Modernismo y Generación del 98: Convergencia Literaria y Espiritual en España

El Modernismo y la Generación del 98 son movimientos convergentes en el periodo inicial de la literatura contemporánea. La Generación del 98 es preponderadamente espiritual e histórica, relacionada con la crisis nacional agravada por la pérdida de las últimas colonias. Está influida por las corrientes filosóficas irracionalistas (Schopenhauer, Nietzsche, Kierkegaard) y por la fenomenología de Husserl. El Modernismo es el reflejo de las corrientes renovadoras europeas (simbolismo, parnasianismo, decadentismo). Tiene una significación fundamentalmente literaria y artística. Es un movimiento esteticista basado en la renovación de la métrica, cosmopolita, preciosista en el que se aúna el erotismo y el misticismo, como un entronque fuerte con el romanticismo en la evasión en el espacio y el tiempo. Van a ser seguidores de este movimiento, influido por la llegada de Rubén Darío a España en 1892 y 1899, Eduardo Marquina, Villaespesa, Manuel Machado (que sabe conjugar el modernismo con el tradicionalismo andaluz) y las primeras producciones de Antonio Machado, Valle Inclán y Juan Ramón Jiménez.

La Juventud del 98: El Grupo de los Tres

El grupo constituido por Azorín, Baroja y Maeztu puede ser considerado como base de la generación. En 1902 difunden un manifiesto conjunto en el que denuncian la descomposición del país, invitando a la búsqueda de soluciones. Al no tener la acogida que esperaban, cada uno seguirá su propio camino con un giro hacia el idealismo y la no acción. Si la labor inicial del 98 comienza entroncada con movimientos políticos revolucionarios (Unamuno pertenece al PSOE, Maeztu se relaciona con el socialismo, Azorín se declaraba anarquista y Baroja es simpatizante del anarquismo con una postura poco activa).

La Madurez del 98

Se intensifica el entronque en las corrientes irracionalistas y adquieren especial relieve las preocupaciones existenciales y el tema de España se enfocará con tintes subjetivos. Se produce en todos los autores una evolución ideológica:

  • Azorín: Con un ritmo lento y meditativo, sus novelas pierden importancia en la acción del argumento para presentar personajes abúlicos y sin voluntad. La voluntad de Antonio Azorín.
  • Baroja: Pesimismo existencial con una visión negativa del mundo, personajes perdidos en un mundo absurdo. Gran influencia de Schopenhauer para quien la lucidez lleva al dolor. Sólo la inconsciencia y la locura pueden llegar a la lucidez y a la felicidad. La lucha por la vida.
  • Ángel Ganivet: Trata dos temas, la necesidad de combatir la postración nacional y la lucha privada por escapar de su propio escepticismo. Idearium español.
  • Ramiro de Maeztu: Pasa de escribir sobre el desastre del 98 en Hacia otra España a temas relacionados con los valores espirituales del hombre. Don Quijote, Don Juan y la Celestina.
  • Miguel de Unamuno: El centro sobre el que gravitan sus novelas es la inmortalidad. El hambre de Dios y la eternidad y la desesperanza que nace de su razón. San Manuel Bueno, mártir, Abel Sánchez, La tía Tula, Amor y pedagogía, Niebla.

Rasgos Comunes de los Autores del 98

El sentido de la sobriedad y la voluntad antirretórica, al mismo tiempo que repulsan el prosaísmo y cuidan el estilo. El léxico tradicional y terruñero, con un profundo subjetivismo de ahí el lirismo. Del ensayo moderno, la flexibilidad que le permitirá recoger la reflexión literaria y la visión lírica del paisaje. En la novela será la superación de las maneras realistas: impresionista en Baroja, contemplativa en Azorín, distorsiones de la realidad de las nivolas unamunianas…

Antonio Machado

Parte del modernismo y la influencia de Rubén Darío. Frente al modernismo deslumbrante prefirió el intimismo. Recibe influencia del simbolismo (Verlaine). Se establecen tres etapas que coinciden con sus tres tipos de poesía:

  • Soledades, galerías y otros poemas: Libro de 1902 reelaborado en 1907. Inquietudes sentimentales, recuerdos e impresiones de su juventud. Es una meditación sobre lo eterno, la muerte, la búsqueda de Dios. En la herencia del intimismo de Bécquer y Rosalía de Castro. Predomina la melancolía y la palabra llena de connotaciones.
  • Campos de Castilla: En 1912 aparece la primera edición y en 1917 la segunda. Se esfuerza por salir de su intimismo y subjetivismo. Su sentimiento se objetiviza y se centra en el paisaje castellano aunque los temas claves no desaparecen.
  • Nuevas canciones: Su poesía deriva hacia lo filosófico y gnómico. Los temas son una prolongación de los dos libros anteriores: paisajes de Castilla, motivos del folklore, sueños interiores, el amor. El encuentro con el amor de madurez, Guiomar, dará lugar a una gran altura en su poesía con las canciones a Guiomar, separados ambos por la división del país en zonas combatientes durante la guerra civil.