Educación en Evolución: Retos y Oportunidades en la Enseñanza Moderna

*Los artesanos de la enseñanza: “Sobre las instituciones: las escuelas ya no son lo que eran”*

Cuando yo enseñaba, lo que decía el maestro era sagrado.

Debido a los cambios sociales y culturales que se dieron con el paso del tiempo, se modificaron las condiciones en que se dan los procesos de socialización, formación y educación actualmente en las instituciones. Estos cambios dificultan la labor docente, dado que su formación no está a la altura de las circunstancias.

Durante muchos años, se sostuvo un sistema homogéneo de educación y formación que consistía en inculcar a los individuos los valores de civilización, razón, ciencia y progreso. Estos eran los pilares de las instituciones y justificaban toda acción o decisión tomada por los responsables.

Los sistemas educativos concretaron un modo de “civilizar en masa” que se contradecía con los resultados emancipatorios que el mismo ofrecía. En los últimos 50 años, estos sistemas fueron debilitándose a gran velocidad.

El cambio de paradigma en la educación

La mirada de los alumnos y la sociedad actual choca ante esos valores, los cuales ahora son más y distintos:

  • La información al alcance de todos versus maestro dueño del saber.
  • Espíritu crítico y libre expresión versus imposición de las ideas y censura.
  • Más gente escolarizada versus, por ejemplo, secundaria no obligatoria.

El poder docente en la actualidad

Al caerse los pilares anteriores, las acciones, decisiones y relaciones establecidas por los docentes no están garantizadas, reconocidas, respetadas, escuchadas o admiradas porque sí. Hoy, la tarea de intervenir educativamente sobre otros exige condiciones que no están preestablecidas. Hay que llegar a ellas.

Las escuelas y los nuevos desafíos

Las escuelas permiten el pasaje de culturas generacionales mientras se forma a los futuros ciudadanos. Muchos de los problemas surgen de los nuevos órdenes sociales y culturales, dado que se ha convertido en una institución sobredemandada y subdotada. Se le pide más, desde lo elemental a lo sofisticado. Esto se le pide a una institución en declive, que mantiene casi intacta su estructura originaria:

  • Determinada distribución espaciotemporal.
  • Asignaturas.
  • Agrupamiento por edades.
  • Rituales.
  • Predomina el mensaje antes que la comunicación.
  • Sistemas de promoción rígidos.

Los alumnos, los profesores y la sociedad en general están “formateados” por la forma escolar. Es la permanencia casi intacta de esta estructura moderna lo que explica su disfuncionalidad en el presente. Preocupa el hecho de que la escuela, ante tanta demanda y complejidad, deje de hacer lo que constituye su esencia: la educación, la enseñanza y la transmisión.

Nuevas exigencias en la educación

Son otras las exigencias en los tiempos que corren:

¿Cómo explicar derechos de inclusión, igualdad y libertad a todos los alumnos versus la homogeneización social y selección del alumnado de antes?

Dilemas de la educación moderna

  • Inclusión versus organización por niveles, grados y sistemas de promoción por el mérito.
  • Diversidad cultural versus defensa de cultura común y pública.
  • Libertad versus deberes de solidaridad entre ellos.

Solución: no hay fórmulas, es mediante la experiencia y experimentación como se puede llegar a la democratización explícita de la escuela.

La atención a las diversidades no debe olvidar los propios constitutivos escolares. Deben aplicarse, no eliminarse. Ejemplo: no a una cultura específica o particular, sino a una que vaya más allá de los gustos personales del alumnado. La libertad ante la preferencia de estos generará más injusticia si se da en desigualdad; por lo tanto, se debe intervenir.

Desigualdad y fracaso escolar

Problemas de desigualdad: cuando la escuela es más justa que antes, se presenta como “injusta” para los que tienen menos recursos. Se da una competencia escolar desregulada (del mérito y talento) que produce el fracaso escolar como el fracaso ante la vida en general. Están obligados a participar de un juego donde sus oportunidades de ganar son muy reducidas. Esta falta de éxito la asumen como propia (la culpa). Se depositan expectativas en ellos y, al no poder cumplirlas, se desvalorizan y culpan a sí mismos. La escuela debe protegerlos compatibilizando igualdad y mérito. Todos deben tener la oportunidad de demostrar alguna habilidad o capacidad para visualizar sus puntos fuertes, desarrollar y valorizar.

