Consecuencias del Tratado de París de 1898: Fin del Imperio Español

Tratado de Paz entre España y Estados Unidos (1898): Paz de París

Identificación y Clasificación del Texto

Se trata de un fragmento del Tratado de Paz firmado en París el día 10 de diciembre de 1898 entre España y Estados Unidos. Con la firma de este documento se daba por concluida la guerra colonial que había enfrentado a España con las fuerzas estadounidenses y los independentistas cubanos (1895-1898) y filipinos (1896-1898). El texto es una fuente primaria, un documento histórico de carácter jurídico, político y diplomático, suscrito por los representantes comisionados de España y Estados Unidos para conocimiento universal (destino).

Análisis del Texto

Los cuatro artículos que reproduce el texto expresan las principales condiciones del tratado de paz entre España y los Estados Unidos:

  • En el primer artículo, España renuncia a su soberanía sobre la isla de Cuba y cede dicho territorio insular a los Estados Unidos de América.
  • En el segundo artículo, se acuerda la cesión por parte de España de Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam a los Estados Unidos.
  • En el tercer artículo, España vende por valor de veinte millones de dólares el archipiélago filipino a la potencia norteamericana.
  • El sexto artículo, finalmente, hace referencia a la libertad de soldados prisioneros, pero no solo de las dos potencias enfrentadas en la guerra, sino que también se incluye aquí a las fuerzas y políticos independentistas cubanos y filipinos.

Contexto Histórico

En aquel momento, España estaba bajo el régimen de la Restauración, durante la regencia de María Cristina de Habsburgo, viuda de Alfonso XII y madre de Alfonso XIII, entonces todavía menor de edad. Gobernaban los liberales con Práxedes Mateo Sagasta como presidente, que tuvo que afrontar la delicada crisis de 1898.

España estaba alterada por una fuerte crisis en política exterior y militar, provocada por la guerra colonial y la pérdida de los últimos restos del imperio español: las islas de Cuba, Puerto Rico en el Caribe y Filipinas. También existía una honda crisis interna denominada el “Desastre del 98”.

Las Causas del Desastre

Las causas de la Guerra de Cuba se pueden centrar en los siguientes aspectos económicos y políticos:

  • Económicos: Desde 1878, los independentistas cubanos, liderados por José Martí, cuentan con el apoyo cada vez mayor de ciertos sectores sociales cubanos y de Estados Unidos, que tenía fuertes intereses económicos en la isla.
  • Políticos: Las primeras demandas cubanas apostaban en un principio por un sistema autonómico que representara los intereses de los criollos. Los criollos eran hacendados blancos descendientes de españoles.

La gran insurrección comienza con el “Grito de Baire” en 1895. Hasta 1898, el conflicto surge en un ambiente popular y con apoyo de la población negra y mulata. El general Martínez Campos, partidario de la negociación, fracasa en su intento.

Martínez Campos, que se niega a utilizar los campos de concentración que Cánovas le pedía, dimitió. Le sustituyó Valeriano Weyler, que actuó de forma represiva contra los insurgentes cubanos. Su política fue efectiva desde el punto de vista militar, pero no fue bien vista por su falta de humanidad.

Los soldados españoles, llevados a las islas entre 1895 y 1898, sufrieron penalidades y enfermedades tropicales. El balance fue de más de 30.000 muertos por parte del bando español. En 1897, tras el asesinato de Cánovas, Sagasta (progresista) vuelve al gobierno.

La explosión del crucero norteamericano Maine en el puerto de La Habana (febrero de 1898), debido a causas fortuitas, desencadenaba la guerra con EEUU.

España capitulaba y, por el Tratado de Paz de París (diciembre de 1898) referido en el texto, que ponía fin al imperio español ultramarino, cedía Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam (Pacífico) a EEUU, como se expone en dicho tratado.

Filipinas comienza la insurrección en 1896, abriendo un nuevo frente para España.

Las críticas contra la guerra provinieron en buena parte de las filas de los anarquistas y los socialistas, al ser obreros y campesinos los civiles llamados a filas por su condición humilde. También algunos intelectuales, formados en la Institución Libre de Enseñanza, como el aragonés Joaquín Costa, que es su figura más representativa, aportaron soluciones reformistas, apoyándose en los propietarios medios agrícolas, en el desarrollo del regadío y de la educación. Miguel de Unamuno o Francisco Pi y Margall se mostraron críticos frente al hecho bélico, abriendo las puertas del movimiento regeneracionista al siglo XX español.

La influencia de Costa y el impacto de la guerra es importante en la generación literaria del 98 (M. Unamuno, A. Machado, Azorín, Pío Baroja, Maeztu), grupo que trata los problemas de España de finales de siglo.

El regeneracionismo, ante el desastre del 98, se manifestó con pesimismo y amargura sobre la situación histórica de España. Sentían la necesidad de salir del desastre social, cultural, económico y político. Caracterizaron a una generación de escritores, un nuevo siglo de oro de las letras: la generación del 98.

Conclusión

La crisis del 98 pone en quiebra el sistema de la Restauración, que es considerado uno de los causantes del Desastre. El 98 cerró una etapa y abre otra: el reinado de Alfonso XIII y la quiebra paulatina y definitiva del sistema de la Restauración.

La expresión “El Desastre del 98” proviene de un telegrama que envió el almirante que mandaba las tropas españolas en la derrota de Filipinas. Para la historiografía, ha pasado a significar el proceso que sirve de contexto histórico a la pérdida de las últimas colonias.