Conceptos Clave de la Teoría Económica de Karl Marx: Plusvalía, Capital e Infraestructura

La Mercancía y el Valor de Cambio

El valor de cambio de una mercancía es el tiempo de trabajo socialmente necesario para producirla. Este se define como el tiempo requerido para producir una mercancía cualquiera, en las condiciones normales de producción y con el grado medio de destreza e intensidad de trabajo imperantes en la sociedad en una época determinada. El valor de cambio se mide cuantitativamente, es decir, en dinero. El rasgo peculiar de la sociedad capitalista es que en ella la fuerza de trabajo es también una mercancía, dado que el productor no dispone de otro recurso para obtener medios para su subsistencia, debe vender su fuerza de trabajo. La fuerza de trabajo tiene, por tanto, un valor de cambio (determinado por el tiempo de trabajo socialmente necesario para producirla y que se expresa en el sueldo que recibe el trabajador) y un valor de uso (su utilidad para producir otras mercancías).

Plusvalía: La Base de la Explotación Capitalista

La plusvalía es el beneficio que obtiene el capitalista con la venta de las mercancías producidas por el trabajador, y el concepto clave para explicar la explotación que sufre el obrero en el modo de producción capitalista. En el modo de producción capitalista, la fuerza de trabajo es una mercancía, puesto que los proletarios son trabajadores libres desprovistos de todo medio de producción y que sólo poseen su fuerza de trabajo, y la venden a cambio de un salario para poder subsistir. Pero a diferencia de otras mercancías, la fuerza de trabajo es una mercancía que a través de su uso produce valor: si un obrero trabaja 8 horas al día y gana x al día, a las 4 horas de trabajo, el obrero ya le habrá restituido al capitalista el salario que le paga por su fuerza de trabajo; sin embargo, sigue trabajando 4 horas más, sigue produciendo mercancías, de modo que el valor creado por él las últimas 4 horas supone un beneficio para el capitalista. Este beneficio o plusvalía se basa en la explotación del obrero y se lo queda el capitalista.

Ahora bien, el capitalista busca incrementar sus beneficios, y ello conlleva un aumento del grado de explotación del proletariado. El incremento de la plusvalía puede tener lugar de tres formas:

  1. Aumentando al máximo la jornada de trabajo (plusvalía absoluta).
  2. Haciendo que la fuerza de trabajo rinda al máximo (plusvalía relativa).
  3. Disminuyendo el tiempo de trabajo necesario, mediante la introducción de máquinas que aumenten la productividad del trabajo (plusvalía relativa).

Marx considera que la explotación se acabará cuando se ponga fin a la plusvalía. Para ello es necesario sustituir la propiedad privada por la propiedad colectiva de los medios de producción. Mientras esto no ocurra, el trabajador, explotado, no podrá realizarse, sino que será tratado como una mercancía y se sentirá esclavo de sus propios productos, es decir, continuará alienado.

Capital: El Valor que se Valoriza

El capital es el valor que se valoriza. La forma inicial del capital es una masa de dinero que pertenece al capitalista, quien la invierte en el proceso productivo para obtener una cantidad mayor que la inicial. El dinero sirve para comprar maquinarias y materias primas por una parte, y fuerza de trabajo por la otra. Marx denomina “capital constante” al que se invierte en los medios de producción (maquinarias y materias primas), y “capital variable” al que se invierte en fuerza de trabajo, debido a que ella produce más valor. Pues bien, al final del proceso se da un incremento entre el capital invertido en la producción y el capital obtenido en la venta de las mercancías producidas, por tanto, hay un beneficio. Marx señala que este beneficio procede de la plusvalía generada por el trabajador y que para determinar el grado de explotación de la clase obrera debemos examinar la relación que existe entre el valor de la fuerza de trabajo o capital variable y la plusvalía generada.

La Relación entre Infraestructura y Superestructura

Marx distingue diferentes estructuras que configuran toda sociedad: la infraestructura y la superestructura, siendo la infraestructura el elemento determinante en última instancia, porque el materialismo histórico establece que es el sistema de producción de una sociedad el que determina el conjunto de creencias, valores, leyes, costumbres, etc. de esa sociedad. La infraestructura es el sistema económico o base material de la sociedad, es decir, el modo en que está organizada la satisfacción de las necesidades materiales de vida. La infraestructura económica está formada por las fuerzas productivas (recursos naturales, medios técnicos y fuerza de trabajo) y las relaciones de producción (las relaciones que se establecen entre los hombres como consecuencia de la producción o trabajo). El conjunto de las fuerzas productivas y las relaciones de producción en un momento histórico determinado forma el modo de producción de una sociedad dada.

Modos de Producción según Marx

Marx distingue los siguientes modos de producción:

  • Primitivo
  • Asiático
  • Antiguo
  • Feudal
  • Capitalista
  • Comunista

La superestructura está constituida por los diferentes sistemas de organización social, política y jurídica y por el conjunto de creencias que tiene una sociedad dada. Cabe entonces distinguir entre la superestructura social, la política y jurídica y la ideológica. Marx señala que la superestructura depende de la infraestructura, y que los cambios en la superestructura son consecuencia de los cambios en la infraestructura.