España en el Siglo XVII: Crisis, Sociedad y Política Bajo los Austrias

La Crisis Demográfica y Económica

Durante el siglo XVII, la población española se estancó. La crisis demográfica no afectó a todo el país por igual: Castilla fue el reino que más población perdió, en especial el núcleo central de la Meseta. El campo se recuperó mejor entre 1630 y 1680. Varios factores influyeron en esta crisis:

  • Las sucesivas crisis de subsistencia causadas por las malas cosechas.
  • Las epidemias favorecidas por la desnutrición de la población, las enfermedades y la peste.
  • Las guerras: la falta de mercenarios obligó a realizar reclutas y levas prácticamente forzosas.
  • La expulsión de los moriscos.
  • La emigración a América.

A estos factores demográficos se sumaron los problemas económicos:

  • Disminución de la producción agrícola: Se produjo sobre todo en Castilla debido a la escasa mano de obra existente. Valencia y la Corona de Aragón sufrieron la pérdida de los moriscos, una población muy laboriosa en el campo.
  • Recesión de la artesanía castellana, especialmente la textil: Era característica la falta de competitividad debido a sus elevados precios.
  • Falta de inversión en empresas industriales y comerciales: Estas actividades eran inadecuadas para los nobles e hidalgos. Por el contrario, las élites dedicaban sus rentas a la adquisición de propiedades inmuebles o a préstamos al Estado, buscando conseguir ingresos sin necesidad de trabajar.
  • Desequilibrio del comercio exterior: Se exportaban materias primas y se importaban manufacturas. A los proveedores se les pagaba en oro y plata. La necesidad de oro y plata, y la existencia de un enorme mercado al que exportar, convirtieron la carrera de Indias en una vía imprescindible para el comercio nacional. El puerto más importante de la Península era el de Sevilla y a finales del siglo XVII empezó a ser desplazado por el de Cádiz.
  • Decadencia del comercio con América entre 1630 y 1660: Se debió al aumento de los intercambios entre las colonias, a la excesiva presión fiscal y a la confiscación, por parte de la Corona, para atender a sus gastos militares. El comercio se recuperó a partir de 1660, pero favoreció sobre todo a los comerciantes extranjeros.

Una Sociedad Estática

En la España del siglo XVII existían dos estamentos privilegiados: el clero y la nobleza o aristocracia. Un tercer estamento eran los plebeyos.

Los Nobles

La aristocracia estaba principalmente en el norte de la Península, donde la mitad de la población se consideraba de condición noble, aunque modesta (hidalgos). En la cúspide estaban los Grandes de España. La alta nobleza era urbana y vivía en ciudades como Madrid. También era cortesana y vivía en la corte. Estaba exenta de muchos impuestos. Las familias nobles también controlaban las universidades.

El Clero

El alto clero disfrutaba de una situación acomodada y bastante estable económicamente. Para los segundones, la Iglesia ofrecía una atractiva posición económica y social. El bajo clero era de origen más humilde. Los eclesiásticos casi todos se concentraban en las ciudades más grandes y ricas, y en las áreas rurales con más recursos. El clero no padecía agobios económicos. Su influencia cultural era muy grande.

El Tercer Estado

Su variedad era notable. El grupo predominante era el de los campesinos, que estaban sujetos al pago de impuestos directos. La mayoría de ellos eran jornaleros. La situación del campesinado empeoró durante esta centuria, y fueron frecuentes las revueltas, la emigración y el bandolerismo. Los artesanos y comerciantes estaban organizados en gremios. La mayoría de los empresarios eran extranjeros. La burguesía española se apresuraba a ennoblecerse e invertir en títulos, rentas y propiedades agrarias.

Los Gobiernos de los Validos y la Crisis de 1640

Los Validos

El gobierno de favoritos, validos o privados estuvo muy extendido durante el siglo XVII en varios países de Europa, incluida España. Felipe III, Felipe IV y Carlos II se apoyaron en validos que dirigían la política en su lugar. El cargo de valido era fruto de un nombramiento; su poder residía en la confianza que el rey había depositado en una persona. Este sistema de gobierno se tradujo en un distanciamiento muy grande entre el rey y sus vasallos. El primero de esta serie de validos fue Francisco de Sandoval y Rojas, duque de Lerma. En 1618 fue reemplazado por su hijo, el duque de Uceda. Ambos validos eran aristócratas e intentaron gobernar prescindiendo de los consejos y se rodearon de partidarios entre sus parientes y amigos.

El Conde Duque de Olivares, la Crisis de 1640 y sus Secuelas

El rey Felipe IV confió el gobierno a Gaspar de Guzmán y Pimentel, conde de Olivares y duque de Sanlúcar la Mayor (1621-1643). Olivares abordó una ambiciosa política de reformas fiscales que pretendió imponer de forma autoritaria. Entre sus reformas, la más importante era conseguir que los reinos no castellanos aumentaran sus contribuciones. Presentó el proyecto conocido como la Unión de Armas (1625) por el que se crearía un ejército de 140.000 hombres, reclutado y mantenido por cada reino en función de sus recursos demográficos y económicos. Este proyecto chocó con la realidad: la crisis económica y la resistencia de los distintos reinos, que se apoyaban en sus fueros y privilegios para oponerse. Cataluña quedó al margen de la Unión de Armas.

La Rebelión en Cataluña

El comienzo de la guerra con Francia en 1635 fue el detonante del conflicto entre el monarca y los reinos. En mayo de 1640 estalló una rebelión de campesinos y se apoderaron de la ciudad en los sucesos conocidos como Corpus de Sangre. Los representantes de la Generalitat decidieron ofrecer el condado de Barcelona a Luis XIII de Francia. Finalmente, tras doce años de guerra, el ejército del rey Felipe IV logró entrar en Barcelona (1652) poniendo fin a la secesión.

