La Casa de Bernarda Alba: Opresión y Libertad en la Obra de Lorca

El Estilo y la Maestría del Diálogo

Se observa la maestría del diálogo, caracterizado por su fluidez, nervio e intensidad. Predominan réplicas cortas y rápidas, a menudo con carácter de sentencia. El lenguaje lorquiano, con intenso sabor popular, está arraigado en el habla popular, especialmente la andaluza, evidente en giros, palabras, hipérboles y creatividad. También destaca la dimensión poética del diálogo, cargado de simbolismo, imágenes y comparaciones, creando una atmósfera dramática e individualizando a los personajes. La temática central del teatro lorquiano es la lucha de personajes contra el orden social por su libertad, un enfrentamiento entre libertad y autoridad.

El estilo del libro, pese a su aparente sencillez, está sabiamente elaborado, combinando realidad y poesía. No es una obra puramente realista, aunque toma datos de la realidad y sitúa la acción dramática en un marco realista. Sin embargo, personajes, situación dramática y espacio simbólico están contemplados desde una dimensión poética.

Temas Secundarios

  • La injusticia de una educación sexista, basada en valores tradicionales, que condenan a la mujer a la pasividad.
  • El erotismo desprovisto de envoltura sentimental, reducido a la fuerza elemental del sexo como energía irrefrenable.
  • El miedo al qué dirán, el querer salvaguardar la apariencia.
  • La honra y las clases sociales.

En esta obra no existe narrador, ya que es un drama donde solo los personajes tienen presencia mediante sus acciones y palabras.

Intención del Autor

Se detectan dos intenciones en La casa de Bernarda Alba. Primero, una crítica social sobre la sociedad andaluza de la época, con carácter universal y adaptable a todas las mujeres del mundo. Segundo, una intención artística reflejada en el carácter poético de la obra. Lorca utiliza recursos estilísticos para desagravar situaciones vulgares mediante su lenguaje poético, lleno de metáforas y connotaciones, aunque también realista, como cuando Poncia cuenta a Bernarda los hechos con expresiones vulgares.

Contexto y Estructura de la Obra

La Casa de Bernarda Alba es una obra de teatro en tres actos del escritor español Federico García Lorca, escrita en 1936, poco antes de su ejecución. Se estrenó en Buenos Aires, Argentina, en 1945. El drama es un género literario que representa episodios o conflictos humanos mediante el diálogo de los personajes. La casa de Bernarda Alba es considerada por algunos críticos como una tragedia, siguiendo la opinión del propio autor. La obra cuenta la historia de Bernarda Alba quien, tras enviudar por segunda vez a los 60 años, decide vivir los próximos ocho años en riguroso luto, destacando su fanatismo religioso.

Estructura Interna y Externa

La estructura interna sigue un orden cronológico, sin saltos temporales, con desaceleración en momentos clave. Externamente, la obra se divide en tres actos:

  • Primer acto: Presentación (el duelo) y parte del desarrollo (el compromiso de Angustias).
  • Segundo acto: Primeras sospechas de los líos de Adela y síntomas de tensión creciente.
  • Tercer acto: Conclusión precipitada con el descubrimiento de la verdad, la muerte de Adela y la renovada autoridad de Bernarda.

Espacio y Tiempo

La obra transcurre dentro de la casa de Bernarda. El decorado del acto I es detallado: habitación con paredes blancas y puertas de arco de luna (presagio de muerte) con cortinas de yute y sillas de mimbre, revelando un escenario incómodo. En el acto II, el decorado cambia a una habitación blanca con puertas a los dormitorios. En el tercer acto, el escenario es un patio interior con tono azulado (símbolo del hombre) en las paredes blancas y una mesa con un quinqué.

El tiempo dramático se establece en las acotaciones iniciales y en los diálogos. En La casa de Bernarda Alba, el tiempo se desarrolla en unos días de verano. La historia inicia por la mañana con el entierro y duelo del marido de Bernarda. El segundo acto representa el inicio de la tarde, y el tercero el anochecer, simbolizando el fin del día y de los problemas. Aunque la obra no sigue la norma aristotélica del tiempo, los ocho años de duelo parecen comprimirse en un día, negando el discurrir temporal.