Hacia una educación inclusiva

Multiplicar los criterios de selección: aplicar métodos de evaluación para evitar la reducción de conocimientos y capacidades. Detectar capacidades y habilidades, y armar propuestas de trabajo cooperativas y colaborativas se presenta como una alternativa inclusiva. Ejemplo: película “Escuela de rock”. La escuela inclusiva articula dos derechos educativos: el derecho a la diferencia y el derecho a la igualdad. Alcanzar la igualdad supone un tratamiento pedagógico diferencial, pudiendo participar en lo colectivo. Una escuela inclusiva que no acompaña a sus alumnos corre el riesgo de producir resentimiento social: “te dieron la chance y no la aprovechaste”.

La complejidad de enseñar en la actualidad

Enseñar hoy a todos se nos complica.

Enseñanza: obrar con y sobre otros, intervenir, formar, transformar a los alumnos en algo distinto. Hoy priman la construcción, el diálogo y la justificación. Estas condiciones traen como consecuencia mayores niveles de exposición y sobrecarga para los docentes y alumnos, que pasan de ser “obedientes” a transformarse en “constructores” y protagonistas de su propia experiencia. La tarea de enseñar se vuelve más difícil y esto puede traer consecuencias:

  • Parálisis: el docente que no puede enseñar y se retira de la situación, o está presente físicamente pero sin actuar.
  • Hiperacción: el docente que pretende hacer algo a cualquier precio, tratando de restablecer las condiciones que supuestamente harían posible la enseñanza; es el docente que calma, o el que motiva, o el que pretende tener todo bajo control para luego poder enseñar.

En ambos casos la enseñanza se interrumpe, no sucede. Se entiende entonces lo que su parálisis o interrupción genera: el hecho de no poder intervenir, formar, transformar, obrar con y sobre otros es lo que les quita a los docentes el sentido de su tarea y los deja desprotegidos ante sí mismos y ante la sociedad en general. Esto suele provocar una “crisis profesional”. Esto ocurre por poner ideales de lo que funcionaría para la sociedad. La enseñanza no se detendrá, las escuelas seguirán funcionando y la sociedad, avanzando. El desafío es aprender a moverse en las nuevas coordenadas sociales y culturales, pensando la enseñanza de otra manera.

El docente como transformador y emancipador

El docente como obrador, transformador y emancipador de otros.

Poner su oficio es actuar con y sobre otros. Enseñanza: producción o artesanía. Docentes: productores.

La enseñanza puede caracterizarse como una artesanía. Se diferencia de oficios mecánicos o de la visión instrumental por el compromiso, sentimiento y pensamiento aplicado al producto. Su recompensa será la satisfacción por sus resultados bien logrados. Se los denomina productores de personas, con el componente especial de la vocación. Sus desafíos (alumnos) superan las recompensas materiales. Esa actividad hay que saber demostrarla: antes los docentes tenían garantizada su autoridad dentro de una institución, por los valores universales de la misma. El trabajo se potencia cuando se reconoce y aprecia, por eso se debe respetar la totalidad del proceso de trabajo y los beneficios docentes.

La naturaleza mágica de la enseñanza

Naturaleza mágica: cuando la voluntad de enseñar y el deseo de aprender dan resultado.

Indicadores de eficacia: conductas y actitudes de los alumnos, como el entusiasmo y la participación, versus la evaluación.

La percepción del progreso es el indicador del éxito. La sensación de obtener logros es lo que produce grandes satisfacciones al profesor. Encuentran en el otro la propia producción. Habita un misterio en el proceso de enseñanza, que es el momento en que se concreta el aprendizaje: no puede pronosticarse con precisión. Los resultados son los que dan sentido a la profesión.