La Rebelión en Portugal y la Caída de Olivares

El ejemplo de Cataluña debilitó la autoridad de la Corona y alentó a Portugal a rebelarse. Portugal se sentía mal protegido por España. En 1640 se reclutaron soldados portugueses para sofocar la rebelión catalana y se intentó movilizar a la nobleza lusa liderada por el duque de Braganza. La Guerra de Restauración se prolongó hasta 1668. Olivares exigió a los nobles que contribuyeran a las campañas militares aportando dinero y tropas. El duque de Medina Sidonia se sublevó en Andalucía (1641). En 1643, Felipe IV destituyó al conde duque de Olivares.

Las Últimas Sublevaciones

En 1643 se produjeron alborotos y tumultos en la Corona de Aragón y en Valencia. En 1647 se produjo un motín en Palermo y unos meses después se sublevó Nápoles. Entre 1647 y 1652 también se produjeron disturbios en distintos puntos de Andalucía.

El Debilitamiento del Poder Monárquico

Los fueros y la autonomía de los territorios se respetaron, surgió así un neoforalismo. Se desarrolló el neoforalismo: la alta nobleza pasó a controlar la monarquía. Juan José de Austria encarnó el neoforalismo y el neofeudalismo, y dio un golpe de Estado en 1677. Cuando murió, le sustituyeron el duque de Medinaceli y el conde de Oropesa. Ambos intentaron imponer reformas económicas y políticas que se quedaron en proyectos y promesas.

El Fin del Gobierno de los Austrias

A finales del siglo XVII resurgieron los disturbios sociales. En Cataluña se produjeron nuevas revueltas campesinas, como la de los barretines. En Valencia estalló la Segunda Germanía (1693). En 1699 hubo disturbios en Valladolid y Madrid. El de Madrid, conocido como Motín de los Gatos, fue más grave y provocó la dimisión de Oropesa. Carlos II dejó la Corona al nieto de Luis XIV de Francia, Felipe de Borbón. Esto abrió una polémica que dio paso a la Guerra de Sucesión (1701-1715).

El Ocaso Internacional de los Austrias

Los objetivos de la política exterior de los Austrias fueron: la defensa a ultranza de su patrimonio, la protección de la religión católica y la defensa militar del monopolio comercial en América. En esta época, la política exterior española presentaba nuevas condiciones:

  • Escasez de recursos financieros: Esto obligó a restringir los objetivos de la política exterior.
  • Pérdida de efectivos militares: A la escasez de recursos financieros se unió la crisis demográfica. La nobleza no se implicó en las campañas peninsulares.
  • La acción de holandeses e ingleses en las colonias hispano-portuguesas: Se establecieron enclaves necesarios para el comercio, el contrabando, la piratería y el tráfico de esclavos. Esto obligó a España a invertir cada vez más recursos económicos en defensa y en buques para América.
  • Los nuevos enemigos: El Imperio turco dejó de constituir una amenaza en el Mediterráneo; la Corona española se enfrentó a Inglaterra, Francia y las Provincias Unidas, a las que se unió Portugal tras su independencia.

El Sistema de Westfalia-Pirineos

Con Felipe IV y Olivares se reanudaron las hostilidades. El conde duque estaba convencido de la necesidad de restaurar el prestigio militar de España como gran potencia europea. Reinició la guerra con las Provincias Unidas y cooperó con los Habsburgo de Viena. España se involucró en la Guerra de los Treinta Años. En 1635, Francia decidió intervenir. Los tercios españoles fueron derrotados por el ejército francés en Rocroi. En 1648 se firmó la Paz de Westfalia; España aceptaba la independencia de las Provincias Unidas. Francia se consolidó como la potencia hegemónica en Europa e interrumpió las comunicaciones por tierra entre Flandes y los estados italianos. La entrada en la guerra de Inglaterra en 1655 fue decisiva. Felipe IV firmó con Francia la Paz de los Pirineos (1659). La guerra de Portugal continuó hasta 1668. El acoso de Francia a España persistió. Gran parte del Flandes español y la totalidad del Franco Condado fueron conquistados por Luis XIV entre 1668 y 1678. La impotencia de España para defender sus posesiones promovió proyectos de reparto entre las potencias europeas.

Mentalidad, Cultura y Arte en el Siglo de Oro

El Barroco es un movimiento cultural que se extendió desde finales del siglo XVI hasta mediados del XVIII. Fue difundido desde Italia. La nueva cultura se puso al servicio de la Iglesia católica y la monarquía absoluta, que en España constituyeron mecenas. Buscó llegar a un público masivo a través de los sentidos. Recurrió a elementos del realismo naturalista, a la ostentación y el lujo y a los efectos dramáticos y teatrales. Se prescindía del equilibrio clásico. Del Barroco destaca la exaltación del poder de la monarquía, los dogmas de la fe católica, etc. Con esos temas están el desengaño, el contraste entre el ser y el parecer, etc. Provocó un impacto generado por la crisis económica y política.

La Literatura y las Artes

La novela picaresca, etc., constituyeron ejemplos literarios del Barroco español.

  • Arquitectura: Se veía afectada por la crisis económica. El Madrid cortesano se convirtió en un gran centro artístico. El estilo arquitectónico fue contrarreformista y herreriano. El principal artista fue Juan Gómez Romano.
  • Escultura: La escultura del siglo XVII se limitó a reflejar motivos religiosos con un intenso acento contrarreformista. Sus autores se inspiraron en las creencias de la devoción popular.
  • Pintura: A la clientela religiosa se unió el mecenazgo de la corte, de Felipe IV. La pintura barroca se caracterizó por el naturalismo. Tuvo importancia en España la influencia veneciana.