Constitutiva de las Cortes (1942): Designaba los “procuradores”.
- Fuero de los Españoles (1945): Se fijaban los derechos y deberes de los españoles.
- Ley de Referéndum Nacional (1945).
- Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947): Se creaban los Consejos de Regencia y del Reino, siendo Franco Jefe vitalicio del Estado.
- Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958): Suponía la redefinición de la Falange.
- Ley Orgánica del Estado (1967): Pretendía acabar de configurar el Estado Franquista con la denominada “democracia orgánica”.
La octava de las leyes fundamentales, la Ley para la Reforma Política (1976), supuso la autoliquidación del franquismo.
En este sistema destaca la concentración del poder en la figura de Franco. A nivel político se crearon unas “Cortes” cuyos procuradores eran designados y un Consejo Nacional del Movimiento. El Movimiento Nacional fue la denominación que recibió en su conjunto el partido único, la “organización sindical” y otros organismos como el Frente de Juventudes, la Sección Femenina…, cuyos Principios Fundamentales debían ser jurados por todos los cargos.
Evolución
Pueden diferenciarse dos grandes etapas:
La Posguerra (1939-1959)
- Fase Azul (1939-1945): Relacionada con la Segunda Guerra Mundial y caracterizada por la represión y el peso de los falangistas.
- Aislamiento (1945-1950): Coincidente con el final de la guerra mundial. Las presiones para la reinstauración monárquica y el aislamiento exterior (retirada de embajadores, cierre de la frontera con Francia…), dieron lugar entre 1942 y 1947 a una serie de normas que trataron de dotar al régimen de ordenamiento legal. Fueron tiempos de gran penuria económica, los llamados “años del hambre”. Su final coincide con la llamada “Guerra Fría”.
- Apertura (1951-1959): Se mantuvieron las dificultades económicas resultado de la autarquía (autosuficiencia ante el aislamiento internacional), pero poco a poco se fueron retomando las relaciones internacionales: se firmaron los acuerdos con EEUU, el Concordato con la Santa Sede… y en 1955 se produjo el ingreso en Naciones Unidas.
El Desarrollismo (1959-1975)
Su punto de partida se sitúa en 1957 con el nuevo gobierno “tecnócrata” (gobierno de los técnicos que aplican la ciencia a la política) que, tras la liberalización interior y exterior, dio lugar a un notable desarrollo económico. Juan Carlos de Borbón fue designado sucesor en 1969. Sin embargo, todos estos cambios no lograron la estabilidad social, que culminó con la crisis final coincidiendo con el declive físico de Franco y el atentado contra Carrero Blanco, que fue sustituido en la Jefatura del Gobierno por Arias Navarro. El régimen se dividió entre inmovilistas (“búnker”) y reformistas. En la calle se sucedieron las protestas y se produjo la descolonización del Sahara tras la “marcha verde”. En este contexto murió el general Franco.
Cambios y Permanencias
El largo periodo del Régimen tras la victoria en la Guerra Civil, sin que hubiera una reconciliación entre los bandos, marcó profundamente a varias generaciones de españoles. Franco, en su afán por perpetuarse en el poder, no dudó en ir evolucionando desde formas fascistas, al principio, a otras paternalistas de carácter anticomunista durante la Guerra Fría, aunque basadas siempre en la represión política. Los éxitos económicos de la década de los sesenta, realizados a costa de grandes movimientos migratorios, contrastan con los grandes padecimientos sufridos por la población en la época de la posguerra. No obstante, la economía mantuvo grandes desequilibrios internos e importantes diferencias con los países europeos.
A pesar de todo, la sociedad española, tras la dictadura, fue capaz de implantar un régimen democrático donde la representación popular, los derechos y libertades, y las singularidades regionales están vigentes, desmintiendo a aquellos que vaticinaban que el pueblo español solo era gobernable desde el “espadón”, y constatando que la dictadura del general Franco solo había sido un triste paréntesis.